La propuesta del presidente de Estados Unidos de intervenir militarmente en el conflicto sirio se va cristalizando poco a poco.
Ayer, Barack Obama recibió el respaldo del republicano John Boehner,
líder de la Cámara de Representantes quien dijo: “Apoyaré la propuesta
del presidente y creo que mis colegas también deberían de hacerlo”.
El gesto tiene un gran simbolismo porque, aunque no asegura que el proyecto de injerencia en Medio Oriente pase en el Congreso, sí incrementa las posibilidades del mandatario demócrata de obtener una respuesta afirmativa.
Antes de partir a la Cumbre del G20, Obama se dijo confiado de poder negociar con el Legislativo e instó a los congresistas a castigar al régimen sirio de Bashar al Assad por el supuesto uso de armas químicas contra la población civil el pasado 21 de agosto, en el cual habría muerto más de mil personas.
Al salir de la Casa Blanca, donde previamente se había reunido con el presidente y con otros compañeros políticos, Boehner comentó que su país tiene “enemigos en todo el mundo que necesita entender que no vamos a tolerar este tipo de comportamiento”.
El líder republicano habló mientras los legisladores de ambos partidos se disponían a modificar la ley solicitada por el presidente a fin de restringir el tipo y duración de cualquier acción militar que sería autorizada, posiblemente inclusive una prohibición de que emplacen fuerzas de combate estadounidenses en tierra.
Momentos después, el secretario de Estado John Kerry testificó en una audiencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y mencionó que “el presidente Obama no le está pidiendo a Estados Unidos que vaya a la guerra”
No obstante, acotó que “este no es el momento para una política aislacionista de salón, no es el momento de ser espectadores de una masacre”.
La propuesta de Barack Obama se centra en prevenir otro ataque químico por parte del gobierno contra civiles no involucrados en el conflicto bélico, no una invasión como la sucedida en Irak y Afganistán.
La guerra civil en Siria estalló en abril de 2011 luego de protestas contra el gobierno de Bashar al Assad que fueron cruentamente reprimidas por las autoridades.
La oposición busca terminar con las décadas de mandato de la familia Al Assad al frente del Gobierno Árabe Sirio.
El conflicto se ha vuelto complejo, con una oposición fragmentada, el involucramiento de células extremistas islámicas –Al Qaeda y el Frente Al Nusra– y la participación de otros grupos militares extranjeros como el Hezbolláh libanés.
Hasta el momento, Naciones Unidas contabiliza más de cien mil muertos, víctimas de la escalada de violencia. (Con información de AP)
Régimen mueve tropas
Mientras el mandatario estadounidense cabildea con el Congreso una posible injerencia en la guerra civil, el régimen de Damasco oculta equipos militares y saca a sus soldados de las bases para emplazarlos en zonas civiles.
El presidente Bashar al Assad ha pasado a la ofensiva política, advirtiendo en una inhabitual entrevista con medios occidentales que cualquier acción militar contra su país puede provocar una guerra regional.
En caso de que las fuerzas norteamericanas ataquen Siria con misiles, la guerra civil puede cambiar de trayectoria con la intervención de países vecinos.
El principal grupo de oposición apoyado por Occidente afirma que durante los preparativos la semana pasada ante lo que parecía un ataque inminente de EU, el Ejército sirio trasladó efectivos, así como unidades lanzacohetes, piezas de artillería y otras armas pesadas a zonas residenciales en ciudades de todo el país.
Tres vecinos de la capital, Damasco, que hablaron a condición de no ser identificados por temor a represalias, confirmaron tales movimientos.
Un funcionario norteamericano confirmó que hay señales de que el régimen sirio está tomando medidas para trasladar parte de sus equipos militares y fortalecer la protección de sus instalaciones militares.
Dijo, además, que en este momento Estados Unidos cuenta con la información que necesita para mantener el control de lo que el régimen hace para prepararse.
Es muy probable que la tendencia se mantenga en Siria durante los próximos días ahora que el presidente Obama espera la autorización del Congreso para cualquier acción militar.
El gobierno de Siria tiene varias opciones si Estados Unidos lo ataca. Pudiera responder con cohetes contra aliados occidentales en la región o enviar a aliados como Hezbolláh a atacar objetivos de EU en otros países.
Una tercera opción sería sencillamente pudiera no hacer nada, y anotarse puntos propagandísticos al presentarse como víctima de la agresión estadounidense.
Ya son 2 millones de refugiados
La guerra civil en Siria ha provocado el éxodo de más de dos millones de personas, 1.8 millones el último año, de acuerdo a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados.
