Expertos advierten la urgencia de Trump
por sacar el Acuerdo México-EU en la antesala de las elecciones intermedias en
noviembre. Por su parte, Peña quiso anotarse un punto en la recta final de su
sexenio. Lo cierto es que el trato comercial disminuirá exportaciones mexicanas
y crecimiento económico. Las nuevas reglas de componentes regionales en sector
automotriz inhibirían la IED al hacer que más empresas instalen plantas en
Estados Unidos, señala economista
El acuerdo preliminar entre
Estados Unidos y México, anunciado el 27 de agosto, debilita el impulso de más
de dos décadas de libre comercio entre los países que integran América del
Norte, y mantiene la incertidumbre sobre la entrada en vigor de nuevas reglas
comerciales, que favorecen principalmente a la Unión Americana.
Y es que el acuerdo entre
México y EUA responde más a los intereses políticos de Trump y Peña Nieto ante
su urgencia para reposicionarse ante la opinión pública. En el caso del
mandatario estadounidense por no poder cumplir sus tres principales propuestas
de campaña: el muro fronterizo, la migración, y el TLCAN. Aunado al descrédito
que ha obtenido en la investigación sobre la injerencia rusa en su campaña
electoral en 2016.
Mientras que “Peña Nieto
tiene interés en cerrar su penosa administración con algo más o menos
decoroso”, pero está corriendo un riesgo enorme, comentó el consultor privado,
David Campos.
ACUERDO, NO ES EL MÁS ÓPTIMO PARA MÉXICO
Una vez que se conocieron
detalles acerca de los puntos más discutidos en la negociación, Gustavo de
Hoyos Walther, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República
Mexicana (Coparmex), señaló que el acuerdo “no fue el más óptimo para México”.
En conferencia de prensa, el
líder empresarial reconoció que nuestro país tuvo que ceder ante lo que parecía
prácticamente “el hundimiento del Titanic”; de modo que se priorizó tener un
acuerdo bilateral a no tener un tratado concluido, o más aún a que Estados
Unidos cumpliera la amenaza de salirse del aún vigente TLCAN.
De Hoyos dijo que los
detalles sobre cómo se implementará lo negociado se plasmarán en los próximos
30 días; por lo que consideró fundamental revisar “la letra chiquita” del
acuerdo.
INCREMENTO EN EL CONTENIDO REGIONAL
Para Eliseo Díaz González,
profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), México
cedió mucho a cambio de matizar o no incorporar algunas de las propuestas del
mandatario estadounidense.
Consideró que las
exportaciones mexicanas disminuirán al elevar el contenido regional en el
sector automotriz del 62.5% al 75%, y establecer que entre el 40 y 45% del
contenido sea hecho en zonas donde los trabajadores perciban 16 dólares por
hora (que es cuatro veces más que lo que se paga en México).
Lo anterior, pese a que el
propio secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, aseveró que “el
70% de las exportaciones mexicanas lo cumplirán con puntualidad en el arranque
de este tratado”, teniendo el arancel de libre comercio, a tasa cero, y sin
ningún tipo de limitación.
Para el resto de las
compañías, el acuerdo contempla una garantía para que paguen un arancel de 2.5%
mientras hacen los ajustes, que probablemente les tomará un par de años
adicionales, según el funcionario Peñista.
En opinión del académico de
El Colef, la merma en las exportaciones mexicanas impactará en el crecimiento
económico del país, así como en el empleo: “Hemos crecido muy poco, arriba del
2% pero se dice que ese crecimiento se debía al libre comercio”, y al restringirlo
se “puede afectar a la producción del país, y la llegada de capitales
extranjeros”, advirtió.
Es particularmente complicado
para los productores asiáticos que están en México y en Estados Unidos. Lo que
ellos tendrán que hacer es establecer plantas en el país vecino para cumplir
con el componente regional que se está estipulando en este nuevo acuerdo,
estimó el académico.
