La Viña del Señor
Lo
ocurrido hace algunas semanas al dirigente municipal del Partido Acción
en el puerto, es un hecho que debería ponernos a pensar que tipo de
clase política tenemos y que tipo de personas la conforman y que a su
vez nos gobiernan.
El
levantón del que fue “victima” Omar Núñez Caravantes es un hecho muy
lamentable, pero como dice el dicho popular “el que juega con fuego se
quema” y eso es lo que precisamente le paso al dirigente del PAN.
La
chamuscada le durará buen rato y mucho tiene que explicar sobre lo que
andaba haciendo a altas horas de la noche en compañía de una dama quien,
según las versiones ya confirmadas por el Procurador del Estado, fue
quien lo llevo al lugar donde fue capturado y fotografiado como dios lo
trajo al mundo.
Omar
Núñez Caravantes ya había compartido en varias ocasiones con ella más
que el PAN y la sal y tal como lo menciona el Procurador Omar Núñez
“paso el tiempo que quieran con La China en el motel las Playitas”.
Francisco
López Lucero es señalado como parte activa en esta trama, la
Procuraduría del Estado lo señala como uno de los actores intelectuales
de lo que le ocurrió a Núñez Caravantes.
Sabido es por muchos las diferencias de Omar Núñez y el ex dirigente Francisco López Lucero. Estas iban de mal en peor.
Tenían
cierto distanciamiento, el cual debió de ser de tal magnitud que
suponiendo sin conceder sirvió de pretexto para que francisco López
Lucero decidiera participar en este enredo tan lamentable como lo
calificó el Procurador en el Estado.
Sobre
su participación aún no sea dicho la última palabra, lo que se sabe
al parecer solo es la punta del iceberg, lo único real en este momento
es que el levantón a Omar Núñez Caravantes puso en evidencia toda una
trama de intriga política donde otros factores pueden cambiar el rumbo
de las cosas.
A
estas alturas muy bueno sería que el dirigente del panismo diera la
cara y explique qué fue lo que paso, porque es de es de llamar la
atención que hasta el momento Omar Núñez no haya aprovechado la
situación para irse en contra del gobierno municipal al que hace algunos
días “cuestionaba”.
En
todo este embrollo surgen la versión que el Secretario Particular del
alcalde Otto Claussen, fue parte importante en este rompecabezas y este
sería el que facilitó al elemento policiaco que también esta enredado en
la trama, nada difícil de creer si consideramos que Eduardo Gaxiola
detenta un poder bastante amplio al interior de la actual
administración, pero que con lo pequeño de su cerebro eran más las
pérdidas que las ganadas.
No obstante su empeño por ejercer el control lo llevó a perder el piso y realmente creerse un maquiavélico profesional.
Lo
que el Secretario Particular olvida es que la viveza, la astucia y
todas las características que se requieren para tener un cálculo
político de nivel, se requieren muchos años experiencia, cualidades que
el Secretario Particular no más no se le ven.
Con
los detalles sobre su participación, muchas situaciones ocurridas en
el puerto tienen por fin una explicación, basta recordar los intentos
de derrocar al actual Secretario del Ayuntamiento, Ramón Leyva Montoya,
al cual lean tupido con la intención de quitarle la silla, por
instrucciones de Eduardo Gaxiola.
Su
mano se vio en el proceso de renovación del Frente Juvenil, filial que
aglutina a los jóvenes del Partido Revolucionario Institucional,
donde hasta balazos hubo, se logró el objetivo pero el descredito fue
mayor; parte del problema con Eduardo Gaxiola es su personalidad la
cual dicen los que le conocen, es algo rara rayando en la frustración.
Y por si fuera poco las amenazas de una dama porteña quien amenazaba con revelar un escándalo sexual que les perjudicaba.
La dama optó por quedarse callada.
El
“secre” particular presume haber operado según el muchas cosas, lo
curioso de esto es que en todas ha fracasado y esta no es la excepción
Lo
ocurrido al dirigente panista pone en evidencia a la clase política
que controla el puerto y lo cuestionable de sus integrantes.
Independientemente
de lo ocurrido Omar Núñez debe renunciar a su cargo como dirigente ya
que si bien en este caso él es la “víctima”, su credibilidad y su moral
como dirigente han quedado en evidencia y sumamente cuestionados, razón
por la cual la militancia en estos momentos debería ver qué imagen dan
al exterior con un dirigente que miente y mantiene una doble moral.
Ejemplos de políticos que han dejado sus cargos o han hecho público sus desliz hay de sobra.
El vicepresidente del Parlamento finlandés, Ilkka Kanerva, alcanzó la fama después de descubrirse su oscura perversión.
Se dedicaba a enviar mensajes de texto de contenido sexual y pornográfico a todas las mujeres atractivas.
El
presidente de Estados Unidos Bill Clinton y su becaria, Mónica
Lewinsky, fueron nota internacional al descubrirse sus encuentros en la
oficina oval.
El
16 de junio de 2011, el congresista demócrata por Nueva York
Anthony Weiner renunció a su escaño en la Cámara de Representantes de
Estados Unidos tras verse involucrado en un escándalo sexual por sus
mensajes y fotos inapropiados en Twitter.
El
12 de marzo de 2008, Eliot Spitzer renunció a su cargo como gobernador
de Nueva York menos de 48 horas después de estallar un escándalo que
reveló que en más de una ocasión había contratado los servicios de
prostitutas.
El
procurar gente de bien para que dirija un partido o una administración
es cosa del pasado, hoy en día el concepto de ser muy vago en la grilla
ha llegado a degradarse de tal forma que pareciera que sólo los de
cuestionada moral o conducta son las mejores cartas de presentación de
un partido.
La
traición, el engaño y la doble moral son requisitos esenciales para hoy
en día estar en este juego tan perverso al que llaman grilla, del
ejercicio de la política no saben nada.
Por
nuestro puerto han pasado políticos de todas las clases, desde
alcohólicos, guateros, mujeriegos hasta guarumos, pero estos pecados
eran pasados por alto e ignorados por la sociedad, no era bien visto
señalar los detalles malos de una persona, eran cosas que se podían
“tolerar”, además eran conductas que se mantenían en el anonimato, hoy
en día es al revés entre más malandro te veas más credibilidad tienes,
eres más raza, y llegas a ser alcalde, diputado, regidor o funcionario,
la antiética esta de moda.
Los
costos de una mala decisión son muchos, como ejemplo lo ocurrido a
estos actores de la política de nuestro puerto, pero en realidad todos
también pagamos un precio al no pugnar por mejores cuadros, mejores
político y mejores funcionarios, nuestra decisión se ve limitada a un
grupúsculo de personas que busca perpetuarse en el poder a como dé
lugar, nuestro conformismo está muy bien medido, razón por la cual
administración tras administración solo tenemos resultados muy
mediocres, problemas cada vez más grandes y lo que nos faltaba, hoy
en día escándalos políticos.
Ahora
todos cargaran con el muertito, porque Francisco López Lucero y Eduardo
Gaxiola Márquez, tienen dueño. En política así es y así será.
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