Sin estrategia que funcione, autoridades
de los tres niveles de gobierno parecen atadas de manos ante el robo de
hidrocarburos. En el Triángulo Rojo, militares y marinos son los que dan la
batalla. Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Zetas, Cártel del Golfo
(CG) y Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) disputan el control del ilícito
negocio en diversas regiones. Policías, políticos y empleados de Pemex
involucrados con delincuentes, entorpecen su combate
Las estrategias han fallado
una y otra vez. El gobierno ha variado los operativos e incorporó de lleno al
Ejército Mexicano y a la Marina. Sin embargo, los resultados no son los necesarios
y las batallas se siguen perdiendo. Se trata de la “guerra por el huachicol”, o
el robo de hidrocarburos que sigue sin freno en el país.
No por nada, el tema aparece
frecuentemente en los discursos del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador,
que entre las iniciativas de modificaciones a la ley, además de prometer una
batida contra la corrupción promoverá que todas las modalidades de hurto de
combustibles sean establecidas en el Código Penal Federal como delito grave, y
se decrete prisión preventiva de forma oficiosa a los imputados.
Y es que además de las cifras
del fenómeno delictivo, que se convirtió en uno de los más lucrativos para el
crimen organizado, los hechos son insostenibles. Balaceras, llamaradas o
explosiones en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), policías y políticos
involucrados, trabajadores de la paraestatal al servicio de los huachicoleros y
ahora familias enteras metidas al ilícito negocio desafiando a la autoridad.
Cada año se bate el récord
anterior de tomas clandestinas conseguidas por los delincuentes y también la
cuantía en pérdidas económicas para la otrora empresa de “todos los mexicanos”.
En 2017 se registraron 10 mil 363 perforaciones en los ductos, un 50.7 por
ciento más que el año inmediato anterior, lo que significó un déficit de 30 mil
millones de pesos en ese periodo.
Este tipo de delito trae
aparejada otra serie de delitos, como son el robo de tractocamiones, remolques,
pipas, contenedores y camionetas. Por si fuera poco, Pemex sufre la sustracción
de equipos en las mismísimas plataformas marinas y los gastos para hacer las
reparaciones de la red de ductos se disparan, ocasionando en diversas ocasiones
desabasto en el suministro de combustible en diversas entidades federativas.
El huachicoleo afecta a 25 de
los estados del país, pero el problema está más focalizado en Puebla, Veracruz, Tamaulipas y Guanajuato,
con un creciente avance en este último año en Hidalgo, Morelos y el Estado de
México. Tan solo en la Ciudad de México, que no está entre los primeros lugares
de robo de hidrocarburos, el ilícito creció 406 por ciento de enero a mayo del
año en curso, al detectarse 76 tomas clandestinas, cuando en todo el año
anterior se reportaron 15.
LAS CLAVES DEL FENÓMENO
– Jornaleros están dejando labores del campo para
participar en la industria del huachicol
– Huachicoleros
ganan ilícitamente en conjunto $2 mdp por día.
– Roban camiones y camionetas para el transporte del
combustible.
– Se estima que en el país, tres de cada diez
tráileres y ómnibus de pasajeros surten sus tanques con producto ilícito.
– Mujeres y niños se incorporan al negocio ilegal.
– A los jóvenes les pagan entre 10 mil y 15 mil pesos
mensuales.
– El conflicto por el control de territorios se
refleja también en el “huachicomenudeo”.
– El 44 por ciento de los detenidos por este ilícito
recuperan su libertad.
– En diez años 144 trabajadores de Pemex han sido
detenidos en 17 estados.
– Policías se involucran en la protección de las redes
de ladrones de combustible.
– También se menciona a políticos en Puebla y
Guanajuato vinculados con las bandas.
– Detener y castigar a clientes de chupaductos, nueva
estrategia gubernamental.
– Gran parte del combustible robado no se distribuye
al menudeo; se vende a industrias
– Delito de robo, posesión o transporte de
hidrocarburo no amerita prisión preventiva oficiosa.
– Valor del combustible robado ($30 mil mdp anuales),
triplica monto del fondo para seguridad.
