Desde que arribó de Baja California Sur, Sergio Alexandre Ruiz
llegó con cartas marcadas arcadas. De la PGR, incluso.
Entre sus alforjas, el dizque asesor de la Promotora Inmobiliaria de Guaymas traía denuncias en su contra.
Hoy empiezan a aflorar algunas acciones de Alexandre que provocan bastantes suspicacias.
Tras la “renuncia” de su compinche Roberto Díaz García a la dirección del organismo, Sergio aparece en el ojo del huracán.
El reciente informe de la Inmobiliaria ante el Cabildo apenas podría ser la punta de un iceberg de lodazales.
Dejemos para otra ocasión la locuaz barrabasada del Guaymas 21, que algunos corifeos se atreven a aplaudir.
Del informe de marras llaman la atención las millonadas misteriosas que sepa de dónde inventaron.
Aparecen, por ejemplo, pagos a una tal Constructora Amor por 341 mil 899 pesos.
También Desfalca con 138 mil 620 y Macu con 113 mil 100 pesos, empresas que han de haber inventado en las Polinesias.
Entre
los ediles también provocaron urticaria los pagos de 942 mil 319 pesos
por asesoría y capacitación 2 millones 366 mil en “estudios e
investigaciones”.
En todo esto ha de haber metido las manos Alexandre que, cebado, busca sacar otra tajada con el proyecto de los Parquímetros.
Se
sabe que la presencia de Alexandre genera desconfianza entre los panistas.
Huelen
los azules, temen, que más pronto que después Sergio Ignacio se irá de
Guaymas loco de contento con su cargamento de billetes.
Lo de menos es cuánto cobra y en cuáles dependencias por sus servicios, así como sus continuos viajes a países del norte.
Si los panistas no se ponen buzos y a tiempo podrían sufrir políticamente y mucho.
Guaymas sufrió algo similar en los noventas con Manuel “El Pichi”Cervantes, Oscar Tolosa Arellano y Roberto Pérez Soto.
Aquellos eran la trácala “La Banda de Sinaloa” que hoy podría renacer en otra versión con Sergio y Roberto: “La Banda de la Baja”.
llegó con cartas marcadas arcadas. De la PGR, incluso.
Entre sus alforjas, el dizque asesor de la Promotora Inmobiliaria de Guaymas traía denuncias en su contra.
Hoy empiezan a aflorar algunas acciones de Alexandre que provocan bastantes suspicacias.
Tras la “renuncia” de su compinche Roberto Díaz García a la dirección del organismo, Sergio aparece en el ojo del huracán.
El reciente informe de la Inmobiliaria ante el Cabildo apenas podría ser la punta de un iceberg de lodazales.
Dejemos para otra ocasión la locuaz barrabasada del Guaymas 21, que algunos corifeos se atreven a aplaudir.
Del informe de marras llaman la atención las millonadas misteriosas que sepa de dónde inventaron.
Aparecen, por ejemplo, pagos a una tal Constructora Amor por 341 mil 899 pesos.
También Desfalca con 138 mil 620 y Macu con 113 mil 100 pesos, empresas que han de haber inventado en las Polinesias.
Entre
los ediles también provocaron urticaria los pagos de 942 mil 319 pesos
por asesoría y capacitación 2 millones 366 mil en “estudios e
investigaciones”.
En todo esto ha de haber metido las manos Alexandre que, cebado, busca sacar otra tajada con el proyecto de los Parquímetros.
Se sabe que la presencia de Alexandre genera desconfianza entre los panistas.
sabe que la presencia de Alexandre genera desconfianza entre los panistas.
Huelen
los azules, temen, que más pronto que después Sergio Ignacio se irá de
Guaymas loco de contento con su cargamento de billetes.
Lo de menos es cuánto cobra y en cuáles dependencias por sus servicios, así como sus continuos viajes a países del norte.
Si los panistas no se ponen buzos y a tiempo podrían sufrir políticamente y mucho.
Guaymas sufrió algo similar en los noventas con Manuel “El Pichi”Cervantes, Oscar Tolosa Arellano y Roberto Pérez Soto.
Aquellos eran la trácala “La Banda de Sinaloa” que hoy podría renacer en otra versión con Sergio y Roberto: “La Banda de la Baja”.
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