miércoles, 4 de septiembre de 2013

EL PRESIDENTE (OTTO CLAUSSEN IBERRI) ANDA EN CAMPAÑA

Agueda Barojas Ontiveros

Cuando los actos de gobierno escasean, cuando se pavimentan tres calles nomás para incluirlas en el primer informe de gobierno, cuando se estuvo ausente los primeros diez meses del  año y sólo se aparece porque está cerca el informe,  cuando ninguna de las promesas de campaña se han cumplido, cuando se gobierna con vividores, aviadores y golondrinos y en base a ocurrencias, no podemos decir que tenemos presidente municipal. 

Otto Claussen Iberri, es el presidente municipal de Guaymas pero  su facha,  su lenguaje corporal y oral denotan otra cosa.

Le falta seriedad y le sobra perversión. El presidente municipal de Guaymas anda en campaña sus pasos, lo delatan.

A casi un año del actual gobierno donde ha habido de todos menos  progreso,  existe un vacío que está siendo llenado con cuanta efemérides se encuentra en el calendario y con cuanto problema brota en la sociedad que sea del ámbito estatal, por supuesto.

De los problemas locales, Otto Claussen no dice ni pío. Por ello, nada se sabe sobre el asunto de PASA, que ahora pasa menos que antes, quizá porque le pagan menos. Nada dice de los robos y si habla del tema se  justifica con el desmadre que le dejó la pasada administración.

Opta por cerrar chatarreras en un acto desesperado para legitimarse ante la sociedad que cada vez se convence más que la seguridad pública lejos de mejorar empeora.

En un acto deliberado de manipulación cierra chatarreras porque es lo más fácil de hacer y filtra con técnicas de persuasión chafas que los robos en Guaymas  han disminuido en un 90 por ciento a raíz de este acto de gobierno.

Es tan ficticia la acción de gobierno que una vez concluida la resolución de Control Urbano será el alcalde Otto Claussen quien anuncie con bombo y platillo a la sociedad guaymense que resolvieron no dar licencia de uso de suelo a esos negocios donde van a parar muchas cosas robadas.

Con ello pretende legitimar una corporación policiaca fallida y un gobierno que no ha sido capaz de superar a pasadas administraciones.

Opta por cerrar chatarreras para controlar robos  cuando es función de la policía a su cargo prevenir el delito.

Como no se ha podido prevenir el delito, como los robos de cable eléctrico es de todos los días, Otto Claussen tomó el camino más fácil; cerrar chatarreras, pero lo hace después de once meses, justo cuando está a punto de llegar al primer informe de gobierno, justo cuando en una sola voz los guaymenses se preguntanban: Qué va a informar Otto Claussen?

Como a Peña Nieto le cuentan los muertos, también Claussen  Iberri tiene los suyos; trece homicidios violentos en el primer año de su gobierno, lo nunca antes visto en Guaymas. Pero de eso no dice nada

En un intento deliberado de manipulación, Claussen Iberr i no pierde oportunidad para posicionar su imagen a costa de lo que sea.
Su interés es meramente propagandístico. Cada uno de los pasos que da llevan ese fin: el engaño.

Sus actos más recientes lo demuestran.

El protagonismo con el que se condujo durante el regreso a clases, no dejan duda.

¿Qué buscaba Otto Claussen al mostrar una falsa preocupación por las escuelas de Guaymas?

Adhesión a su persona y a su gobierno. Son técnicas de persuasión y manipulación política que le ha funcionado, en algunos sectores de la población.

Otto Claussen está muy lejos de ser comparado con Lenin y Hitler, los dos hombres que han marcado muy profundamente, aunque de manera distinta, la historia reciente. Son unos genios de la propaganda.

Sin embargo,  el alcalde le entiende a esto de la manipulación, sabe cómo utilizar los medios de comunicación para fortalecer su legitimidad.

Y lo hará a costa de lo que sea. Ya lo hizo con el tema de las escuelas, lo hará con los “humildes” pescadores a quienes les ofrecerá una misa para que les vaya bien en el próximo inicio dela temporada de pesca.

La propaganda en los medios de comunicación lo dice todo: Otto Claussen te invita. No el Ayuntamiento, no el presidente municipal de Guaymas, no, es Otto Claussen quien te invita.

Los pescadores se dejan querer, no intuyen que la preocupación por que les vaya bien no es genuina, sino que obedece a un sistema de valores que Otto Claussen quiere mostrar a la sociedad de Guaymas con un solo fin: legitimar su imagen.

Hoy en día  muchos líderes políticos buscan la foto con un religioso; la intención en la misma, la estrategia también.

Por lo mismo, una fotografía de las pangas y los pobres pescadores al lado de una cruz, el sacerdote y el alcalde sería la fórmula perfecta para, según él, anotarse diez.

