La Viña del Señor
En 1987 Miguel de la Madrid,
armó una pasarela de “seis distinguidos priístas” para ocultar el dedazo a
favor de su delfín Carlos Salinas de Gortari.
Alfredo del Mazo, Manuel
Bartlett, Miguel González Avelar, Sergio García Ramírez, Ramón Aguirre y el
elegido, hubieron de cumplir con el ritual de pasar revista para legitimar
dicho proceso, el cual al de cuentas provocó la fractura más importante del
partido con la salida de la Corriente Democrática de Cuauhtémoc Cárdenas y
Porfirio Muñoz Ledo, para formar el Frente Democrático Nacional, semilla del
PRD.
La ejecución en 1994 de Luis
Donaldo Colosio, permitió la imposición de Ernesto Zedillo, como candidato
sustituto y hombre del verdadero poder detrás del trono, el todopoderoso doctor
Joseph Córdova Montoya.
Para 1999, Ernesto Zedillo,
la sana distancia con el PRI que inauguró durante su mandato y ante los
candados que el partido impuso a quienes aspiraran a una candidatura, dejó
fuera de la jugada a sus gallos José Angel Gurría y Guillermo Ortiz, quienes no
habían ocupado un cargo de elección popular y pretendió esconder que por su
propia decisión a favor de Francisco Labastida, sería el candidato tricolor a
la grande y abrió el juego a una elección abierta, en la que Roberto Madrazo
Pintado, fue avasallado por el aparato, pero seis años después el propio
Madrazo, se impuso desde la presidencia del partido como su candidato
presidencial.
El 2011, Manlio Fabio
Beltrones, se bajó de la carrera por la candidatura, cuando la cargada
encabezada por el propio presidente partidista Humberto Moreira, estaba
desbordada a favor de Enrique Peña Nieto, quien con el apoyo de los
gobernadores priístas y bajo el cobijo de los poderosos grupos Atlacomulco del
Estado de México y la Familia Real de Hidalgo, se enfiló hacia dicha
candidatura.
EL SHOW PRIÍSTA
Esa herencia de simulación,
que se encuentra metida hasta la médula en la cultura política priísta, fue
inaugurada, según lo deja ver Luis Javier Garrido en su libro “El partido de la
revolución institucionalizada”, por el propio Manco de Celaya, Alvaro Obregón,
cuando impuso como su sucesor al Turco Plutarco Elías Calles, quien la mejoró
cuando fundó al PNR, el abuelo del actual PRI, para transitar de la época de
los caudillos militares, en donde el poder se disputaba a balazos al de las
instituciones, base de un Estado autoritario, definido por el escritor peruano
Mario Vargas Llosa como “La dictadura perfecta”, una “dictablanda” como refería
Augusto Pinochet al modelo impuesto tras el golpe de estado a Salvador Allende
en Chile en 1973 o como un sistema político comparado a una mano de hierro
enfundada en un guante de terciopelo.
La pasarela de Mazatlán de
hace días de los cinco magníficos Miguel Angel Osorio Chong, Aurelio Nuño, Pepe
Toño Meade, José Narro y Enrique de la Madrid y después el encuentro de Peña
Nieto con comunicadores en Los Pinos bajo el pretexto de informar sobre la
reconstrucción, evento al que faltó el último de los precas, confirmó que en el
show priísta, el presidente juega el rol de director de escena.
Antes, los cambios
estatutarios que quebraron los candados y aprobados en la XXII Asamblea
Nacional tricolor, han hecho posible que un no militante pueda ser candidato
presidencial del PRI.
Así, dos de los pilares del
sistema político mexicano, la presidencia y el partido oficial, vuelven a
confundirse y a operar con el fin de perpetuarse en el poder.
PRIÍSMO PARA MASOQUISTAS
A pesar de es sabido de sobra
que la decisión de escoger al candidato del PRI a la presidencia es una
facultad metaconstitucional y la última que toma el titular del ejecutivo
federal en turno, quien ejerce como monarca sexenal, sin pesos, ni contrapesos,
dicha imposición es dada a rodearse de una liturgia propia de los sistemas
autoritarios, llena de simbolismo y señales, con figuras como el tapado y la
bufalada, como bien lo desentrañó Daniel Cosío Villegas, en “La sucesión
presidencial”, en un sofisticado juego de espejos en el que a veces se engaña
con la verdad.
