El año pasado se cosecharon 81 mil toneladas y este año apenas 39 mil: COSAES
Por los estragos que causó el virus de la mancha blanca, al cierre del ciclo acuícola 2011, las granjas del Estado de Sonora cosecharon 39 mil toneladas de camarón, lo que representa una reducción del 51% en comparación con el máximo histórico del 2009 donde se obtuvieron 81 mil toneladas.
“En los últimos tres años la camaronicultura en Sonora ha sido severamente golpeada por este patógeno, por ello las autoridades gubernamentales no deben menospreciar la problemática”, consideró Reyes Eugenio Molina Moreno.
El presidente del Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora (COSAES), precisó que pese a la afectación por la enfermedad, la actividad acuícola es uno de los principales motores económicos del país, con un valor de producción importante de divisas y de empleos.
Ante este panorama, Molina Moreno indicó que han sostenido pláticas con autoridades del sector, estatales y federales, a fin de encontrar una solución en el corto plazo que evite un mayor deterioro de la acuicultura sonorense.
Agregó que la superficie históricamente sembrada en Sonora ha ido en incremento cada año desde el 2002, cuando se tenían 12 mil hectáreas, hasta poco más de 23 mil este año.
El volumen de producción que fue de 22 mil toneladas en 2002, pasó a 50 mil en 2004, para llegar en el 2009 con la mayor producción en la Entidad de 81 mil toneladas, que confirmó a Sonora como el principal productor de camarón en el país.
Desafortunadamente el virus de la mancha blanca, que afecta desde 2009, propició una primera reducción de la producción de camarón para llegar a sólo 49 mil toneladas en 2010.
El impacto causado por el virus de mancha blanca en Sonora no sólo afecta a los productores acuícolas, precisó Molina Moreno, sino a los 7 mil 300 trabajos directos y 22 mil indirectos que llega a generar la actividad.
Además, la afectación que tienen las plantas procesadoras de alimentos, las cuales en el ciclo que acaba de concluir dejaron de producir 86 mil toneladas con un valor de 69 millones de dólares de pérdidas, dado que el producto no se puede almacenar para el próximo ciclo.
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