La Viña del Señor
Cuando por fin César Lizárraga
Hernández pudo dejar la alcaldía de Guaymas y en su lugar quedó a la síndica
Mónica Marín y Francisco Ponce ni Pío dijo, todavía el escenario local no
agarraba color.
Esa jugada le permitió al alcalde con permiso de retirarse
del cargo por 45 días buscar la candidatura por el PAN a la diputación por el
XIII distrito local.
La apuesta es vender a un candidato como Lizárraga
haciendo fórmula con Manuel Aguilar Juárez, con quien se han aferrado en
hacerlo candidato a la alcaldía y un menospreciado por su bajísimo perfil
político Israel Quiroz, quien alcanzó la candidatura a la diputación federal por
el 04 distrito al declinar Fernando Miranda Blanco, personaje que era visto como
la carta fuerte del panismo para desplazar al PRI de dicha curul en San Lázaro.
Sin embargo, una vez que se perfilen las candidaturas la contienda electoral
se pondrá álgida entre los panuchos y sus rivales políticos, en una “guerra” de
alta y baja intensidad que implicará uso de recursos, influencias de padrinazgos
y que moverá a los grupos de poder en el municipio y como ejemplo ya por el lado
del PRI pretenden “recuperar” a las “despenseras” de Manuel Aguilar que ha
venido utilizando tanto el Fundación Manuel Aguilar como en la Alianza de del
Nuevo Sonora, que utiliza para posicionar su imagen, y se rumora que en el
Instituto Miravalle de Manuel Villegas se “regalaba” calificaciones a los
alumnos que asistieran al registro del Alemán.
El
operativo
No fue fácil armar el operativo para acomodar las
fichas acorde a las condiciones que exigía el alto mando del Nuevo Sonora que no
quiere arriesgar nada de cara al futuro y menos cuando va sobre el control del
Congreso del Estado para evitar zancadillas como el atorón presupuestal que ha
hecho ver las de Caín al ejecutivo al no poder solventar el gasto normal en un
año electoral y que tiene incluso al Consejo Estatal Electoral en un brete, a
pesar de la figura de la reconducción presupuestal aplicada para salir al
paso.
En primer término se tuvo que calmar las pretensiones fantasiosas de
Pío Ponce que con sus escaramuzas metió presión el proceso sucesorio local,
cuando se sabía, su intención era servir de gestor de Jesús Saldaña para que
recuperara un adeudo de 40 “melones” que el ayuntamiento le adeuda al Negro.
Para meter en orden a la fracción panucha en cabildo bastó la orden de
arriba y los “buenos oficios” de los “dueños” de quienes cobran como regidores
blanquiazules y los jefes de los clanes como Alonso Arriola y Saldaña tuvieron
que doblar a los suyos por propia sobrevivencia.
Una vez logrado eso y ya
controlado el choque de intereses se procedió a imponer a la nueva alcaldesa,
cuya función será algo así como la de la reina Isabel II de Inglaterra,
protocolaria y de apoyo a la virtual candidatura de Aguilar, con todo el poder
municipal. Ahí sí no se admiten fallas.
De Hermosillo se dice llegarán quien
detrás del trono –algo así como una especie de Margaret Thatcher la famosa Dama
de Hierro— llevará en verdad las riendas del ayuntamiento y tomará las
decisiones conocidas las escasas luces de la primer edil. Por eso ronda en los
corrillos políticos la pregunta ¿Es Mónica una señora presidenta de a
mentiritas?
¿Jugadora de la política o alcaldesa a
modo?
Una vez ungida como alcaldesa Mónica Marín habrá de
decidir como reparte su tiempo en sacrificarse por los porteños y sus conocidos
pasatiempos.
En realidad no importa en que invierta el tiempo la alcaldesa,
por cierto la tercera después de Sara Valle del PRD y Susana Corella Platt del
PRI y primera del PAN. Ya antes Martha Lorenia Ruiz Bustamante y Elda Margarita
Romo de Andueza buscaron el cargo por Acción Nacional y fracasaron.
Marín
antes había sido regidora con Bernardino Cruz y a partir del 2009 se desempeñó
como síndica procuradora en la actual administración y le tocó presentar las
denuncias administrativas ante el Órgano de Control y Evaluación Gubernamental
como representante legal del ayuntamiento en contra de funcionarios de la
administración de Antonio Astiazarán.
