- No hay justificación para cuentas infladas del alcalde
- Descarada la danza de las facturas en la tesorería
- Intentan tapar un boquete financiero
- Gastan 60 mil pesos diariamente en prensa
San
José del Cabo, B.C.S.- Era de esperarse que al GRUPO LOS CABOS, que
encabeza el alcalde Antonio Agúndez Montaño en confabulación con su
tesorero Gerardo Manríquez Amador, tarde que temprano les tendría que
tronar el cuete en las manos, ahora que se les acabaron los argumentos
para justificar las cuentas infladas que ha estado presentando al
cabildo, donde sus regidores cómplices y aliados le habían estado
aprobando sin revisar.
En el saqueo del erario público se puede observar que existe una amplia red de corrupción en donde no sólo alcalde y tesorero están involucrados, sino también funcionarios serviles y particulares que se han prestado al juego sucio de disponer de recursos públicos aprovechando de que no hay supervisión y que como contralor hay un personaje afin que hace como que “no ve nada”.
En el saqueo del erario público se puede observar que existe una amplia red de corrupción en donde no sólo alcalde y tesorero están involucrados, sino también funcionarios serviles y particulares que se han prestado al juego sucio de disponer de recursos públicos aprovechando de que no hay supervisión y que como contralor hay un personaje afin que hace como que “no ve nada”.
Y las cantidades estratosféricas que pide el alcalde que sus
regidores le aprueben sin chistar, son las referentes al rubro conocido
como TRASFERENCIAS, AMPLIACIONES Y REDUCCIONES AL PRESUPUESTO DE EGRESOS
2012, que son cuentas de dinero que ya se gastó indebidamente y que no
está justificado, mucho menos respaldado con documentos fehacientes,
dada la conocida trayectoria del alcalde para maniobrar sin la más
mínima transparencia el dinero de los impuestos de los cabeños.
Y en este ajuste brincan cifras como la de 21 millones 546 mil 380
pesos que se gastó en propaganda y difusión (PRENSA) a un ritmo de 60
mil pesos diarios incluyendo sábados y domingos.
Es
tal el desorden financiero que hay en el ayuntamiento de Los Cabos, que
el tesorero Gerardo Manríquez Amador en complicidad con el alcalde
Antonio Agúndez Montaño, han tenido que recurrir al viejo truco de tapar
los faltantes con facturas de número consecutivo y de dudosa
procedencia como las que les presentamos aquí, a fin de que ustedes
amables lectores, se den una idea de lo serio de este asunto que tiene
un profundo olor a denuncia penal.
Como lo es el caso de la empresa paceña MULTISERVICIOS, que lo mismo
prepara banquetes y renta mobiliario para reuniones de regidores y
funcionarios, que arregla teléfonos celulares y les pone “CHIP”.
O las disposiciones de dinero en efectivo en las cajas del mismo
alcalde para sufragar banquetes con subdelegados y delegados
municipales, que no se sabe si fueron ciertos o no, pues se conoce que
las comunidades siguen sufriendo el abandono de parte del actual
gobierno municipal.
Como
se trata del peor gobierno que ha tenido el ayuntamiento de Los Cabos
en la historia reciente, los funcionarios pueden ser medidos en el mismo
tenor. El cabildo en su mayoría es agachón, flojo, sin capacidad de
propuesta, timorato y apático. Su actuación como cuerpo colegiado
tapadera siempre ha sido orientada a encubrir y aplaudir al alcalde y
las transas del GRUPO LOS CABOS y totalmente alejado de los verdaderos
intereses de la sociedad.
Lo mismo ocurre con el contralor y el síndico municipal, que como
meras figuras decorativas han permitido hacer y deshacer a la asociación
de políticos corruptos, aún a pesar de que a ellos se les pueden
también fincar responsabilidades penales.
Cuando no se les queman los documentos, ocurren robos a las cajas recaudadoras, todo sin el más mínimo recato.
Este miércoles, con la continuación de la sesión de cabildo se sabrá
si los regidores despiertan del letargo y se aplican verdaderamente a su
trabajo que a la fecha, ha dejado mucho qué desear.
Lo anterior una vez que el regidor panista Juan Alejandro Fernández
Sánchez Navarro puso el dedo en la llaga la hacer públicas las
irregularidades en los números que presenta el alcalde y que intentan
disfrazar de TECNICISMOS.
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