Las autoridades han intentado
de todo. Supuestamente enviarían los productos: diésel, gasolina y turbosina,
sin terminar, para que en las refinerías se les diera el acabado, y así, de ser
sustraído el producto crudo por delincuentes no les serviría. Pero decir
“refinerías” -en plural- en México es un mal chiste. Luego se ha optado por
otras estrategias que tampoco han llegado a buen término.
Luego, en 2017, se informó
que en el país se había adoptado el modelo colombiano para abatir estos
delitos. El entonces Procurador General de la República, Raúl Cervantes,
aseguró que se hacía una homologación de criterio con la experiencia colombiana
que lograron reducir sensiblemente el robo de recursos petrolíferos. Se hablaba
de protocolos y manuales facilitados por la Fiscalía y la Policía Nacional de
Colombia, por la empresa petrolera sudamericana, para crear inteligencia sobre
el tema. Nada pasó.
Hoy las autoridades
justifican el aumento en la sustracción ilícita de combustibles realizando una
especie de espejeo con el fenómeno del narcotráfico, con la atomización del
menudeo. Renato Sales Heredia bautizó esa venta al detalle como el
“huachicomenudeo” y dijo en mayo último que estos delitos se combaten de forma
coordinada para ir no solo por los que roban energéticos, sino por quienes los
ofertan y también por quienes los demandan.
La Procuraduría General de la
República (PGR) representada por la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), a través de diversas unidades
especializadas, Pemex, el Centro de Información y Seguridad Nacional (CISEN),
la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina Armada
de México (SEMAR), atacan el problema que no fue atendido oportunamente.
CIFRAS DE HORROR
En México se registraron
durante el año próximo pasado 28.4 perforaciones diarias en las redes que
conducen los productos petrolíferos por el país. Tan sólo 16 de esas tomas
clandestinas son detectadas e inhabilitadas cada 24 horas por soldados del
Ejército Mexicano, quienes durante el sexenio han sostenido más de 20
enfrentamientos con miembros de la delincuencia organizada dedicada al robo de
combustibles.
Los 30 mil millones de pesos
de pérdidas que reportó Pemex en la última anualidad rebasan por varios tantos,
más de cuatro, los ingresos que la Federación destina para el combate a la
inseguridad en las entidades federativas a través del Secretariado Ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), cuyo titular, Álvaro
Vizcaíno, lo reconoció durante un foro convocado por el Senado de la República
hace unas semanas.
Para avanzar tan
descaradamente como lo han hecho en los tiempos recientes e incrementar sus
ganancias, los huachicoleros han incorporado a familias completas al negocio,
poniendo como escudos humanos a mujeres
y niños. Los jóvenes son reclutados en plazas públicas y por
recomendaciones de amigos que ya están dentro de las células criminales.
Reciben pagos mensuales que van de los 10 mil a los 15 mil pesos, según los
datos con los que cuenta Pablo Vázquez, director general de prevención del
delito en la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la PGR.
Algunos de los adolescentes o
adultos jóvenes son empleados para “ordeñar” los ductos de Pemex, otros para
fungir como “halcones” y avisar de la presencia de autoridades, unos más para
conducir los vehículos adaptados con contenedores para transportar los
combustibles a improvisados almacenes. El propio Pablo Vázquez recordó que en
México hay unos 300 mil jóvenes que no estudian o trabajan y son susceptibles
de ser incorporados a las filas de la delincuencia.
En el caso de los adultos y
personas de la tercera edad, éstos son enganchados principalmente en áreas
rurales, precisamente por donde pasan las redes de Petróleos Mexicanos. Optan
por dejar de lado su vida en el medio agropecuario en la búsqueda de mejores
emolumentos que les permitan vivir con más holgura. Al menos así sucede en
Puebla, donde versiones periodísticas estiman que el fenómeno se registra en 17
de los municipios.
La posibilidad de adquirir
combustible a un mucho menor precio del oficial, para quienes lo requieren en
grandes cantidades, es parte angular del problema. Los hidrocarburos robados
van a dar a grandes industrias y al transporte de carga pesada. Choferes
reconocen que en su peregrinar por las carreteras buscan abaratar los costos y
quedarse con una piscacha del dinero destinado para diesel. Se estima que en el
país, tres de cada diez tráileres y ómnibus de pasajeros surten sus tanques con
producto ilícito.
