viernes, 4 de noviembre de 2011

160 MILLONES PARA LAMPARAS...¿DONDE OIMOS ESTO?

Estimados tijuanenses:
¿Sabían que el Presidente Municipal lanzó una licitación para cambiar todas las lámparas del alumbrado público de la ciudad, es decir, aproximadamente 63 mil unidades?

El reemplazo tiene como finalidad ahorrar energía y por ende reducir el gasto público por concepto de electrificación.

 El costo de cambiar estas lámparas anda más o menos por los 160 millones de pesos, 14.3 millones de dólares en números redondos, pero con una reducción de más del 50% de energía, lo cual nos lleva a pensar que el proyecto se paga solo.

Una licitación de esta magnitud quisiéramos pensar que lleva su tiempo y un estudio exhaustivo en cuanto a la parte legal, técnica y financiera, es una decisión trascendente y que no puede tomarse así como así, ¿o sí?

Me imagino que se deben de agotar todas las opciones viables, analizar cómo en otras ciudades del mundo han podido hacer estos cambios tan importantes, tanto por el ahorro económico, como por el impacto ambiental al disminuir el consumo de energía y, claro, que las nuevas lámparas no dañen el medio ambiente, digo, es lo lógico, lo elemental, lo que cualquier persona con tres dedos de frente o más debe hacer, ¿o no?

Pues ahí les va el chisme, acusación, advertencia o queja de esta crónica de un negocio para alguien que se coludió con el actual Presidente Municipal o le vio la cara, que no sé qué sería peor. Resulta y resalta que las Naciones Unidas en una de sus convenciones, de las cuales no siempre arreglan algo, pues en ésta parece que sí, figúrense que hicieron el protocolo de Kyoto, el cual tiene como fin disminuir las emisiones contaminantes en el mundo entero mediante cambios en la forma de consumir energía, ¡wow!, suena bien, entonces crearon unos bonos de carbono con el fin de financiar proyectos que ayuden a este objetivo. Y a nosotros esto qué.

Hay empresas que son intermediarias entre los productores de lámparas, el municipio y las Naciones Unidas.

Con su intervención se puede lograr que las 63 mil lámparas que el municipio quiere con muchísima prisa comprar, sean adquiridas sin costo alguno, ¡oh!, imagínese, con esos 160 millones de pesos que ya estaban asignados se podría bajar la deuda de la ciudad, por ejemplo, o terminar el estacionamiento del Palacio Municipal, o hacer nuevas escuelas o mejor aún, darle mantenimiento a las que ya están por equipar, mejor a la policía, o mejorarles el sueldo o tantas y tantísimas cosas que se requieren en esta bendita ciudad que recibe a tanta gente de todos lados.

 Me sigue haciendo ruido el hecho de que tenemos como Presidente Municipal a un empresario exitoso, que se supone que no necesita del sueldo como primer edil para vivir, que está acostumbrado a mandar y pedir eficiencia, calidad, prontitud, bueno me supongo que cuando va a invertir en un proyecto analiza, él y algún equipo de trabajo, todas las posibilidades, mecanismos, alianzas, etcétera, para poder tomar una decisión bien pensada, cómo es que una licitación de esta importancia se realiza en menos de un mes, “piensa mal y acertarás”, que en el caso de la política es muy difícil pensar bien, la burra no era arisca, pero 70 años de priismo más el tiempo de Vicente Calderón y/o Felipe Fox de Sahagún, nos han hecho.

 Conclusión: Mi estimado Señor Presidente Municipal, Carlos Bustamante Anchondo, le quiero informar que la población de Tijuana, por si le quedaba duda, es inteligente y no es fácil de engañar.

Le hemos concedido el honor de ser mandatario de esta ciudad debido a que Usted es un ciudadano local y con gran arraigo, prestigio familiar y buena reputación, por lo que le pido como habitante de Tijuana que ponga a sus asesores y demás subalternos, que también los pagamos todos, a hacer la tarea cada vez que se haga un proyecto.

Recuerde que ahora la ciudad los vigila y ya estamos cansados de los abusos de siempre.

No somos los mismos de hace décadas, hemos madurado como población y por lo tanto, no esperamos que Usted sea lo mismo que fueron sus antecesores, confiamos en que realmente hará la diferencia, que el cariño por la tierra que lo ha visto crecer aflore y se anteponga a los caprichos y a las malas intenciones de quienes lo rodean.

Asimismo, si se me demuestra que estoy equivocado con lo que aquí he expuesto, con todo gusto enviaré una disculpa por los mismos medios por los que estoy enviando esta carta, total, en este caso, me encantaría estar equivocado.

 P.D. Aquí está el link donde viene la información de las acciones tomadasenelTratadodeKyoto. http://unfccc.int/kyoto_protocol/mechanisms/clean_development_mechanism/items/2718.php

Sin más por el momento me despido.

C.P. Mauricio Farías Hodges
Tijuana, B.C.

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