Físicamente
no existen, pero el gobierno municipal de Tijuana, encabezado por carlós Bustamante,
ya las dio por concluidas. Son las obras del ramo 33, etiquetadas y programadas
para el beneficio de la población tijuanense más vulnerable. a pesar de la
evidencia en contra, José Osuna Camacho, titular de la secretaría de desarrollo
social municipal, asegura: “son palpables y se terminaron en un tiempo récord a
finales de junio, y están en proceso de entrega todas”
Isabel
Mercado Juárez
Al mes septiembre de
2013, el XX Ayuntamiento de Tijuana sostiene, a través de comunicados públicos,
haber ejecutado una inversión de 70 millones de pesos -de los 75 millones de
pesos asignados en marzo de 2013- en obra social etiquetada desde la
Federación.
Sin embargo, algunos
de los presuntos beneficiaros de estos recursos denunciaron la no aplicación
del dinero, “las obras existen solo en los discursos y en papeleo”, acusaron.
El recorrido
realizado por ZETA dio la razón a los ciudadanos; solo una zanja que delinea la base de un
imaginario dispensario médico en la colonia Mariano Matamoros; pavimento
hidráulico inexistente en las surcadas calles de terracería de El Niño; o la
ausencia de una red de drenaje programada en División del Norte, son apenas
unos ejemplos de la falacia en que la administración bustamantista ha convertido
las acciones del Ramo 33.
A dos meses y medio
de que cambie la estafeta en el gobierno municipal, la mayor parte de las 232
obras enlistadas en el Concentrado General de Inversión del ejercicio 2013 no
se han ejecutado, la mayoría están incompletas y en otros casos ni siquiera han
iniciado.
Sin embargo, “a
medio terminar”, están siendo entregadas a sus “beneficiarios” con el argumento
de que “el recurso ya se terminó y no hay más”.
Lejos de reconocer
la dilación comprobable con una simple revisión física de las obras encaminadas
al beneficio de quienes habitan en las zonas más marginadas de la ciudad, el
titular de la Secretaría de Desarrollo Social Municipal, José Osuna Camacho,
sostuvo que éstas ya fueron terminadas y, a excepción del recurso destinado
para la entrega de paquetes de materiales de vivienda, “… el presupuesto del
Ramo 33 ya fue invertido”.
Por ello, añadió,
ahora la actual administración se prepara para ejercer los 70 millones de pesos
a invertir en 51 acciones de los programas PREP y Hábitat de este año que, por
demora federal y no propia, podrían estarse ejerciendo el próximo mes de
octubre.
Con todo y que se
está a contrarreloj, el funcionario sustentó la culminación tanto de estas
obras, como de las enlistadas en el Ramo 33.
“Porque la
instrucción del alcalde Carlos Bustamante es no dejar obras pendientes”, avaló.
La indolencia
Talada muchos años
atrás, la raíz de un abeto pareciera empecinada en retoñar entre las calles
Omega y Tránsito, en la colonia División del Norte de la delegación Sánchez
Taboada, justo donde se ubican los baños sanitarios del Jardín de Niños
“Rosaura Zapata”.
Fue por eso que la
directora del plantel, Hortensia León Medina, solicitó el apoyo de las
autoridades municipales para que, con recursos del Ramo 33, le ayudaran a la
edificación de unos nuevos baños en sustitución de los ya obsoletos, cuya
antigüedad data de 30 años.
“La raíz causa que
los baños continuamente se tapen, hay días en que no funciona ninguno y, de los
tres, uno ya de plano se clausuró”, compartió la maestra.
“Fue por eso que los
padres de familia y la comunidad escolar gestionamos unos nuevos, y nos alegró
cuando nos anunciaron su autorización por parte de Desarrollo Social”, dijo.
Pero la decepción
fue mayúscula cuando al inicio del ciclo escolar 2013-2014, les fue entregado
el proyecto: Una construcción en obra negra, sin puertas, ni ventanas y sin la
instalación de ningún tipo de accesorio, ni siquiera los sanitarios.
Al reclamarle a la
jefa de Desarrollo Comunitario de la delegación Sánchez Taboada, María de
Lourdes Santillán Pérez, su seca respuesta dejó pasmada a la directora: “El
presupuesto se había agotado, y me recomendaba gestionar otro apoyo para
terminar la obra”.
De acuerdo al
concentrado general de inversión del ejercicio 2013 del Ramo 33, la acción a
ejecutarse en el kínder “Rosaura Zapata” contaba con un presupuesto autorizado
de 250 mil pesos.