La misma tendencia del alza
de gasolinas, pero sobre todo el aumento en el número de tropas enviadas a
combatir este flagelo en diversas regiones, ha motivado que los huachicoleros
también encarezcan el producto, que con todo y eso, es mucho más barato que el
precio comercial. Un litro de diesel anda costando aproximadamente once pesos,
cuando en 2017 todavía se conseguía en la clandestinidad a siete pesos.
LAS ACCIONES CONTRA HUACHICOLEROS EN 2018
5 ENERO
Policías municipales se
enfrentaron contra huachicoleros en San Martín Texmelucan, Puebla, cuando
extraían combustible de un ducto de Pemex. No hay detenidos.
8 ENERO
Tras una balacera, la Policía
Federal detuvo en la carretera Cuacnopalan-Oaxaca a Alejandro Méndez Castillo,
“El Rudy”, operador de Roberto de los Santos de Jesús, “El Bukanas”, líder
huachicolero en Puebla.
10 ENERO
Enorme fuga de gasolina de un
ducto de Pemex en la zona boscosa de Ocotepec, Morelos, ocasionada por ladrones
de hidrocarburo.
13 ENERO
Al ejecutar una orden de
cateo en dos inmuebles en Cuautitlán, Estado de México, autoridades detuvieron
a seis ladrones de hidrocarburos, entre ellos a dos policías municipales y dos
estatales.
20 ENERO
Policías detuvieron a ocho
huachicoleros en Veracruz y localizaron cuatro camionetas en las que
transportaban más de tres mil litros de combustible robado.
25 ENERO
En Nuevo León fue detenido
Óscar Andrés N., quien junto con Omar Leonardo N., lideraba una organización
delictiva dedicada al robo de hidrocarburos en esa entidad y Tamaulipas.
1 MARZO
Agentes de la PGR y del
Ejército capturaron en Cancún a José Giraldo García, “El Cubano”, líder de Los
Zetas en el sur de Veracruz, generador de violencia en ese estado y Quintana
Roo, además dedicado al robo de hidrocarburo.
6 MARZO
Autoridades de Veracruz
detuvieron a Diana N., “La Güera”, líder de una célula de la delincuencia
organizada y colaboradora de Roberto de los Santos, “El Bukanas”, señalado del
robo de hidrocarburo, a trenes y vehículo de carga en Puebla y Veracruz.
10 ABRIL
En calles de Zapotlanejo,
Jalisco, fueron detenidos dos sujetos que transportaban 27 mil litros de
hidrocarburo robado en dos tractocamiones con reporte de robo.
9 JUNIO
Fuerzas federales y del
Estado de México aseguraron el sótano del Ayuntamiento de Isidro Fabela, donde
había cuatro tambos con 200 litros de gasolina robada cada uno, con la que se
abastecía unidades oficiales de manera irregular.
21 JUNIO
La Policía Federal localizó
un túnel con 30 metros de profundidad por donde se extraía hidrocarburo de un
ducto de Pemex hacia una finca de Toluca. Se detuvo a uno de los principales
distribuidores de huachicol en el Estado de México.
29 JUNIO
Fue detenido en Acultzingo,
Saúl N., segundo al mando del grupo delictivo “Sangre Nueva Zeta” que encabeza
su hermano, Roberto de los Santos “El Bukanas”, principal ladrón de
hidrocarburos, así como de trenes en Puebla y Veracruz.
11 JULIO
PGR informó de la captura de
23 personas dedicadas al huachicoleo para diversas organizaciones
delincuenciales que operan en Puebla y Estado de México. Se recuperaron 139 mil
998 litros de hidrocarburo, siete inmuebles, 91 vehículos, drogas, 32 equipos
de comunicación, armas de fuego, cartuchos, una computadora, 999 mil 700 pesos
y una motobomba.
11 JULIO
Policías federales detuvieron
en Apaseo el Grande, Guanajuato, a dos policías municipales de Celaya que
ofrecieron 40 mil pesos y una renta mensual para liberar a un huachicolero y el
tractocamión que conducía con combustible robado.
28 JULIO
Trabajadores de Pemex y
personal del Ejército localizaron cuatro tomas clandestinas en los municipios
de Tlajomulco y Zapotlanejo, Jalisco. No hubo detenidos.