“Si te ves obligado a
producir en Estados Unidos lo harás más caro que en México, y el resultado va a
hacer un incremento de costos y, por tanto, un aumento de precios en los
automóviles que se comercializan en la región y eso puede provocar menor
demanda de unidades”.
Lo anterior contrasta con lo
manifestado por Jesús Seade, jefe negociador del Presidente Electo Andrés
Manuel López Obrador, quien opinó que el cambio en las reglas de origen puede
“darnos oportunidades en el futuro”.
“Quizá ha sido visto por
muchos como (limitar) la atracción de la inversión en México pero yo no lo veo
así”, afirmó en conferencia de prensa el lunes 27 de agosto, y sostuvo: “estoy
convencido de que si lo manejamos bien y eso es responsabilidad del nuevo
gobierno, sobre todo”, colaborando con el sector empresarial, se identificarán
trabas para apoyar el desarrollo y una mayor eficiencia; las cuales servirán
para “aumentar el atractivo en México”.
En la misma línea, Juan Pablo
Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), afirmó que el
acuerdo anunciado “es una negociación histórica para México”, que permitirá
“generar empleos cada vez con mayor tecnología”, y existe la posibilidad de dar
“mayor valor de la economía mexicana”.
“Me parece que los pequeños,
medianos y grandes empresarios de México estamos muy entusiasmados de que hemos
dado este paso y que estamos comprometidos para responder en este México
moderno, abierto, donde hemos aprendido la diversificación de los mercados pero
también hemos emprendido a retener y profundizar en el principal mercado que
tenemos”.
De acuerdo con datos de Coparmex,
la industria automotriz representa casi el 3% del Producto Interno Bruto (PIB)
del país, y tiene dos millones empleados. Así, México es el principal productor
de autos en América Latina y el séptimo a nivel mundial.
David Campos, analista y
consultor privado, destacó que aunado a dichas concesiones otorgadas por
México, el equipo negociador no logró dejar fuera a la industria automotriz
mexicana de las pretensiones de Trump de imponer un arancel del 25 % a las
importaciones de vehículos por “cuestiones de seguridad”, bajo la investigación
de la Sección 232.
Esto genera especulación, ya
que según la organización “¿Cómo vamos? México” podría quedar exenta, al
establecerse como máximo para aplicarla el que la importación de automóviles
rebase los 2.4 millones de vehículos; cantidad inferior a los 1.7 millones que
actualmente exporta al vecino del norte.
En cuanto a los aranceles del
25% al acero y 10% al aluminio, Campos comentó que el equipo negociador no pudo
eliminar esas disposiciones proteccionistas, con lo que el sector automotriz y
del acero sigue viéndose afectado.
La Cámara Nacional de la
Industria del Hierro y el Acero (Canacero) reprochó que persistan dichas
medidas: “Resulta difícil entender cómo México podría aceptar el NAFTA (por las
siglas en inglés del TLCAN) sin resolver la problemática creada por la
aplicación de la medida bajo la sección 232, que deja en completa desventaja un
sector estratégico como el acero”.
Mediante un comunicado, que
según Comunicación de Canacero, será la única expresión que emitirá el
organismo por el momento, expuso que “es imperativo que el Gobierno mexicano
defienda a su industria nacional y solicite la exclusión de México de la medida
232 antes de cerrar la negociación entre los tres países. Simultáneamente y
mientras esto se logra, México debe imponer de inmediato medidas espejo contra
las importaciones de acero de Estados Unidos para nivelar la cancha de juego y
tener una posición sólida de negociación”.
Destacó que desde la
imposición de las disposiciones estadounidenses, las exportaciones de acero
mexicanas hacia Estados Unidos han caído 37%, mientras que las de la Unión
Americana a nuestro país se han mantenido, incrementando el fuerte déficit que
México mantiene con esa nación.
