Ismael Bojórquez
Cientos de familias de Valle Alto, damnificadas por el huracán
“Manuel”, se reunieron esta tarde noche para levantar un padrón de
afectados y documentar una demanda contra la inmobiliaria Fincamex, que
construyó el fraccionamiento, y contra quien resulte responsable, por
los daños sufridos.
Se estima que el padrón de afectados llegue a las 400 familias,
quienes perdieron muebles, ropa, calzado, enceres domésticos y
vehículos, producto de las inundaciones que sufrió el fraccionamiento en
sus etapas uno y dos.
Hasta el momento no se han determinado las causas técnicas de la
inundación, aunque todos coinciden en que la colonia no tiene drenaje
pluvial a pesar de que fue construida hace no más de seis años, durante
la administración de Aarón Irízar López.
El fraccionamiento, comentaron vecinos entrevistados en la parroquia
Josemaría Escrivá, donde se reunieron, fue entregado en la
administración de Jesús Vizcarra, pero su construcción inició con Irízar
López.
Rafael C., uno de los afectados, fue el tercero en enlistarse. Perdió
la cocina integral, el comedor, una cama, colchón, el vehículo, que la
aseguradora declaró como pérdida total, libreros, más de 400 libros, dos
computadoras, archivos…
“Ya nos vamos de aquí —dice—, afortunadamente solo rentamos la casa,
nos vamos a otro lado, pero vamos a luchar porque la compañía
constructora nos indemnice”.
El pasado jueves estaba en la casa cuando el agua se detuvo y empezó a
subir de nivel. “Muy rápido nos dimos cuenta de que se empezó a
inundar e intentamos salir, pero el auto se mojó y ya no pudimos;
salimos caminando, con el agua hasta el pecho y abandonamos todo”.
En una visita a un sitio web de Fincamex, puede leerse a primera vista el mensaje de motivación para la venta en Valle Alto:
“Construimos hogares que mejoran la calidad de vida de las
familias, gracias a la excelente ubicación de sus desarrollos de
vivienda, calidad y diseño innovador”.
Pero los afectados, después del jueves 19, no piensan lo mismo. En
una de las banquetas de la parroquia pusieron un cartel que ilustra la
rabia:
“Valle Alto, zona de inundación: no compre en este lugar”
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