La lista de propiedades de los Millán Pietsch en el Tres Ríos es
larga. La encabeza Juan Millán Lizárraga con un terreno de 2 mil 229
metros cuadrados ubicado por el bulevar Regional, fraccionamiento Plan
Tres Ríos. La escritura 8032 fue inscrita con el número 65 en el libro
1056, sección I, con clave catastral 007000041049006001.
El valor de esta propiedad, de acuerdo con la tabla de valores que
manejan las principales agencias de bienes raíces de Culiacán, es de
alrededor de 10 millones de pesos.
Al paso de los años, Juan Millán reaparece no nada más como
copartícipe del desastre que ocasionaron las lluvias en el Tres Ríos.
A
una década de que diera a conocer el proyecto Isla Musala, recientemente
devastado por el meteoro Manuel, bajo el lodo que dejó el
torrencial aguacero aparece su estirpe, pero no como damnificada. Es
beneficiaria directa del robo al patrimonio de los sinaloenses.
El exgobernador es propietario además de un terreno en Privada
Golondrinas, residencial Nuevo Altata, municipio de Navolato, de
6,902.95 metros cuadrados y clave catastral 00814800101700200. El valor
se estima en 2 millones 500 mil pesos.
En la calle Corales, Unidad 12, fraccionamiento Las Palmas, de
Mazatlán, tiene una casa cuyo valor comercial se estima en 1 millón 800
mil pesos.
Guadalupe Pietsch de Millán, esposa del exgobernador, tiene a su
nombre dos terrenos en el fraccionamiento Tres Ríos. El primero es
identificado en la escritura 8825 como el lote 1 de la manzana 41, con
una superficie de 532.17 metros cuadrados, cuyo valor comercial es de
unos 2 millones 394 mil pesos.
El otro es el lote 2 de la misma manzana 41 y fraccionamiento, de
331.77 metros cuadrados y con un valor comercial actualizado de 1 millón
489 mil pesos.
También aparece a su nombre la casa de Josefa Ortiz de Domínguez,
colonia Chapultepec, sobre un terreno de 648.23 metros cuadrados, con la
clave catastral 007000018077002001. El valor se calcula en 3.5 millones
de pesos.
Por su parte, Lucía Gabriela Millán Pietsch posee también dos lotes
en Parque Alamedas, sección Ciruelos, según la inscripción 00005, del
libro 1056, sección I del Registro Público de la Propiedad de Culiacán.
El precio comercial actual de las dos propiedades se estima en más de 2 millones 400 mil pesos.
Lucía Gabriela tiene otra casa en Barranca de San Vicente,
fraccionamiento Lomas del Bosque, con la inscripción 46 del libro 967,
sección 1, del RPP. Su costo actual es de 4.5 millones de pesos.
Juan Ernesto Millán Pietsch, aparte de los dos lotes en el Tres Ríos,
tiene a su nombre una casa por la calle Cerro de la Aguja, del
fraccionamiento Colinas de San Miguel, cuyo valor real se calcula en 3.5
millones de pesos.
Ricos o prestanombres
A Enrique Millán Lizárraga, hermano de quien gobernara Sinaloa de
1999 a 2004, no le ha ido nada mal. Tiene siete propiedades
regularizadas en el Registro Público de la Propiedad, con un costo
estimado por encima de los 15 millones de pesos.
Bajo la inscripción 00111, del libro 00135, sección 1, le aparecen
tres terrenos ubicados por la avenida Ciprés del fraccionamiento Colinas
del Parque; otra propiedad en la Privada Perla del fraccionamiento
Bonanza, con la inscripción 00194 del libro 001509, y una más por la
calle Esmeralda del mismo sector Bonanza, con la inscripción 00193 del
libro 001509. La otra es por la calle Topacio, también de Bonanza, con
la inscripción 00192, del mismo libro.
A otras personas sin vínculo familiar, como es el caso de Santiago
Morales Soto, a quien se identifica como el chofer de Juan Millán
Lizárraga, se les atribuyen al menos diez propiedades, la mayoría
localizadas en el municipio de Ahome, entre estas seis casas, que en
conjunto tendrían un valor de 8 millones de pesos.
Entre las claves catastrales de los bienes raíces de Morales Soto,
ubicados también en Culiacán y Mazatlán, reveladas en 2010 al calor de
la campaña para elegir gobernador de Sinaloa, se encuentran las
siguientes: 011000026003600001 de Mazatlán, la 007000020138072001 de
Culiacán y las 00300001712005401, 0030000171200040, 03000017120003001 y
la 030000017120002001 de Ahome.
Otro ganón del millanismo fue Luis Pérez Hernández, quien
fuera director de Gobierno durante el sexenio de Juan Millán.