El mismo miércoles 29 de
agosto, horas más tarde, el Departamento de Comercio estadounidense informó que
Donald Trump firmó proclamas que flexibilizan las cuotas de importación de
acero de Argentina, Brasil y Corea del Sur. “Las compañías pueden postular a
exclusiones de productos basándose en una cantidad y calidad insuficiente de
los productores de acero o aluminio de Estados Unidos”, reportaron medios.
RESOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS
En opinión de Díaz González,
la eliminación del capítulo 19, concedida por México, fue una derrota que
dejaría sin sanción prácticas abusivas, principalmente de Estados Unidos.
“Si uno revisa las cifras de
la Secretaría de Economía, del total de los temas disputados 90% involucraban a
Estados Unidos. Eran reclamos contra la Unión Americana tanto por México como
por Canadá. Por eso Trump proponía que se eliminara esa cláusula”.
Este aspecto es uno de los
temas torales en los que Canadá se ha negado a ceder, y podría frenar la
posibilidad de que esa nación alcance un acuerdo con Estados Unidos antes del
próximo viernes 31 de agosto.
PROPIEDAD INTELECTUAL
De acuerdo con información de
la Embajada de Estados Unidos en México, el capítulo de Propiedad Intelectual
negociado implica que las autoridades tendrán el poder de detener los productos
sospechosos de ser pirateados o falsificados en las áreas de entrada y salida.
Además establece que se
aplique la ley contra falsificación y piratería a escala comercial; se
concreten procedimientos penales con sanciones significativas para la grabación
de películas; exista sanciones civiles y penales por robo de señal satelital y de
cable; y amplía el secreto comercial, incluso contra empresas estatales.
En el rubro de la innovación,
el acuerdo preliminar entre México y Estados Unidos exige entre otras cosas:
Ampliar el plazo mínimo de
copyright a 75 años para obras, como la interpretación de canciones y proteger
la música digital, las películas y los mediante tecnologías actuales.
Establecer un sistema de
notificación y retiro de contenidos de los puertos seguros de derechos de autor
para proveedores de servicios de Internet (ISP) que proteja la Propiedad
Intelectual.
Incorporar una fuerte
protección para los innovadores farmacéuticos y agrícolas, e incluir 10 años de
protección de datos para medicamentos biológicos y mayor alcance de productos
elegibles para protección.
Sobre esto último, David
Campos, cuestionó la concesión hecha por el equipo negociador mexicano. “En la
biomedicina está el futuro de la industria farmacéutica, y es el presente para
el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas, tales como la diabetes, el
cáncer y la obesidad, y cuya incidencia ha aumentado exponencialmente en
nuestro país”.
Indicó que al ampliar la
protección a esa propiedad intelectual, México quedará restringido de
incentivar la innovación y, sobre todo, de adquirir genéricos de medicamentos
de última generación, que contribuyan al bienestar de la población.
“En términos de salud
pública, México tendrá un problema al no poder recurrir a ellos” de manera
menos costosa; por lo que el especialista comentó, “sorprende que se haya
aceptado eso”.
LAS PROBABILIDADES DE QUE CANADÁ LOGRE ACUERDO CON EU
A unas horas de que se
cumpliera el plazo para que Canadá lograra un acuerdo con Estados Unidos sobre
la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
Jesús Seade (JS), jefe negociador del presidente electo, Andrés Manuel López
Obrador, y Juan Rodrigo Moreno (JRM), consejero de Asuntos Internacionales de
Coparmex, señalaron que las probabilidades de que se tenga un acuerdo
trilateral al 31 de agosto son positivas.
“Creo que sí va a salir el
acuerdo y vamos a tener lo que hemos deseado todo el tiempo, y seguimos
deseando, una revisión, una modernización del acuerdo trilateral”, señaló
Seade. Mientras que Moreno afirmó: “Canadá llegó con todo el equipo y con todas
las ganas de cerrar el acuerdo. Vemos altas probabilidades de que tengamos
buenas noticias”.
