El
pasado 30 de diciembre el líder del grupo de sicarios Los Ántrax fue
detenido en Holanda. Antes había burlado todas las medidas de seguridad
federales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Realizada
sin que se notificara de ella a las autoridades mexicanas, esa captura
se liga al caso abierto en Estados Unidos contra El Sera Zambada, según lo revela una investigación de Proceso, y se ha convertido en el primer juicio de los narcotuiteros
por el alarde que los reos hacían de sus riquezas en las redes
sociales. El caso tiene que ver también con el espionaje en México
efectuado por la Agencia Nacional de Seguridad estadunidense.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La
noche del pasado 29 de diciembre el vuelo 686 de la holandesa KLM
despegó sin contratiempos de la terminal 1 del Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México (AICM) rumbo a Ámsterdam. A bordo iba José
Rodrigo Aréchiga, El Chino Ántrax, jefe del grupo de sicarios Los Ántrax y quien pocas horas después sería arrestado.
Según información de fuentes vinculadas con el caso, El Chino Ántrax
iba en viaje de placer. El asesino a sueldo, de 33 años, se creía
inmune, afirman las fuentes. Pensaba que nunca lo capturarían.
Su detención –el 30 de diciembre, al descender del avión en el aeropuerto de Ámsterdam– afectó también a su amigo Serafín El Sera Zambada, de 23 años, hijo del Mayo Zambada aprehendido el 20 de noviembre de 2013 en Arizona y hoy preso en California.
Como pudo comprobar Proceso, el lunes 6 la fiscal del Distrito Sur de California, Laura Duffy, vinculó oficialmente los casos del Sera Zambada y El Chino Ántrax;
ambos están acusados de conspirar para traficar 500 gramos o más de
metanfetaminas, cinco kilos o más de cocaína y 100 kilos o más de
mariguana a Estados Unidos.
Aunque los expedientes consultados por
este semanario tienen distintos números, los archivos de la corte
muestran que ambos están relacionados con la Operación Narco Polo,
iniciada a fines de 2011 por la DEA (Proceso 1935).
El caso contra El Sera y El Chino Ántrax
puede volverse un riesgo real para los líderes del Cártel de Sinaloa,
al cual obedecen los dos sicarios detenidos: la fiscal Duffy es famosa
por la cacería emprendida contra el Cártel de los Arellano Félix y por
haber llevado a sus principales jefes a prisión, con lo cual
prácticamente desmanteló a esa organización criminal.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1941, ya en circulación)
/11 de enero de 2014)
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