lunes, 7 de octubre de 2013

EL COSTO DE UNA DECISIÓN

La Viña del Señor

Lo ocurrido hace algunas semanas al dirigente municipal del Partido Acción en el  puerto, es un hecho que debería ponernos a pensar que tipo de clase política tenemos y que tipo de personas la conforman y que a su vez  nos gobiernan.

El levantón  del que fue “victima” Omar Núñez Caravantes es un hecho muy  lamentable, pero como dice el dicho popular “el que juega con fuego se quema” y eso es lo que precisamente le paso al dirigente del PAN.
La chamuscada le durará buen rato y mucho tiene que explicar sobre lo que andaba haciendo a altas horas de la noche en compañía de una dama quien, según las versiones ya  confirmadas por el Procurador del Estado, fue quien  lo llevo al lugar donde fue capturado y fotografiado como dios lo trajo al mundo.
Omar Núñez Caravantes  ya había compartido en varias ocasiones con ella  más que el PAN y la sal y tal como lo menciona el Procurador Omar Núñez “paso el tiempo que quieran con La China en el motel las Playitas”.
Francisco López Lucero es señalado  como parte activa en esta trama,  la Procuraduría del Estado  lo señala como uno de los actores intelectuales de lo que le  ocurrió a Núñez Caravantes.
Sabido es por muchos las diferencias de  Omar Núñez  y el ex dirigente Francisco López Lucero. Estas iban de mal en peor.
Tenían cierto  distanciamiento, el cual debió de ser de tal magnitud que suponiendo sin conceder  sirvió de pretexto para que francisco López Lucero decidiera participar en este enredo tan lamentable como lo calificó el Procurador en el Estado.
Sobre su  participación aún no  sea dicho la última palabra, lo que se sabe al parecer solo es la punta del iceberg, lo único real en este momento es que el levantón a  Omar Núñez Caravantes   puso en evidencia toda una trama de intriga política donde otros factores pueden cambiar el rumbo de las cosas.
A  estas alturas muy bueno sería que el dirigente del panismo diera  la cara y explique qué fue lo que paso, porque es de  es de llamar la atención que hasta el momento Omar Núñez no haya aprovechado la situación para irse en contra del gobierno municipal al que hace algunos días “cuestionaba”.
En todo este embrollo surgen la versión que el Secretario Particular del alcalde Otto Claussen, fue parte importante en este rompecabezas y este sería el que facilitó al elemento policiaco que también esta enredado en la trama,  nada difícil de creer si consideramos que Eduardo Gaxiola detenta un poder bastante amplio al interior de la actual administración, pero que con lo pequeño de su  cerebro  eran más las pérdidas que las ganadas.
No obstante su empeño por ejercer el control lo llevó a perder el piso y realmente creerse un maquiavélico profesional.
Lo que el Secretario Particular olvida  es que la viveza, la astucia y todas las características que se requieren para tener un cálculo político de nivel,  se requieren muchos años experiencia, cualidades que el Secretario Particular no más no se le ven.
Con los detalles sobre  su participación, muchas situaciones ocurridas en el puerto tienen  por fin una explicación, basta recordar los intentos de derrocar al actual Secretario del Ayuntamiento,  Ramón Leyva Montoya, al cual lean tupido con la intención de quitarle la silla, por instrucciones de  Eduardo Gaxiola.
Su mano se vio en el proceso de renovación  del Frente Juvenil, filial que aglutina a los jóvenes del  Partido  Revolucionario Institucional, donde hasta balazos hubo, se logró el objetivo pero el descredito fue mayor;  parte del problema con Eduardo Gaxiola  es su personalidad la cual dicen los que le conocen, es algo rara rayando en la frustración.
Y por si fuera poco las amenazas de una dama porteña quien amenazaba con revelar un escándalo sexual que les perjudicaba.
La dama optó por quedarse callada.
El  “secre” particular   presume haber  operado según el muchas cosas, lo curioso de esto es que en todas  ha fracasado y esta no es la excepción
Lo ocurrido al dirigente panista pone en evidencia a la clase  política que controla el puerto y lo cuestionable de sus integrantes.
Independientemente de lo ocurrido Omar Núñez debe renunciar a su cargo como dirigente ya que si bien en este caso él es la “víctima”, su credibilidad y su  moral como dirigente han quedado en evidencia y sumamente cuestionados, razón por la cual la militancia en estos momentos debería ver qué imagen dan al exterior con un dirigente que miente y mantiene una doble moral.
Ejemplos de políticos que han dejado sus cargos o han hecho público sus desliz hay de sobra.
El vicepresidente del Parlamento finlandés, Ilkka Kanerva, alcanzó la fama después de descubrirse su oscura perversión.
Se dedicaba a enviar mensajes de texto de contenido sexual y pornográfico a todas las mujeres atractivas.
El presidente de Estados Unidos Bill Clinton y su becaria, Mónica Lewinsky, fueron nota internacional al descubrirse sus encuentros en la oficina oval.
El 16 de junio de 2011, el congresista demócrata por Nueva York Anthony Weiner renunció a su escaño en la Cámara de Representantes de Estados Unidos tras verse involucrado en un escándalo sexual por sus mensajes y fotos inapropiados en Twitter.
El 12 de marzo de 2008, Eliot Spitzer renunció a su cargo como gobernador de Nueva York menos de 48 horas después de estallar un escándalo que reveló que en más de una ocasión había contratado los servicios de prostitutas.
El procurar gente de bien para que dirija un partido o una administración es cosa del pasado, hoy en día el concepto de ser muy vago en la grilla ha llegado a degradarse de tal forma que pareciera que sólo los de cuestionada moral o conducta son las mejores cartas de presentación de un partido.
La traición, el engaño y la doble moral son requisitos esenciales para hoy en día estar en este juego tan perverso al que llaman grilla, del ejercicio de la política no saben nada.
Por nuestro puerto han pasado políticos de todas las clases, desde alcohólicos, guateros, mujeriegos hasta guarumos, pero estos pecados eran pasados por alto e ignorados por la sociedad, no era bien visto señalar los detalles malos de una persona, eran cosas que se podían “tolerar”, además   eran conductas que se mantenían en el anonimato, hoy en día es al revés entre más malandro te veas más credibilidad  tienes, eres más raza, y llegas a ser alcalde, diputado, regidor o funcionario, la antiética esta de moda.
Los costos de una mala decisión son muchos, como ejemplo lo ocurrido a estos actores  de la  política de nuestro puerto, pero en realidad todos también pagamos un precio al no pugnar por mejores cuadros, mejores político y mejores funcionarios,  nuestra decisión se ve  limitada a un grupúsculo de personas que busca perpetuarse en el poder a como dé lugar,  nuestro conformismo está muy bien medido, razón por la cual administración tras administración solo  tenemos resultados muy  mediocres, problemas cada vez más grandes  y  lo que nos faltaba,  hoy en día escándalos políticos.
Ahora todos cargaran con el muertito, porque Francisco López Lucero y Eduardo Gaxiola Márquez, tienen dueño. En política así es y así será.



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