2 AGOSTO
Autoridades federales
detuvieron en Puerto Vallarta a Víctor Manuel N “El Pantera 16” o “Comandante
Viento”, generador de violencia en Tamaulipas y relacionado con el robo de
hidrocarburos y narcotráfico.
17 AGOSTO
La Policía Federal aseguró un
camión abandonado con un remolque que contenía 21 mil litros de combustible
robado sobre la carretera León-Aguascalientes.
24 AGOSTO
En Monterrey fueron detenidos
Héctor Adrián N. “La Yegua” y Christian Aarón N., objetivos prioritarios y
acusados de generar violencia en Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y el
norte de Veracruz. “La Yegua” coordinaba el robo de hidrocarburos.
IMPUNIDAD
Aníbal N. se encuentra preso
desde el 28 de abril 2016. Lo detuvieron en el municipio de Singuilucan, en el
estado de Hidalgo. Policías observaron un camión doble rodado de color rojo a
exceso de velocidad y decidieron ir en su persecución. El chofer frenó, se bajó
de la unidad y corrió al monte. Su acompañante, precisamente el hoy detenido,
atolondrado, cuando quiso pegar carrera ya no lo pudo hacer.
En el camión asegurado había
cuatro contenedores con capacidad para mil litros cada uno, casi llenos de
gasolina Premium. En total 3 mil 805 litros. Aníbal declaró que solo iba a
acompañar a su amigo a entregar el vehículo y que desconocía la ilicitud en su
actuar. En agosto de 2016 fue condenado a 10 años de prisión por posesión
ilícita del hidrocarburo y en octubre de 2017 le fue confirmada la pena.
Mala suerte para el
condenado. La mayoría de los detenidos por delitos similares quedan en la
impunidad. Según la paraestatal, el año pasado presentó más de 10 mil denuncias
por la ordeña de sus ductos, lográndose la detención de mil 827 implicados en
tomas clandestinas, conducción de vehículos, almacenamiento o simple posesión
de hidrocarburo, de los cuales mil 717 recuperaron su libertad. Aníbal forma
parte de ese magro 6 por ciento que quedó en prisión.
Otro dato revelador muestra
como de 17 mil 217 detenidos por la sustracción de energéticos de Pemex, entre
2015 y 2017, nada más 343 fueron sentenciados; es decir, solamente el dos por
ciento. Puebla con 21 condenas y Veracruz con cuatro. Eso es en cuanto a
imputados, pero obviamente en la mayoría de los daños a ductos y por robo no
hay detenidos. Se forman miles de carpetas de investigación sin que jamás se
sepa quién o quiénes fueron los autores de los delitos. De estas indagatorias
sin detenido se sabe que tan solo el año pasado, la Procuraduría General de la
República integró casi tres mil.
Una de las principales
dificultades que enfrentan Pemex y el Ministerio Público Federal en los casos
en que sí hay imputados es que al no ser considerado un delito grave, muchos de
los detenidos no entran a prisión y otros reciben del juez el beneficio de una
medida cautelar distinta a la de prisión preventiva para enfrentar su juicio en
libertad.
Lo que en un principio
costaba a Pemex y las autoridades ministeriales reconocer, que empleados de
confianza o del sindicato, o ex trabajadores de la petrolera estuviesen
involucrados, no pudo seguir en el oscurantismo. Es una realidad que personal
de la paraestatal participa en la sustracción y otras actividades de los
huachicoleros. En diez años fueron detenidos 144 empleados de Pemex Refinación,
principalmente choferes, de seguridad física, ingenieros, superintendentes y
operadores de bombeo.
Hoy en día, la Secretaría de
la Función Pública (SPF), a través de la Unidad de Responsabilidades en Pemex,
investiga una banda de al menos 40 trabajadores que robaban hidrocarburos
alterando instrumentos de medición para sobrellenar las pipas que salían a
proveer gasolina o diésel a gasolinerías desde la terminal de almacenamiento de
Chihuahua. Al menos eso informó la dependencia a finales de 2017, pero como
suele ocurrir ya no se conoció el desenlace de las pesquisas.
En marzo de este año, la
misma SPF suspendió a ocho trabajadores de Petróleos Mexicanos que
presuntamente participaron en la manipulación y alteración de las válvulas de
seccionamiento San Octavio, del Poliducto Minatitlán–México, en Acayucan,
Veracruz. De esa forma sustraían hidrocarburo. Las investigaciones continúan y
tampoco se conoce el resultado de las indagatorias.