Se estima que al día, cinco mil personas salen de las fronteras sirias en busca de un lugar seguro.
El gesto tiene un gran simbolismo porque, aunque no asegura que el proyecto de injerencia en Medio Oriente pase en el Congreso, sí incrementa las posibilidades del mandatario demócrata de obtener una respuesta afirmativa.
Antes de partir a la Cumbre del G20, Obama se dijo confiado de poder negociar con el Legislativo e instó a los congresistas a castigar al régimen sirio de Bashar al Assad por el supuesto uso de armas químicas contra la población civil el pasado 21 de agosto, en el cual habría muerto más de mil personas.
Al salir de la Casa Blanca, donde previamente se había reunido con el presidente y con otros compañeros políticos, Boehner comentó que su país tiene “enemigos en todo el mundo que necesita entender que no vamos a tolerar este tipo de comportamiento”.
El líder republicano habló mientras los legisladores de ambos partidos se disponían a modificar la ley solicitada por el presidente a fin de restringir el tipo y duración de cualquier acción militar que sería autorizada, posiblemente inclusive una prohibición de que emplacen fuerzas de combate estadounidenses en tierra.
Momentos después, el secretario de Estado John Kerry testificó en una audiencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y mencionó que “el presidente Obama no le está pidiendo a Estados Unidos que vaya a la guerra”
No obstante, acotó que “este no es el momento para una política aislacionista de salón, no es el momento de ser espectadores de una masacre”.
La propuesta de Barack Obama se centra en prevenir otro ataque químico por parte del gobierno contra civiles no involucrados en el conflicto bélico, no una invasión como la sucedida en Irak y Afganistán.
La guerra civil en Siria estalló en abril de 2011 luego de protestas contra el gobierno de Bashar al Assad que fueron cruentamente reprimidas por las autoridades.
La oposición busca terminar con las décadas de mandato de la familia Al Assad al frente del Gobierno Árabe Sirio.
El conflicto se ha vuelto complejo, con una oposición fragmentada, el involucramiento de células extremistas islámicas –Al Qaeda y el Frente Al Nusra– y la participación de otros grupos militares extranjeros como el Hezbolláh libanés.
Hasta el momento, Naciones Unidas contabiliza más de cien mil muertos, víctimas de la escalada de violencia. (Con información de AP)
Régimen mueve tropas
Mientras el mandatario estadounidense cabildea con el Congreso una posible injerencia en la guerra civil, el régimen de Damasco oculta equipos militares y saca a sus soldados de las bases para emplazarlos en zonas civiles.
El presidente Bashar al Assad ha pasado a la ofensiva política, advirtiendo en una inhabitual entrevista con medios occidentales que cualquier acción militar contra su país puede provocar una guerra regional.
En caso de que las fuerzas norteamericanas ataquen Siria con misiles, la guerra civil puede cambiar de trayectoria con la intervención de países vecinos.
El principal grupo de oposición apoyado por Occidente afirma que durante los preparativos la semana pasada ante lo que parecía un ataque inminente de EU, el Ejército sirio trasladó efectivos, así como unidades lanzacohetes, piezas de artillería y otras armas pesadas a zonas residenciales en ciudades de todo el país.
Tres vecinos de la capital, Damasco, que hablaron a condición de no ser identificados por temor a represalias, confirmaron tales movimientos.
Un funcionario norteamericano confirmó que hay señales de que el régimen sirio está tomando medidas para trasladar parte de sus equipos militares y fortalecer la protección de sus instalaciones militares.
Dijo, además, que en este momento Estados Unidos cuenta con la información que necesita para mantener el control de lo que el régimen hace para prepararse.
Es muy probable que la tendencia se mantenga en Siria durante los próximos días ahora que el presidente Obama espera la autorización del Congreso para cualquier acción militar.
El gobierno de Siria tiene varias opciones si Estados Unidos lo ataca. Pudiera responder con cohetes contra aliados occidentales en la región o enviar a aliados como Hezbolláh a atacar objetivos de EU en otros países.
Una tercera opción sería sencillamente pudiera no hacer nada, y anotarse puntos propagandísticos al presentarse como víctima de la agresión estadounidense.
Ya son 2 millones de refugiados
La guerra civil en Siria ha provocado el éxodo de más de dos millones de personas, 1.8 millones el último año, de acuerdo a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados.
Se estima que al día, cinco mil personas salen de las fronteras sirias en busca de un lugar seguro.
(ZOCALO / Reporte Índigo /04/09/2013 - 03:30 PM)
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