jueves, 12 de diciembre de 2013

"ESCUCHÁBAMOS EL GRITO DE LOS NIÑOS QUEMÁNDOSE Y NO PUDIMOS HACER NADA"

“Es muy duro para todos, nos sentimos impotentes”, dice otra mujer mientras señala las rejas que no pudieron retirar y tras las cuales tres vidas inocentes se consumieron.

La madrugada de ayer, un incendio ocasionado por un cortocircuito en la conexión de un arbolito de Navidad y un aparato de sonido, en una vivienda del complejo habitacional Chihuahua 2000, dejó como saldo tres hermanitos de 2, 3, y 4 años calcinados, así como uno más herido y su padre al borde de la muerte.

Autoridades manifestaron que la casa no contaba con medidor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que presuntamente motivó a los moradores a instalar un “diablito” para suministrar energía eléctrica en la casa.

Las llamas y el humo alcanzaron a los pequeños cuando dormían en el segundo piso de la vivienda de renta número 12, ubicada sobre la calle 14901, casi esquina con la avenida Sosa Vera.

Las víctimas son Frida Sofía, de 2 años; Rosa Angélica, de 3; y Rodrigo Antonio, de 4 años, todos de apellido Ávila Gutiérrez.

Los sobrevivientes fueron identificados como Luis Alfredo Ávila Gutiérrez, de 6 años, quien resultó con quemaduras de segundo grado en el 60 por ciento del cuerpo —quien es reportado como estable—, así como su padre Luis Rodrigo Ávila Rivera, de 39, quien se encuentra grave a causa de las quemaduras de segundo y tercero grados sufridas en las vías respiratorias y en el 80 por ciento de su cuerpo.

El combate al fuego y rescate de las víctimas inició a las 00:15 horas de ayer y finalizó a las 01:52 horas, luego de que fuera sofocado el incendio y personal de bomberos realizara las labores de descombre en el interior de la vivienda, para evitar cualquier riesgo.

Luego de la tragedia, al lugar llegó la madre de los pequeños, Janeth Angélica Gutiérrez, de 22 años, quien se encontraba laborando en una empresa de manufactura de la zona y cayó en shock cuando recibió la noticia, por lo que fue atendida por personal médico.

Bomberos llegaron, pero ya era tarde

Ayer la colonia Chihuahua 2000 amaneció desolada, luego de que la tragedia se hiciera presente.

“La Policía Municipal fue la primera en llegar y de verdad intentaron ayudarlos, pero las llamas salían por las ventanas y les fue imposible”, agrega la vecina.

Los bomberos, continúa, también llegaron pero ya era muy tarde, los niños ya habían sido alcanzados por el fuego.

Vecinos de la colonia organizaron desde temprana hora una colecta a favor de la familia Ávila Gutiérrez, quienes, según señalaron, son personas de muy bajos recursos económicos y, hasta ayer, no contaban con el dinero suficiente para sepultar a los pequeños fallecidos.

Bote en mano, recorrieron calles y tocaron puertas apelando a la solidaridad de los ciudadanos, que en su mayoría aportaron lo que les fue posible.

La madre, Janeth Angélica Gutiérrez, trabaja en una maquiladora en el segundo turno mientras que su esposo es taxista, pero no siempre tiene trabajo.

Ella, señalan los vecinos, era quien “siempre andaba con los niños para arriba y para abajo”, los llevaba a la escuela y al CRIT a los dos que recibían terapia por tener “pie equino varo” y por lo cual ya habían sido operados en varias ocasiones. El niño de 6 años padece asma.

Informaron que los padres de Janeth viven en la misma colonia, prácticamente enfrente de la casa de su hija y nietos, pero también son de bajos recursos económicos y se dedican a vender flores y dulces.

“Son muy humildes, pero muy trabajadores”, coincidieron.

Una de las hermanas de Janeth Angélica informó que junto con sus padres son ocho miembros los que conforman la familia. Dijo que hasta ayer aún no habían arreglado nada para el entierro de los niños porque no tenían el dinero necesario y estaban en espera de que la empresa donde Janeth labora les prestara ayuda.

Entre lágrimas, un vecino dice que aún no puede creer lo sucedido porque “cosas como ésas uno no espera que pasen nunca, menos a unos inocentes”, señala refiriéndose a Sofía, Angélica y Rodrigo; luego guarda silencio porque su voz se rompe y las palabras se niegan a salir.

La herida está abierta mostrando los vestigios de la tragedia a través de las ventanas calcinadas de la casa, los vidrios rotos, los restos del mobiliario dañado, los juguetes que quedaron en el patio, la ropa tendida, los muñecos de trapo sobre las tejas y las cenizas que se extienden como un ala negra que lo cubre todo.

Afuera, alguien ha colocado tres veladoras en recuerdo de quienes han sido amigos, compañeros de clase o simplemente vecinos. El dolor colectivo se palpa, también el coraje y la impotencia por no haber podido hacer nada para sacar a los pequeños que desde el interior en llamas pedían ayuda.

Los niños, recuerdan los vecinos, asistían al jardín de niños Nellie Campobello, mientras que su hermanito de 6 años va a la primaria Chihuahua 2000. La mañana de ayer, el impacto de la pérdida fue tal que “incluso una de las maestras no pudo dar clase”.

Los colonos denunciaron que el año pasado, durante estas mismas fechas, se presentó un conato de incendio en la misma casa, pero en aquella ocasión sólo se dañaron muebles y objetos personales de la familia.

El silencio llega de nuevo, la gente pasa frente a la vivienda destruida, algunos se detienen junto a las velas mirando el desenlace de un evento que a cualquiera puede ocurrirle. Otros más se persignan, lanzan una plegaria silenciosa y se van.

Incendio inició en árbol de Navidad

Peritos especializados determinaron que el punto de inicio del siniestro fue en la sala, donde se encontraban dos aparatos de consumo eléctrico: un árbol de Navidad sintético, el cual fue consumido por el fuego, así como un aparato de sonido que se encontraba al lado y era soportado por un mueble de madera, mismo que resultó con daños casi totales por efecto de fuego directo.

Especificaron que el tipo de incendio que se registró en la vivienda de los Ávila Gutiérrez es de carácter accidental, debido a una sobrecarga eléctrica o cortocircuito por tener conectados aparatos eléctricos sin protección de corte de corriente.

Agregaron que aunque la casa no cuenta con servicio formal de electricidad, existía una conexión directa (diablito) sin algún tipo de protección (termomagnética o fusibles). El alambre de cobre que fue utilizado para formar el puente eléctrico en la caja de fusibles, presenta una tonalidad verdosa a consecuencia de un sobrecalentamiento.

Si algún ciudadano desea apoyar a la familia Ávila Gutiérrez puede hacerlo a través de la cuenta bancaria: Banorte 4915665378032219 a nombre de Janeth Angélica Gutiérrez.

(ZOCALO/ Agencias /12/12/2013 - 08:25 AM)

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