En abril reciente, el pleno
del Senado de la República aprobó reformas a la Ley Federal para Prevenir y
Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, con lo que avaló
endurecer con más años de prisión las penas por este delito. La iniciativa de
reforma establece sanciones de 20 a 30 años de prisión, en lugar de 15 a 25
años, y multas de 20 mil a 25 veces la Unidad de Medida y Actualización, a
quienes sustraigan hidrocarburos de ductos, vehículos, equipos o instalaciones.
El dictamen también aumenta los años de prisión a quien compre, comercialice,
transporte o almacene hidrocarburos sin derechos, así como a quien altere el
producto.
Falta de optimismo y
reconociendo el tamaño del problema, Pemex reconoce que las estrategias de
seguridad que ha implementado en coordinación con otras dependencias, para
combatir la ordeña de combustible, darían resultado hasta el año 2025.
GUANAJUATO Y PUEBLA
La situación se ha tornado de
extrema gravedad en el robo de hidrocarburos en los estados de Guanajuato y
Puebla, donde la violencia se ha dejado sentir entre las células de
huachicoleros y en contra de representantes de la ley. Incluso con la infiltración
de algunos elementos y mandos de los cuerpos policiales, lo que ha incrementado
el número de policías asesinados en la Región del Bajío y la muerte de
militares o marinos en enfrentamientos en Puebla.
Informes de inteligencia de
la Comisión Nacional de Seguridad Pública (CNS), de la Secretaría de
Gobernación (SG), reconocen la existencia de 15 presuntos cárteles, algunos de
ellos con incidencia en el robo de hidrocarburos, como son: el Cártel Jalisco
Nueva Generación (CJNG), Los Zetas, Cártel del Golfo (CG) y el denominado
Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) que operan principalmente en El Bajío, el
Triángulo Rojo, y la Zona Noreste del país.
De ellos, el CJNG estaría por
lo menos en dos de estos frentes, en Puebla y en Guanajuato, además de otras regiones
de México donde no tienen competencia o confrontaciones como ocurre en Puebla,
Veracruz y Tabasco con Los Zetas; o en El Bajío con el Cártel de Santa Rosa de
Lima, que encabeza un sujeto apodado “El Marro” y que en redes sociales muestra
videos donde retan a los miembros de la organización criminal jalisciense.
En Puebla, la situación es
tan delicada que varios alcaldes y hasta ex gobernadores han sido señalados de
tener vínculos con huachicoleros. Pemex ha cancelado el contrato o franquicia
de siete gasolineras por la compra y venta de hidrocarburo ilícito. Y las
balaceras entre delincuentes o emboscadas a militares y marinos son frecuentes,
sobre todo en la zona de San Martín Texmelucan.
Tan solo en 2017 en Puebla se
registraron 958 tomas clandestinas y las autoridades realizaron mil 679
operativos contra los “chupaductos”. Se recuperaron 4 millones 869 mil 640
litros de hidrocarburo robado en distintos municipios de esa entidad y fueron
detenidos 732 presuntos delincuentes.
El hombre que tiene de cabeza
la región, incluidos los estados de Veracruz, Tlaxcala, Tabasco y Oaxaca,
responde al nombre de Roberto de los Santos de Jesús “El Bukanas”, por quien el
gobierno veracruzano incrementó -en mayo- de uno a cinco millones de pesos la
recompensa por información que lleve a su localización y captura. Tabasco, por
su parte, se previene ante un posible “efecto cucaracha” por la supuesta
persecución de los huachicoleros poblanos.
CASO SINALOA
El poder de las
organizaciones criminales dedicadas al robo de combustibles se hace patente en
el estado de Sinaloa, donde Petróleos Mexicano prefirió cerrar un ducto que
continuar perdiendo producto propio y de particulares que ya trabajan bajo el
esquema de la Reforma Energética y eran víctimas constantes de los
huachicoleros.
A principios de año, Pemex
presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República, en
contra de quien resulte responsable, por la sustracción de hidrocarburos en Sinaloa
a través de tomas clandestinas en el ducto. Un video colgado en redes sociales
desnudó el problema. En imágenes se observa que un vehículo de la paraestatal
circula junto a un grupo de personas que roban combustible por medio de
perforaciones al ducto y que los trabajadores de la petrolera no intervinieron
ni denunciaron el hecho.