Seade y Moreno abordaron, de
forma separada, distintos temas con ZETA. A continuación un extracto de las
entrevistas:
– ¿Cuál será la estrategia del gobierno de López Obrador
para que las nuevas reglas de origen, sobre todo en el sector automotriz, no se
traduzcan en menos exportaciones mexicanas?
JS: Tenemos que trabajar con
la industria. Primero que nada explicarles, ayudarles a entender que si cumplen
las reglas de origen tienen comercio libre sin restricción, exportaciones
ilimitadas. Entonces hay que buscar cumplir las reglas de origen. Para
cumplirlas tienen que tener el 25% del costo producido con 16 dólares la hora,
lo cual no está en México. Pero queda el 75% que puede ser producido en México.
“[…] Yo si siento,
sinceramente, que se puede salir ganando si trabajamos juntos. La realidad es
que con el TLCAN hemos trabajado bastante bien, ha crecido el comercio; pero ha
sido un comercio un poco superficial. No hemos entrado profundo en la cadena productiva.
Somos un poco más maquiladores en todos los sectores, se produce poco en
algunas actividades y mucho del costo se hace en Estados Unidos y Canadá.
Entonces, lo que necesitamos hacer es profundizar la cadena en México,
incluyendo más actividades de valor agregado, altos sueldos”.
– ¿Por qué el equipo negociador mexicano no logró
eliminar los aranceles al acero y al aluminio?, ¿Qué posibilidades hay de que
eso pueda llevarse a cabo como lo pide Canacero?
JS: “En ese terreno, la
realidad es que los negociadores del presidente Enrique Peña Nieto, el
secretario Guajardo, buscó que como parte del TLCAN en su conjunto se
eliminaran aquellos cargos que existen al igual que la investigación que existe
para cargos similares en automotriz, no le fue posible a él, y se llegó a un
acuerdo. Aquello no es parte del TLCAN. “Habrá que buscar una solución política
pronta, creo que sí hay margen para que se siga negociando, estamos terminando
el TLCAN. […] Existen buenas perspectivas, Estados Unidos no está actuando de
una forma que diga ‘jamás’, lo único que ha dejado claro es que esto no es
parte del NAFTA. Quiere negociarlo aparte, entonces habrá qué hacerlo”.
– En cuanto al capítulo de
Propiedad Intelectual, ¿a su juicio la inclusión de 10 años de protección de datos
para medicamentos biológicos restringiría el uso de genéricos en México?, ¿si
fuera el caso, a largo plazo la salud pública de nuestro país estaría en
riesgo?
JS: “Los resultados finales
en esa área no han sido anunciados, no puedo meterme a decir qué es lo que se
está acordando. Es una progresión, como lo hay en tantas áreas más hacia tener
un régimen más de legalidad, de protección de la propiedad intelectual, lo cual
como consumidores nos cuesta, pero cada vez más queremos tener más productores que
participen en el sector”.
JRM: “Más que una restricción
específica sobre esos temas polémicos de medicamentos genéricos, básicamente es
una construcción propositiva a adoptar los más altos estándares en materia de
protección de invenciones. La tendencia ha sido fortalecer los más altos
estándares globales de patentes, y de secretos de propiedad industrial e
intelectual”.
– ¿Ven flexibilidad de Canadá, sobre todo en el
Capítulo 19?
JS: “El Capítulo 19 tiene un
valor simbólico especial para Canadá, aparte del valor comercial. Este capítulo
crea soluciones judiciales arbitrales para medidas comerciales, para problemas
de antidoping, y es algo que otros tratados que Canadá tiene, y que hay
alrededor del mundo no tienen.
“Estas disposiciones solo
están en el TLCAN, fue creación del entonces primer ministro canadiense, Brian
Mulroney, y por ser su ley se identifica como una gran herencia, y un gran
logro de la diplomacia comercial canadiense valiente; si lo eliminan podría
causar un poco de problemas de percepción de que es el gobierno actual el que
lo perdió mientras que hace 24 años se ganó.