“Sin ser perito en
la materia, ese dinero hubiera sido suficiente para los acabados y accesorios
de los baños”, señaló León Medina.
Curiosamente, a la
Escuela Primaria Municipal “Emma Anchondo Bustamante”, ubicada en la colonia
Libertad parte alta, más cerca de Palacio y de los afectos del alcalde en turno
por ser éste el plantel fundado por su familia, para este año se dispuso un
presupuesto de 150 mil pesos del Ramo 33 para la construcción de sanitarios,
aun cuando tiene baños funcionales.
Su edificación
apenas inició hace un par de semanas, pero el recurso previamente autorizado
será ampliado con 180 mil pesos más, dinero que se tomará de una calle
cancelada del listado oficial, informó el titular de SEDESOM, José Osuna
Camacho.
Así, con un
presupuesto final de 330 mil pesos, a la institución educativa que lleva el
nombre de la madre del presidente municipal de Tijuana no solo se le añadirán
nuevos sanitarios completos -incluida rampa, mingitorio y retrete para
minusválidos-, sino también le será rehabilitada la obra de drenaje y le será
modificado el acceso al plantel “porque los trabajas bloquearán el actual”,
precisó el funcionario.
Muchos alcaldes se
han comprometido a acercar los servicios de salud a los habitantes de las colonias
Mariano Matamoros, Centro. Varias administración han transcurrido y ninguna les
ha cumplido.
Lejos de ello, el
XIX Ayuntamiento cambió el ya casi inoperante Centro de Salud con que contaban
por un Centro Antirrábico; por eso a los vecinos les entusiasmó ver cómo en un
pequeño parque ubicado ente las calles Tultepec y Teotihuacanos, hace un par de
meses se tomaron medidas para la edificación de un pequeño dispensario médico.
El Comité de Vecinos
había gestionado la obra y ésta les fue aprobada con una partida de 300 mil
pesos del Ramo 33, por eso se complacieron al constatar que estaban por
concretarla.
Pero no ha sido así,
en un costado de la entrada del rústico jardín comunal solo hay constancia de
unos trazos hechos a la tierra. Los vecinos siguen esperando el consultorio
clínico.
La instalación de
seis postes de concreto dio cumplimiento a medias de la acción de
“electrificación rural y de colonias pobres”, prevista en la calle Prolongación
Francisco I. Madero de la colonia División del Norte.
La obra se gestionó
por el Comité de Vecinos para beneficio directo de 15 familias e incluía el
establecimiento de seis mufas (aparatos para interconectar redes) para igual
cantidad de viviendas cuyas familias carecen de recursos para construirlas por
cuenta propia.
Pero a la fecha, ni
las mufas prometidas se han colocado, ni el nuevo tendido eléctrico ha sido
conectado a la red de distribución,
mucho menos les ha sido puesto alumbrado público, por lo que los vecinos de esa
zona marginada siguen a oscuras.
Metros más adelante
de esa misma vialidad, entre las calles Fresno y Cañón Centenario, se programó
la introducción de la red de agua potable; para ello en el listado del Ramo 33
se asignó una partida de 135 mil pesos. La obra no se ha hecho y, si los habitantes
cuestionan sobre ella en la delegación Sánchez Taboada, un mutis es la
invariable respuesta.
Para los directivos
de la Primaria “Teotihuacán”, asentado en la colonia Maclovio Rojas, el
enrejado con el que se cubrieron 14 metros del perímetro de la institución no
justifica los 150 mil pesos que a la institución le fueron aprobados en el Ramo
33 para una barda. La obra aún no se las entregan “porque no tenían dinero para
pintarla, requisito para que podamos recibirla”, expuso el director.
Éstas son solo
algunas de las obras inconclusas del programa del Ramo 33 previstas para este
año, de 232 acciones enlistadas, más de la mitad están inconclusas o sin
iniciar, y no hay el menor indicio de que vayan a ejecutarse en el corto plazo,
entre ellas, obras de pavimentación con concreto hidráulico, sobre todo en las
colonias del Este, donde se ubican los segmentos más vulnerables de la
población, para los que se creó este programa.
La intransitable
calle Niño Perdido, en la colonia El Niño, de la subdelegación Ojo de Agua, es
claro ejemplo de la ejecución parcial del programa, pues de los 300 mil pesos
dispuestos para esta acción, ni un solo peso se ha invertido.
Esta realidad pasa
inadvertida para el gobierno bustamantista, para el cual las obras del Ramo 33
“son palpables y se terminaron en un tiempo récord a finales de junio, y están
en proceso de entrega todas”, como indicó José Osuna Camacho.