El presidente municipal quiere mostrar con el acto litúrgico un sistema de valores que no tiene, por lo menos no en su gobierno.

Es una estrategia de comunicación política que le puede funcionar en algunos sectores que no tienen capacidad de entender sobre técnicas de persuasión y propaganda política.

Por lo mismo, Otto Claussen invita a la presentación del Coyote y en una acción digna de un pueblo del estado de Michoacán o Chiapas, el presidente municipal de Guaymas sale a los medios de comunicación, principalmente a la radio, a justificar la presentación de El Coyote.

Verdaderamente vergonzoso y penoso que un alcalde de un Puerto de Altura  protagonice una participación de tres varos en las radios locales, solo para justificar que está de acuerdo en emborrachar al pueblo de Guaymas con tal de que su imagen crezca.

Para que la cervecería recupere lo que cuesta ese artista tienen que emborrachar a medio Guaymas. Ese es el costo, pero al alcalde no le interesa. Lo importante es que el pueblo de distraiga, pero no de sus problemas, sino de su mal gobierno.

Y para continuar con el circo, en julio pasado el alcalde ordenó al fiscal de hierro Héctor Hernández que dejara sin efectos el citatorio que enviaría a los ex presidentes municipales y ex funcionarios panistas para que comparecieran por el caso de las luminarias.

No es que sean inocentes, pero si son carne de cañón para un gobierno que carece de rumbo, de proyecto  y de promesas cumplidas.

El Contralor Municipal había elaborado los citatorios para el mes de julio, pero nadie va a negar, que resulta mejor citarlos a unos días del   primer informe de gobierno.

Lo malo del asunto es que se evidenciaron y les enviaron a César Lizárraga y a Mónica Marín el citatorio con fecha del mes de julio y no de septiembre.

Y dejé a lo último el tema de la celebración de 244 aniversario de la fundación de Guaymas porque me parece todavía más perverso el manejo que se le dio.

Es correcto que el Ayuntamiento de Guaymas haya festejado este aniversario, ya que durante muchos años quedó en el baúl de los recuerdos la fecha, es más hubo administraciones a quienes les pasó de noche.

Hasta ahí vamos bien, lo que pocos saben es que en aras de la imagen y de llenar el vacío que su gobierno ha dejado,  Otto Claussen Iberri hizo de la presentación de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, todo un acto político.

El presidente municipal de Guaymas tiene bien claro esa máxima que dice al pueblo pan y circo.

Sabedor del impacto que tendría esa presentación en su imagen pública, no le importó arriesgar a los integrantes de la Sinfónica.

La Sinfónica no tenía previsto presentarse en el 244 aniversario de la fundación de Guaymas.

La presentación oficial será el 18 de octubre, pero con artimañas convencieron  a Fray Ivo Toneck para que se presentaran ese día para que el alcalde cortara oreja y rabo.

Lo único importante era su lucimiento y no los motivos que le dieron para cancelar la presentación.

Por ello, enloqueció cuando el 23 de agosto, siete días antes de la presentación, le cancelaron lse la cancelaron.

No exagero cuando digo que no durmió, pidió, exigió a sus colaboradores resolver ese problema.

Si es necesario que llorren, lloren, les dijo, y  lloraron. Conmovieron a Fray Ivo Toneck y éste terminó aceptando la presentación a pesar de lo ingrato que el gobierno de Otto Claussen ha sido con él.

Este gobierno le quitó a Fray Ivo el reconocimiento que la administración de César Lizárraga Hernández le había dado al ponerle su nombre al reconocimiento al mérito cultural.

Para sorpresa de muchos y molestia de otros, en las fiestas  del Mar Bermejo el déspota de Mauro Barrón, director del IMCA otorgó un reconocimiento al mérito cultural sin el nombre de Fray Ivo Toneck. Borraron un acuerdo de sesión de cabildo de un plumazo.

Poco importa que el alcalde le haya cambiado el nombre al Auditorio Cívico. Decir Auditorio Fray Ivo Torres fue un lapsus brutus, quitarle el nombre de Fray Ivo al mérito cultural fue una mentada de madre, pero Fray Ivo mostró nobleza al dejarse convencer para que la Orquesta se presentará el sábado pasado con una terrible escenografía y un pésimo audio y sonido.

"Lo principal, dijo Lenin, es la agitación y la propaganda en todas las capas del pueblo”.

Hitler, por su parte, afirmó; "La propaganda nos permitió conservar el poder y nos dará la posibilidad de conquistar el mundo”.

Otto Claussen piensa así ganarse la diputación federal, poco importa que su gobierno no cumpla las expectativas, con estas artimañas ni quien se dé cuenta que como presidente ha dejado mucho que desear.


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