“Canadá está muy apegado a
ello y EUA pidió que se eliminara; vamos a ver si encontramos una solución
intermedia que se les acople”.
JRM: “El tema del capítulo de
controversias es un tema fundamental y es de discusión trilateral. Ya hay una
buena base de negociación entre Estados Unidos y México, recordemos que EUA
quería debilitar los mecanismos de solución de controversias para favorecer los
mecanismos locales que existen en dicho país, y finalmente se logran mantener
los mecanismos, rescatar todo el tema de la solución de controversias, sobre
todo la estructura del Capítulo 20 que era crítica.
“El Capítulo 11 se mantiene
para brindar certeza a sectores estratégicos al menos en temas de energía, y
telecomunicaciones que eran controvertidos. […] Canadá va a entrar a fondo a
revisar los capítulos 11 y 19. Lo que percibimos es que hay una buena voluntad
de negociación.
– Finalmente, ¿cómo quedó el capítulo energético?
JS: “Lo dejamos como tenía
que quedar, y no estaba así. Lo dejamos centrado en un pronunciamiento firme y
claro, de la soberanía del Estado mexicano sobre el sector energético.
Soberanía, propiedad inalienable sobre el recurso bajo tierra y soberanía en el
ejercicio de las reglas en el sector”.
(Julieta Aragón/ZETA).
CAPÍTULO ENERGÉTICO
Campos observó que en las
negociaciones del TLCAN, el entonces presidente de México, Carlos Salinas de
Gortari excluyó el sector energético debido a que se rehusó a aceptar la
movilidad laboral, mientras que al incluirlo en este acuerdo preliminar, resulta
“paradójico” el que la administración del futuro presidente Andrés Manuel López
Obrador firmará el acuerdo (bilateral o trilateral) con un capítulo que
contempla la reforma energética.
VENTAJAS PARA MÉXICO
Roberto Zepeda, investigador
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que ante la
política proteccionista aplicada por el presidente norteamericano, como
retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) e imponer
aranceles a ciertos productos, el acuerdo entre México y Estados Unidos
“representa un alivio” para nuestro país; dado que ya se tiene “un acuerdo con
EUA, que es nuestro principal socio comercial, al que se dirige el 80% de
exportaciones mexicanas”.
CLÁUSULA “SUNSET”
El académico mencionó que el
logro más importante se refiere a la modificación de la cláusula “Sunset”, que
proponía terminar el acuerdo comercial cada cinco años, y era inviable al
restar competitividad a la región.
El acuerdo preliminar
binacional, anunciado el lunes 27 de agosto, establece que el tratado comercial
durará 16 años y se revisará cada seis. Con ello se brinda más certidumbre a
los inversionistas, apuntó.
Dentro de los puntos que el
equipo mexicano logró salvar fue la eliminación de la cláusula de
estacionalidad en el sector agrícola, cuyo planteamiento prohibía la
exportación de productos agroalimentarios en ciertas épocas del año. Por ello,
reconoció el esfuerzo hecho por que esos productos se mantendrán sin aranceles.
Guajardo Villarreal recordó
que México es de los principales consumidores de sorgo, pollo, puerco y
fructuosa, de origen estadounidense. De modo que, el acuerdo beneficia a los
productores mexicanos y americanos. Además, incluye por primera vez al área de
la biotecnología agrícola, que impulsará innovaciones en esa área.
CONDICIONES LABORALES
Las negociaciones entre
México y Estados Unidos contemplan el compromiso del Gobierno mexicano para
adoptar medidas legislativas específicas para reconocer el derecho a la
negociación colectiva; mantendrán en la ley y ejercerán los derechos laborales
reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Además se incluyen
disposiciones para importar bienes producidos bajo trabajo forzoso, y para
garantizar que los trabajadores migrantes estén protegidos por la legislación
laboral.