Cambios de meta
En la lista oficial
del Ramo 33 se aprobaron 232 proyectos, así lo determinaron los 18 comités de
obra que se encuentran divididos en las cinco delegaciones de Tijuana, y así lo
avaló el Cabildo y se publicó en el Periódico Oficial de Baja California.
Sin embargo, el
titular de Desarrollo Social Municipal, José Osuna Camacho, anotó que son 234
las acciones aprobadas, con una inversión de 75 millones 097 mil 120 pesos.
Y aun cuando para
ser enlistadas las obras deben contar con dictamen técnico, entre un cinco y
diez por ciento de ellas “se caen por falta de factibilidad”, aclaró.
Tal es el caso de
siete obras que fueron anuladas, mismas que sumaban una inversión de alrededor
2 millones 600 mil pesos y que serán sustituidas por cuatro nuevas, mientras
que a cinco ya incluidas en el inventario original, les será ampliado el
presupuesto con el sobrante de los proyectos cancelados.
En ese contexto,
para la DESOM, dependencia ejecutora del Ramo 33, solo faltan por finiquitar
las acciones adicionales y la entrega del suministro de paquetes de material de
vivienda – láminas de cartón y vigas de madera- con un costo de 3 mil pesos
cada uno, en los que se tiene proyectada una inversión de poco más de 5
millones de pesos para beneficiar a más de mil familias.
Determinadas las
obras nuevas, en la próxima sesión de Cabildo se presentarán para su
aprobación, “y como son obras pequeñas, a más tardar a finales de octubre se
concluirán, porque su grado de dificultad de construcción no es alto, además no
es época de lluvia y, lo más importante, el dinero ya está dispuesto”, fijó
Osuna Camacho.
DEMORA EN
HÁBITAT Y PREP
La inversión de los
programas de Rescate de Espacios Públicos (PREP) y Hábitat se logra con una
mezcla de aportación federal y municipal, pero “la Federación no deposita hasta
que el Municipio aporta su parte a la cuenta dispuesta para ello”, concedió el
titular de la Secretaría de Desarrollo Social Municipal, José Osuna.
El funcionario no
admitió abiertamente que la demora en la aplicación de los recursos de ambos
programas federales deriva del retraso con el que el municipio de Tijuana
depositó la aportación correspondiente.
Optó por achacar la
tardanza a la veda electoral, misma que
no atrasó la entrega de las ministraciones del Ramo 33, pero sí de PREP y
Hábitat.
Y sin considerar que
ésta concluyó hace más de dos meses, señala: “Si no hubiera sido por las
elecciones, las obras ya hubieran estado hechas, a más tardar en junio se
hubieran terminado, ahorita estuviéramos inaugurándolas, pero se trabaja en
solventar eso. Solo estamos en espera de
que el Gobierno Federal aporte la parte que le corresponde, lo cual se prevé
sea en el transcurso de este mes”.
De aterrizar el
recurso en el tiempo estimado, para el funcionario dos meses serán suficientes
para culminar las 39 obras de Hábitat, en las que se ejercerán 58 millones de
pesos -principalmente en obras de pavimentación- y los 12 rescates de espacios
públicos previstos en el PREP –construcción y rehabilitación de parques y
canchas deportivas-, proyectos en los que se autorizó una inversión superior a
10 millones de pesos.
No importa que en
las obras de inversión mayor a 430 mil pesos sea necesario efectuar una
licitación, proceso que lleva 15 días
-de acuerdo a la Ley de Construcción de Obra Pública-, un mes y medio es
tiempo suficiente para el funcionario para concluir las acciones aún no
iniciadas.
En el caso de las 12
obras del PREP, en su mayoría contemplan una inversión promedio del millón de
pesos, salvo unas cuyo monto mínimo es de 400 mil pesos.
— ¿Y en caso de que
la ministración no se deposite en septiembre?, se le cuestionó.
“Sí las vamos a
alcanzar a terminar, ése es nuestro propósito e interés, dicen que nadie está
obligado a lo imposible, pero yo sí le puedo asegurar que de mi parte estoy
metiendo toda nuestra capacidad y ganas para que eso suceda, hasta que nuestra
habilidad nos dé cuerda, no vamos a dejar obras pendientes a la siguiente
administración, solo dejaremos capítulos cerrados”, insistió el entrevistado.
(SEMANARIO
ZETA/ Isabel Mercado Juárez/ Septiembre 16, 2013 12:00 PM)
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