Enroques
El cambio en Contraloría con la entrada
de Carlos Cortez y el arribo de Iveth Guerrero a la secretaria particular fueron
partes de los enroques necesarios para garantizar la gobernabilidad en el
ayuntamiento ante las nuevas circunstancias políticas con que Acción Nacional
habrá de enfrentar la temporada electoral.
También el Toño Astiazarán buscó
mover sus fichas en el tablero municipal sabedor de lo que significaba para su
futuro el reacomodo al interior del ayunta.
Ello explica que buscara mover
el agua a través de su incondicional Luis Zaragoza o que tratará de cobrar
facturas pasadas, entre ellas, la renuncia fuera de término de Mónica como
asesora de los regidores panistas para que estuviera en condiciones de formar
parte de la planilla de ayuntamiento en el 2009, pues como se recordará en el
trienio 2006.-2009 la hoy alcaldesa cobró como asesora de la fracción azul en
cabildo y por no haber renunciado a tiempo de dicho cargo estaba impedida para
contender como síndica por lo que se le hizo la valona de recorrer la fecha de
su renuncia para que le dieran los plazos. Y ese favor, se afirma es una deuda
que está pendiente con los que se fueron y se sienten traicionados por la
desmemoria de Marín. Malagradecida, es el menor de los calificativos que le
imputan a quien el Toño llamó “nuestra asesora” en entrevista en la radio
1040.
Coopelas o cuello
Y como parte del contexto
que tiende a enrarecerse puede leerse la denuncia de Héctor Hérnandez y un grupo
de chepinos interpuesta ante el Consejo Estatal Electoral en contra de Manuel
Aguilar Juárez y el secretario general del PAN estatal Adrián Espinoza uno de
los mariscales de Fuerza XXI por actos anticipados de campaña y por promocionar
ilegalmente su imagen y que tiene en el banquillos de los acusados al favorito
del palacio por infracciones al Código Electoral.
La acción encabritó al
dueño de la Geomar, quien ni tardo ni perezoso se presentó ante el pastor local
del PAN Francisco López Lucero a quien exigió sanciones en contra de los
berrinchudos azules.
Lo anterior es síntoma de que Manuel Aguilar no cuenta
con todas las simpatías al interior del PAN y de que el trabajo de
posicionamiento personal que viene realizando con sus organizaciones la Alianza
del Nuevo Sonora y su Fundación, en cuyo nombre llevan la penitencia, es una
labor sectaria al margen de la tradición panista y que se acerca más a lo que
acostumbraba el PRI con sus políticas clientelares y de corte
paternalista.
Las presiones sobre el bendecido se prevé subirán de tono
cuando Oscar González el chepino number one de la comarca quien también tiene su
corazoncito y busca acomodo en esa historia también se registró como aspirante a
la alcaldía y para ello cuenta con el apoyo de la gente de Israel Quiroz, a
quien también buscan sentar para dejarle el camino libre al profe Fermín
Trujillo, por lo que eso representa en cuanto a la alianza que se cocina entre
el PAN y el PANAL a nivel estado.
La estrategia de los Josefinos es clara,
llevar al enemigo a terrenos desconocidos para él, como recomendaba Tzu Su en
su libro “El arte de la guerra” y en donde ni Fuerza XXI, ni la gente de Paco
Bueno capitaneada por Omar Núñez el Calamardo incrustada en espacios
gubernamentales tienen capacidad operativa.
Como se ve, no todo es miel sobre
hojuelas en el rebaño azul y como dice el refrán a veces del plato a la boca se
cae la sopa, pues como sostenía Federico Niestzsche “No todo hombre tiene su
precio, pero sí todo hombre tiene su cebo” y Manuel Aguilar mordió el
suyo.
El ex presidente del PAN municipal Alberto Albín Cubillas no dejará
correr por la libre a César Lizárraga, pues se registró para buscar la
candidatura por la diputación local por el XIII distrito electoral. La
estrategia antes de su registro era sacar una propuesta de unidad entre el
“Grillo” Valenzuela y Cházaro, misma que no cuajó para enfrentar al ex
alcalde.
