miércoles, 30 de abril de 2014

DAN CLASES ¡EN EL PISO! A NIÑOS MIGRANTES



        
EN LA ESCUELA PRIMARIA HENRY FORD NÚMERO 24

Esconden pupitres a hijos de jornaleros del turno vespertino, acusa directora del plantel

CULIACÁN.-  Niños migrantes, estudiantes de quinto grado de la escuela primaria Henry Ford número 24, ubicada en el campo Camato, arriban diariamente a unas aulas vacías. Ellos, sus mochilas, libros y libretas, permanecen varias horas en el piso para recibir la clase de su profesor.


Se trata de estudiantes del turno vespertino, quienes desde el comienzo del presente ciclo escolar sufren la falta de mobiliario, que a decir del personal del plantel en ese horario, es desde la dirección del turno matutino donde surge la orden de esconder los pupitres para que no sea utilizado por los usuarios del otro horario. Desconocen el motivo.

El problema es añejo, comentó la maestra Norma Alicia Castro, directora del plantel durante las tardes. 
Aseguró que desde que tomó esta responsabilidad, al inicio del ciclo escolar, ha enfrentado un gran número de situaciones similares.

"Los niños son siempre los más perjudicados", señaló la docente.
Acusó que su homólogo matutino, Jorge Hernández, diariamente "encierra" los pupitres en un aula, ocasionando que los niños que cursan por las tardes no puedan utilizarlos.

"Los salones tenían cerca de 60 niños. El profesor cambió el mobiliario y dejó a los niños de quinto sin mesas y sillas", comentó.

Una pequeña bodega, agregó, se encuentra llena de muebles que empresas agrícolas de los alrededores enviaron al plantel, pero están bajo llave.

"Creo que este maestro se está tomando atribuciones.

Hablé con él a principios de año. Nos dejaba cerrados los salones, escondía el mobiliario.

Ya intervino el Secretario de Educación, Francisco Frías Castro, pero la situación no ha cambiado", aseveró.

La profesora mostró algunas imágenes tomadas en octubre de 2013, donde un gran número de niños ya recibían clases en esas circunstancias.

Los alumnos presentan cansancio y dolor de espalda por las posiciones que toman para recibir su clase.

Sentados en el piso, algunos chiquillos apoyan libros y libretas en una rodilla mientras resuelven algunas operaciones impartidas por el profesor.

Cabe destacar que algunas aulas fueron construidas con recursos del PRONIM, y las más recientes, por parte de Sedesol. Son éstas las que se encuentran equipadas con un gran número de mesas y sillas, pero permanecen bajo llave durante las tardes.

Padres de familia reportaron la situación ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y visitadores dialogaron con el director Hernández.

El profesor atendió la llamada de Noroeste, sin embargo, solicitó que su versión no fuera publicada.

(NOROESTE/ Janneth Aldecoa/ 30-04-2014)

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