El colombiano, ex líder del cartel del
Norte del Valle y quien lleva diez años en Estados Unidos, aseguró que “El
Chapo” tardaba mucho menos que otros en transportar cocaína
El narcotraficante colombiano
Juan Carlos Ramírez Abadía, “El Chupeta“, conocido por su cara desfigurada
debido a varias operaciones de cirugía plástica que se practicó para evadir a
la justicia por años, ofreció un escalofriante testimonio el jueves sobre los
cientos de kilos de cocaína que transportaba Joaquín “El Chapo” Guzmán a
Estados Unidos, además de testificar que él ordenó la muerte de aproximadamente
150 personas.
“El Chupeta” habló durante el
juicio en Guzmán, que se celebra en Brooklyn, y explicó cómo conoció al
narcotraficante mexicano y cómo manejó su negocio multimillonario.
El colombiano, ex líder del
cartel del Norte del Valle y quien lleva diez años en Estados Unidos, aseguró
que “El Chapo” tardaba mucho menos que otros en transportar cocaína en el
vecino país del norte.
“Me dijo yo soy el más
rápido”, afirmó el colombiano de 55 años en referencia a “El Chapo” se
encontraron por primera ocasión en un hotel de la Ciudad de México en 1990.
Guzmán supuestamente también
le dijo que sus rutas eran más seguras porque había comprado a muchos
funcionarios mexicanos.
Todo eso fue suficiente para
convencer a “El Chupeta”, quien se sorprendió cuando, cuatro meses después, los
primeros 4 mil kilos de cocaína que envió en cinco aviones Guzmán llegaron a
Estados Unidos en menos de una semana.
La droga, dijo, solía
venderse en Los Ángeles y Colombia. Él se encargó de vender una parte en Nueva
York.
“El Chapo” se ha declarado
inocente de las acusaciones de acumular una fortuna multimillonaria al traficar
toneladas de cocaína y otras drogas desde México en una amplia cadena de
suministro que llegó al país norteamericano.
De ser declarado culpable,
enfrentaría una posible sentencia de cadena perpetua. Su juicio, ahora en la
tercera semana, podría durar cuatro meses.
Abadía, vestido con una
chaqueta negra y con unos guantes puestos, habló en español a través de
intérpretes. Miró un momento a Guzmán cuando un fiscal le pidió que lo
identificara en la sala. Explicó que se sometió a operaciones de cambio de
mandíbula, ojos, orejas y nariz, entre otras partes de su cara, para evitar ser
reconocido por la policía.
Tras ser miembro de la Marina
en Colombia, Abadía explicó que incursionó en el mundo del narcotráfico en la
década de 1980.
Desde entonces, hasta 2007,
año en que fue arrestado en Brasil, traficó unos 400 mil kilos de cocaína hacia
Estados Unidos. En su escalofriante testimonio, mencionó cómo en 2004 mató a
una persona con una pistola, disparándole a la cara. Algunas de las 150
personas que dijo le ordenaron matar se encontraban en Estados Unidos.
Abadía fue extraditado desde
Brasil a Estados Unidos en 2008.
Sobre su relación con “El
Chapo”, dijo que en un hotel ambos hablaron de la cantidad de aviones que se
necesitaban, las pistas clandestinas que podrían usar y la posibilidad de
enviar un piloto para la identificación, entre otros temas. Aseguró que había
pistas en los estados de Sonora, Durango, Sinaloa y Nayarit.
“Cuanto más corta era la
distancia, más cocaína se podía cargar en un avión desde Colombia a México
porque se necesitaba cargar menos combustible. Había menos peso en el avión”,
explicó Abadía sobre su modus operandi.
(REPORTE INDIGO/ INDIGO STAFF/ NOV 30, 2018)
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