Eliseo Díaz González,
investigador de El Colef, consideró que si bien México cedió en este punto a
pesar de haber argumentado que eran
temas de soberanía, es
benéfico para su clase trabajadora, por lo que es un punto positivo.
En opinión de Rafael
Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de
la Universidad de California en San Diego, el gobierno de Enrique Peña Nieto
priorizó la renegociación del TLCAN en los últimos dos años de su gestión.
Sobre el acuerdo bilateral
anunciado dijo “no sabemos cómo se va a llamar, lo que sí es que lograron
resultados verdaderamente muy sorpresivos y me parece que tenemos que
reconocerles un gran esfuerzo, una gran coordinación”.
SIN CANADÁ, DIFÍCIL QUE CONGRESO DE EU APRUEBE ACUERDO
Para Roberto Zepeda las
motivaciones del presidente Trump para alcanzar un acuerdo con México tienen
que ver con la presión política que vive en la Unión Americana.
Recordó que hace una semana
se determinó que Paul Manafort, expresidente de campaña de Trump, es culpable
de fraude fiscal y bancario. Mientras que su exabogado, Michael Cohen, lo
implicó en un delito y dijo que el mandatario le había ordenado comprar el
silencio de dos mujeres previo a las elecciones de 2016; lo cual podría llevar
al banquillo a Trump.
Además de las próximas
elecciones de noviembre, en las que el presidente podría ser derrotado al
renovarse el Congreso, lo que dificultaría más la aprobación de un acuerdo
comercial.
“Tengo la impresión de que el
objetivo de Trump es tener acuerdos bilaterales con México y con Canadá”,
puesto que uno de los compromisos de su campaña fue terminar con el TLCAN, al
que acusó de provocar la pérdida de empleos en el sector manufacturero de EUA,
previó Zepeda.
No obstante, si Canadá no
logra adherirse al acuerdo se afectarán las cadenas de valor de los sectores
aeroespacial y automotriz. Escenario que no es visto con buenos ojos en la
Unión Americana, debido a que la economía canadiense está más integrada a la
norteamericana.
“El monto del comercio entre
Estados Unidos y Canadá es mayor al de México con EUA. Estamos hablando de más
de 700 mil millones de dólares, comparado con los poco más 500 mil millones de
dólares que tienen las exportaciones e importaciones mexicanas y
estadounidenses”.
Además, “35 estados de la Unión
Americana tienen a Canadá como su primer socio comercial. A diferencia de
México que solo cinco estados tienen a nuestro país como su primer destino de
exportaciones”.
Para el consultor David
Campos, dejar fuera a Canadá representa “darle la espalda” al multilateralismo
y a una premisa de apertura comercial. Consideró que la posición en la que se
encuentra Canadá es “un ultimátum aberrante”, al que México contribuyó luego de
firmar el acuerdo preliminar con EUA. “Veo reducidas las posibilidades de que Canadá
los suscriba”.
En este aspecto, Roberto
Valero, presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California precisó
que el Congreso estadounidense autorizó al presidente Trump a negociar un
acuerdo trilateral, por lo que uno bilateral difícilmente sería aprobado, y se
alargaría dicho proceso.
Mientras tanto, continuaría
vigente el acuerdo comercial de hace 24 años, ya que se sustenta en la Ley de
Implementación del TLCAN que sólo el Congreso estadounidense puede derogar,
dijo el especialista, quien añadió que “el libre comercio per se no va a
mejorar la situación de México, y en particular la de Baja California”.
“Vemos que las exportaciones
de la industria manufacturera del estado están creciendo a dos dígitos, entre
el 11 y 12%, pero los salarios que paga la maquiladora han aumentado cerca de
70 pesos para los obreros en términos reales en 20 años”; de modo que pugnó
porque el intercambio comercial genere desarrollo en México.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA /JULIETA ARAGÓN /LUNES, 3 SEPTIEMBRE, 2018
01:00 PM)
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