De poder a poder
Para los enterados el
verdadero enfrentamiento en el municipio por las principales carteras en juego
será entre quienes defienden el proyecto del Nuevo Sonora con el gobernador
Guillermo Padrés a la cabeza y cuya operatividad conducen el secretario general
del PAN estatal Adrián Espinoza y el secretario general de gobierno Roberto
Romero, jefes reales de la estructura conformada por Fuerza XXI, la maquinaria
electoral del partido que tan buenos resultados rindió a favor de Ernesto
Cordero y en la elección interna para favorecer a los candidatos blanquiazules
palomeados desde palacio de gobierno y el empresario Ricardo Mazón, convertido
en el gran mariscal del PRI, con capacidad para hacer y deshacer en ese partido
a grado tal de haber sacado adelante la candidatura a la alcaldía de su
protegido Otto Claussen Iberri, a quien convirtió desde su posición en el
Congreso del Estado en su caballito de batalla para mermar la imagen del gober y
sus programas al nivel de tener sin presupuesto al estado.
Esa batalla
montada sobre los comicios en puerta y convertida en una guerra de posiciones ha
empezado con maniobras y movidas estratégicas en el tablero de ajedrez en que
Sonora ha quedado transformado y como parte de ellas puede leerse el registro en
el mismísimo corazón del boursismo y de la oposición al Acueducto Independencia
de la candidatura del ex alcalde de Cajeme Francisco Palillo Villanueva a la
diputación por el XVI distrito local, quien se dice fue convencido para
cambiarse de color por el ex dirigente del Consejo Coordinador Empresarial y
candidato a diputado federal pluri por Acción Nacional Mario Sánchez Ruiz bajo
la promesa de “desaparecerle” el expediente que se sigue ante la Agencia Primera
del Ministerio Público del Fuero Común bajo expediente AP 132/11 por una
supuesto mal manejo de 13 millones de pesos del municipio cuando era alcalde que
invirtió el cetemista en una fallida operación bursátil. El quid de la jugada
fue frenar tanto a los precas priístas Rogelio Díaz Brown como Faustino Félix
Chávez y un “aviso” para sus promotores.
Frente a ese contexto, son
previsibles los ajustes necesarios al interior del panismo cuando Padrés antes
de irse a Japón tuvo en sus manos la encuesta levantada por JVO Consultores en
donde el PAN iba adelante con 4 puntos en la puja por las senadurías y en las
alcaldías de San Luis Río Colorado, Hermosillo y Nogales y por poco margen en
Guaymas y abajo del PRI en Cajeme y Navojoa, mientras en el 04 distrito
electoral federal el tricolor con Antonio Astiazarán llevaba ligera ventaja,
aunque ahí es previsible que tanto Marco Antonio Cachorro Ulloa como Fermín
Trujillo le bajen votos al ex partidazo, por su pasada militancia priísta.
En cuanto a la diputación local de ir de candidatos César Lizárraga y el
doctor José Luis Marcos León Perea, bajo la bandera del PAN y el PRI
respectivamente el agarrón favorecía al segundo por buen margen, eso sin contar
el bajón en imagen pública que obtuvo el galeno por su “declinación” con sabor a
sentada convenenciera a favor de Claussen.
Las escaramuzas amenazan con
ponerse mejor que los guamazos que se pusieron el puertorriqueño Juama López y
el obregonense Orlando “Siri” Salido allá en la Perla del Caribe. Ni más, ni
menos.
Líbranos Librado
El aspirante del Movimiento Ciudadano a la alcaldía porteña Librado
Navarro Jiménez se puso negro de coraje y decidió recurrir a instancias
electorales como el Consejo Estatal Electoral en busca de justicia y orden y por
eso denunció en paquete a Manuel Aguilar Juárez y Otto Claussen Iberri por actos
anticipados de precampaña.
Ahora habrá que esperar en que terminan las
pesquisas del órgano comicial pues en su querella el abogado incluye como
responsables tanto al PAN como al PRI, partidos que tienen obligación de vigilar
que sus militantes apeguen su actuar a las normas legales y en este caso dichos
aspirantes realizan actividades de promoción y posicionamiento fuera de los
términos y plazos, toda vez que las precampañas iniciaban apenas el 12 de marzo.
Al tiempo… Roma no se hizo en un día.
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