miércoles, 2 de noviembre de 2011

ASEGURADORAS GANAN

C. Director del periódico ZETA
Presente. –

En el periódico “La Voz de la Frontera” con fecha 29 de agosto, en la página 5-A viene una nota firmada por Alejandro Domínguez con el título “Recomienda Condusef revisar el deducible en los seguros”.

En el primer párrafo dice: “…se debe tener mucha precaución y leer todas las cláusulas de la póliza”; manifestó el encargado del módulo de Mexicali de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) Saúl Elvira.

También nos hace saber que un punto muy importante en la póliza es el “deducible”, que es una proporción que va del 5 al 10 % del valor comercial del vehículo: por ejemplo, si el deducible es por 10 mil pesos y se han causado daños por 9 mil, el que ha de pagar todo es el asegurado; éste pierde, la aseguradora gana. Igualito que en los casinos: “la casa no pierde”. Para eso son estos grandes consorcios, para esquilmar al que se deje.

Y he aquí otra trácala:
Si los daños son por más de 12 mil pesos, la aseguradora sólo pagará dos mil pesos; el resto, 15, 30, 60 mil pesos, lo pagará –sí, lo adivinó– el asegurado. ¿Y esto es estar asegurado? Aún más, si antes dijimos que las aseguradoras son como los casinos, pues resulta que no, pues si éstos son una desplumadura a ellos la gente va por su propia voluntad y hasta va feliz; en cambio, este tan “benéfico” seguro es una vil imposición de nuestros ínclitos o ingeniosos diputados.

Y qué ironía, si en los casinos la mayoría pierde, hay también quienes ganan, incluso el que hoy pierde puede ganar mañana; pero en las aseguradoras y peor en este caso, el asegurado nunca gana y pierde todo, siempre.

Sin tratar de adjudicarme la razón creo que lo señalado por la Condusef corrobora lo que yo en mi carta anterior hacía ver: que en este asunto del seguro tiene, en realidad, como únicos beneficiarios, a las aseguradoras, al gobierno del estado y a los diputados, pues siendo como son en lo general esta clase de políticos, ¿no podemos pensar que en esto del seguro no es sino consecuencia de un “cañonazo” de… de pesos, de tal modo que, sin excepción, ningún diputado se opuso?

El mismo cañonazo que los antreros les dispararon a los muy egregios y conspicuos diputados, los que, primero, muy moralistas, muy bizarros, crearon su también muy genial Ley de Alcoholes; pero ante la firme y poderosa oposición de los antreros y los presidentes municipales, pronta, sumisa y vergonzosamente, ellos mismos la anularon.

Y lo que resultará ahora es que, por obra y gracia de estos 25 Solones, por el simple rozón a un carro y que siempre se han resuelto de manera ágil, amigable, tranquila, razonable y justa, ahora los asegurados pasarán por todo un viacrucis, obligados por las aseguradoras, perdiendo más dinero, más tiempo (hasta de trabajo) y su tranquilidad.

Otro ¡hurra! Para nuestros geniales, excelsos diputados.
Atentamente:

Profesor Santiago Olvera Alpuche
Mexicali, B. C.

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