Las tomas ilegales en esa
entidad se han duplicado. En el primer trimestre del año se informó de 252
perforaciones a las redes de Pemex, siendo que el año pasado, en el mismo
periodo, apenas se reportaron 128. Los esfuerzos por combatir el delito en
municipios como Culiacán, Angostura, Mocorito y Guasave, fracasaron. Las
ordeñas continuaron en cantidad de tres por día; lo que motivó a las
autoridades a cerrar el ducto, en el tramo de Guamúchil a la capital
sinaloense.
Finalmente, desde enero, la
empresa mexicana no ha reabierto el referido tubo que envía gasolina y diesel
de Topolobampo a Culiacán. El ducto era rentado a particulares para el trasiego
de sus productos, pero a partir de junio Pemex pidió que se retirara el tramo
de la subasta de ductos que lanzó del Sistema Pacífico. Según Grupo Reforma, el
cierre de la red ocasionó pérdidas a los gasolineros de ese estado en un 30 por
ciento de sus ventas en promedio.
INCIDENTES POR COMBUSTIBLES EN 2018
7 FEBRERO
Dos menores y un adulto
resultaron heridos al explotar una bodega que almacenaba hidrocarburo robado en
la localidad de El Colorado, en San Salvador, en Hidalgo.
23 FEBRERO
Explotó un ducto de Pemex
sobre la carretera Morelia-Salamanca a la altura de San Juan Benito Juárez,
Michoacán, debido a que huachicoleros extraían combustible.
27 FEBRERO
En San Salvador El Verde,
Puebla, fueron ejecutadas cuatro personas, presuntamente relacionados con el
robo de hidrocarburo. Estaban maniatadas, presentaban el tiro de gracia y
fueron rociadas con gasolina dentro de un automóvil color negro.
15 MARZO
En balacera con policías
estatales de Veracruz murieron dos menores de sexo femenino, de 16 y 14 años,
en hechos ocurridos en Río Blanco. La Fiscalía veracruzana informó que ambas
pertenecían a una banda ligada dedicada al robo de hidrocarburo y dispararon
durante el enfrentamiento.
26 MARZO
Fuga y explosión en una toma
clandestina de un ducto de Pemex en una zona rural de Axapusco, Estado de
México. No hubo lesionados ni detenidos.
15 ABRIL
Huachicoleros ocasionaron la
explosión y el incendio en un ducto de Pemex en el municipio de San Juan del
Río, Querétaro. Se quemó camioneta. No hubo detenidos.
15 JUNIO
En una emboscada murieron
seis policías municipales de Amozoc, Puebla, a manos de huachicoleros. La
Fiscalía Estatal detuvo a cuatro personas, dos de ellas mandos de la Comisaria
del lugar, presuntamente coludidos con los homicidas.
4 AGOSTO
Encapuchados y militares se
enfrentaron en la zona de Santa Ana Xamimilulco, en Huejotzingo, Puebla. Luego
hubo otros tiroteos en otros sitios, tras la captura de un líder huachicolero.
Hubo dos lesionados.
23 AGOSTO
En Huichapan, Hidalgo, se
registró un incendio en una toma clandestina en un ducto de Pemex, No hubo
detenidos.
25 AGOSTO
Un incendio en un ducto de
Pemex, por una toma clandestina, en la zona montañosa central de Veracruz, dejó
ocho huachicoleros lesionados y 15 vehículos calcinados.
26 AGOSTO
En las comunidades de San
Miguel Espejo y Santa María Xonacatepec, en Puebla, chocaron marinos y
huachicoleros con saldo de siete muertos, entre ellos su líder Téodulo N. “El
30-30″, “El Comandante 30” o “El Guerrero”, del CJNG, que operaba en cuatro
municipios poblanos.
28 AGOSTO
Se registró un incendio en
ductos de Pemex en San Juan del Río, Querétaro, en las inmediaciones de una
zona industrial del municipio, por una ordeña clandestina.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADAS BCS/ LUIS CARLOS SÁINZ/ LUNES, 3 SEPTIEMBRE, 2018
01:00 PM)
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