Secuestrado por un grupo armado en Culiacán el 25 de enero de 2001 y
encontrado muerto al día siguiente en Guamúchil, ocupando el cargo
público adquirió una propiedad de 2079 metros cuadrados, ubicado también
dentro del Desarrollo Urbano Tres Ríos, de acuerdo con el registro
catastral 00700041103030001, con un valor actual de 15 millones de
pesos. Ahí ubicaría la finca El Refugio, dedicada supuestamente al rescate de animales maltratados.
Otro que fue beneficiario de aquel botín fue Jesús Antonio Chuytoño
Aguilar Íñiguez. En los últimos días del mandato de Juan Millán fue
evidenciada la riqueza del entonces director de la Policía Ministerial
del Estado (cargo que ocupa actualmente en el gobierno de Mario López
Valdez), calculada en 15 millones de pesos solo por las casas que poseía
en el fraccionamiento El Cid, fraccionamiento Plaza Reforma de
Mazatlán, y en Escuinapa, inmuebles cateados por elementos de la
Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia
Organizada a mediados de octubre de 2004.
Otro caso que resalta es el de Rosa del Carmen Lizárraga Félix, quien
fuera directora de Comunicación Social durante el gobierno de Juan
Millán. Tiene en propiedad un edificio integrado por seis departamentos
que se ubica por la calle José Clemente Orozco, número 328, casi esquina
con Enrique Sánchez Alonso, del fraccionamiento Arboledas, en la
primera etapa del Desarrollo Urbano Tres Ríos, por la margen izquierda
del río Humaya.
La construcción se realizó en una superficie de 841.661 metros
cuadrados, identificados como lote número uno, de la manzana nueve de
ese sector, con la clave catastral 7000-041-190-01-01.
Cerca de esa misma zona, poco más al norte, Lizárraga Félix tiene en
propiedad otros dos terrenos enclavados en la colonia Comunicadores,
formado ese asentamiento humano para beneficiar a periodistas con
requerimientos de vivienda.
Cuenta asimismo con residencias en el fraccionamiento El Cid, de Mazatlán, y en Colinas de San Miguel, en Culiacán.
La fortuna oculta
Es inestimable, porque nadie la conoce con exactitud, la riqueza de
Juan Millán Lizárraga, ni hay alguien que sepa cuántas sociedades de
negocios tiene a nombre de otras personas, sostiene un excolaborador de
quien el 31 de diciembre de 2004 dejara el poder sin explicar el destino
de 3 mil millones de pesos perdidos en el último año del sexenio.
“Si hay alguien que dice saber cuánto dinero, cuántas casas y
terrenos tiene, en qué sociedades anónimas metió las manos, pues ese
alguien miente”, dice en el anonimato un hombre cercano al periodo
conocido como el millanato.
Ni las conjeturas dan para cuantificar las cifras negras de la
fortuna millanista. “Lo mismo su chofer, su secretaria, sus
excolaboradores pueden ser socios ahora, como lo fue Joaquín Vega Acuña
en muchos rubros, pero el restaurantero es el más conocido, con una
riqueza en común que rebasa los 500 millones de pesos”, aventura la
fuente.
A la dupla Millán Lizárraga-Vega Acuña se le atribuye una copropiedad en el periódico El Diario de Los Mochis, los restaurantes El Farallón de Culiacán y Los Mochis, el rancho El Alacrán, localizado en El Fuerte, y a través de empresas diversas de la construcción, entretenimiento y venta de cerveza.
Se le relaciona también, sin pruebas, con una participación
accionaria en la constructora Mocorito, propiedad de Antonio Sosa, a
quien se le facilitaron operaciones para la compra de terrenos en el
Desarrollo Urbano Tres Ríos, donde construyó Isla Musala.
Con el consorcio Homex se le atribuyen negocios compartidos en la
construcción del estadio de futbol, construido con recursos públicos y
concesionado a esa firma, la cual posteriormente lo vendió al grupo
financiero Banorte, así como en la renta de la Unidad de Servicios
Estatales, de 2 millones de pesos al mes, contrato que el gobierno de
Juan Millán hizo con la misma empresa.
Con Luis Pérez Hernández y Guadalupe Sánchez, Juan Millán creó en
2006 la sociedad anónima Permisan (Pérez-Millán-Sánchez) para apoderarse
de tierras del ejido Barrón, donde un grupo de inversionistas
nacionales y extranjeros planeaba construir el complejo turístico
Estrella del Mar, donde desemboca el río Presidio en el Océano Pacífico.
Según los ejidatarios beneficiados, recibieron 15 millones de pesos por
sus tierras.
El 19 de noviembre de 2009, en una carta dirigida al entonces
presidente Felipe Calderón Hinojosa, el Consejo Coordinador Empresarial
los acusó de intentar apoderarse de 30 hectáreas propiedad del
desarrollo turístico Estrella de Mar.
Son algunos de los negocios chuecos que han trascendido a pesar de la oscuridad que cubre a la fortuna de Juan Millán Lizárraga.
(RIODOCE/ Alejandro Sicairos/ 07 de Octubre 2013)
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