viernes, 4 de noviembre de 2011

DE QUE RENIEGA...TAMBIEN BOURS QUERIA SU ACUEDUCTO

Francisco Arenas/ARENAPOLITICA.COM.MX
El rechazo que en este momento enfrenta la construcción del acueducto Independencia por parte de un grupo de empresarios de Cajeme, integrantes de los sectores más conservadores de ese municipio, es una actitud etnocentrista que incluso han enfrentado otros gobernadores, entre ellos Eduardo Bours Castelo.

Los referentes de esa oposición han sido Manlio Fabio Beltrones Rivera quien en su momento, consideró también al acueducto para trasvasar agua desde la presa El Novillo, la opción más viable para garantizar el agua a la capital de Sonora pues visualizaba las condiciones que en este momento enfrenta de escasez del vital elemento.

Claro, Manlio Fabio Beltrones  no llevó a cabo la obra, y no porque debió hacerles caso a los grupos conservadores de Cajeme, sino porque en aquellos años la propia naturaleza le jugó una mala pasada pues se registraron precipitaciones pluviales extraordinarias, que propiciaron que todas las presas del Estado debiesen desfogar excedentes como nunca había sucedido al menos en las últimas tres décadas.

Eso derivó en la cancelación de ese proyecto beltronista, porque la recarga de los mantos freáticos permitía garantizar al menos durante una década más el abasto de agua para la capital de Hermosillo.

Posteriormente, cuando Armando López Nogales exploraba las probabilidades para garantizar el abasto de agua para Hermosillo, uno de sus más cercanos amigos, Javier Gándara Magaña, le organizó un encuentro con empresarios de Cajeme encabezados por Don Javier Bours Almada.

El motivo era para evaluar y analizar posibilidades de generar proyectos que permitiesen resolver las necesidades de agua en varias regiones  de Sonora entre ellos Hermosillo.

Pero llegando llegando, los empresarios cajemenses le plantearon a Armando López Nogales que si pretendía llevarles agua a los hermosillenses desde la presa El Novillo, eso debía ser “por sobre el cadáver de cada uno de los cajemenses, empezando por ellos”.

Pero esa necesidad de construir el acueducto Independencia, era considerara como una premisa fundamental para la sobrevivencia de los hermosillenses, por Eduardo Bours Castelo cuando gobernó Sonora del 2003 al 2009.

En una entrevista ofrecida a los medios de comunicación, el entonces mandatario respondió a una pregunta en torno a si la construcción del acueducto era una de las alternativas para garantizar el agua a los hermosillenses.

Y dijo: “es una de las alternativas; yo creo que no podemos estar cerrados a ninguna alternativa”.

Le preguntan que hay un rechazo tradicional a esa obra, y responde el entonces gobernador sonorense: “nooo… es un rechazo natural que se da… me parece que es cuestiones de mercado… si tú le pagas a los usuarios del yaqui lo que vale el agua con lo que ellos siembra pues entonces no hubiera ese rechazo”.

Pero va más allá Eduardo Bours en su respuesta, cuanto establece que: “yo quiero ver que le digan a alguien que tienen cien hectáreas, que sus derechos de agua se les van a pagar en seis millones de pesos yo creo que te tiraban con los derechos de agua… yo creo que  es cuestión de mercado”.

En esa misma entrevista, el mandatario sonorense reconoce que uno de los problemas que se presenta en el mundo entero, y que no es exclusivo de Sonora, es que el agua se sobre utiliza para uso agrícola y no para consumo humano, y ahí es en donde deberían trabajar para modificar las tendencias.

Con ese historial, y con las declaraciones contundentes de uno de sus personajes más representativos de Cajeme y que llegó a gobernar Sonora, los empresarios aglutinados en el PRI y que conforman el movimiento por el agua y No al Novillo, no pueden argumentar absolutamente nada más que su fundamentalismo en esta parte de la historia del Estado.

Ahora bien, si en realidad existe una excitativa de la juez octavo de distrito para solicitar la intervención de la fuerza pública y evitar la continuidad de la construcción del acueducto Independencia, entonces la misma titular de esa sala jurisdiccional en materia agraria, deberá enfrentar la investigación que el Consejo de la Judicatura realiza sobre su persona y su actuación al frente de la sala.

Porque para que el gobernador Guillermo Padrés se halla atrevido a denunciar actos de corrupción en ese juzgado, es que debe tener elementos de información suficientes que le permitan adelantar una parte del resultado de la inspección que realiza la justicia federal sobre la actuación de María del Rosario Alcantar.

La historia no ha terminado de escribirse, y en el transcurso, habrá muchas sorpresas y sorprendidos.

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