Hoy, a diferencia del pasado,
hasta 1999, la selección unipersonal del presidente del candidato presidencial
del PRI, no significa en automático la de elegir a su sucesor en el cargo. Por
eso se usa toda la fuerza del Estado para abatir a quienes se identifica como
rivales: “El Joven Maravilla” Ricardo Anaya, seguro candidato del Frente
Ciudadano por México y al “indestructible” Peje, puntero en las encuestas.
Que si el Consejo Político
del partido habrá de definir el método para la elección de candidatos a los
puestos de elección popular y que esta será la Convención de Delegados, es lo
que menos importa, cuando al final de cuentas todos saben que el derecho al
palomeó lo ejercerá un solo hombre y su equipo más cercano, Luis Videgaray o
Luis Miranda, a lo sumo.
Si a principios de años, con
el aumento indiscriminado de los combustibles, el PRI, aparecía en la lona y
actualmente en tercer lugar en las encuestas electorales, con un presidente con
97% de desaprobación popular, muy abajo incluso que el propio Nicolás Maduro de
Venezuela, pero victorioso “haiga sido como haiga sido” en las elección en el
Estado de México y Coahuila, parece haber redefinido el papel del presidente
Peña, como jefe de campaña para el 2018.
LA SONORA PRIÍSTA: CUANDO NADA ES LO QUE PARECE
La república de la Sonora
priísta, conformada a partir de la elección de 2015, que puso en retirada al
PAN y al padrecismo que desgobernó la entidad seis años, ha vuelto a la calma,
luego de que el exgobernador Eduardo Bours y su grupo “El Yaqui Power”,
enterraron el hacha de la guerra, tras una negociación impulsada desde las más
altas esferas del priísmo por Enrique Ochoa Reza y José Antonio Meade, que
llevó al beltronismo a compartir el poder y a repartir el pastel.
Los grupos locales de corte
caciquil que han hecho del PRI un instrumento para acceder al poder público,
por lo regular alineados con quien ejerce la gubernatura, no están impedidos
para hacer su propio juego conforme a sus intereses.
Allá por 1997, el reparto de
posiciones del sur para el PRD y del centro para el norte para el PAN y en la
sierra para el PRI, hizo posible salvar la candidatura de Armando López Nogales
a la gubernatura, en una exitosa estrategia de gobiernos divididos diseñada
desde el cuarto de guerra del gobernador saliente Beltrones.
Para 2003, Eduardo Bours, de
la mano de su organización “Yo con Bours”, logró imponerse como candidato a la
gubernatura sobre Alfonso Ruibal Corella, el delfín de López Nogales y durante
todo su mandato mantuvo una sufrida rivalidad con Manlio, que a la postre fue
el origen de la alternancia en 2009.
EL DUDOSO PRIÍSMO PURO GUAYMENSE
En 2009, en Guaymas y en
Hermosillo, personeros de grupos tricolores apoyaron al PAN de Guillermo
Padrés, como el mismo Eduardo Bours, lo hizo en 2006 con Felipe Calderón.
Incluso el día de hoy, hay al
interior del PRI porteño, en manos de los hermanos Claussen, gran inconformidad
por el maltrato que padece la militancia y hasta cuadros distinguidos de ese
instituto político.
Por algo la familia Zaragoza,
con Carlos “Cacho” Zaragoza y otros miembros del clan a la cabeza, no descartan
en aventar a un candidato independiente a la alcaldía, un cargo que sienten
como suyo y a la que el Cacho, no pudo acceder el 2009, cuando, priístas del
grupo del Bebo Carlos Zataraín y del Morroño Llano Zaragoza, declararon su amor
al padrecismo en ascenso. Nombres en la lista ya hay para esa aventuran
catalana.
A Otto Claussen, le achacan
en los mentideros políticos, haber entregado la alcaldía en 2015 al PAN, luego
de negociaciones con Roberto Dagnino, a cambio de impunidad y con el afán extra
de echar abajo las pretensiones del doctor José Luis Marcos León Perea, de
llegar a la alcaldía porteña.
Así que priístas puros y
cristalinos en Guaymas, que puede haber, pero no tantos, está lleno el infierno
tricolor.
Lo más curado del asunto es
que para 2018, el PRI, pudiera llevar como abanderado a un panista deslavado
como Meade, que fue funcionario con Fox y Calderón, a un heredero de la Familia
Real hidalguense y dueño del Partido Encuentro Social como Osorio Chong o a un
salinista como Nuño.
Fuera de risa el tema, si no
tuviera tantas implicaciones para la vida del país, llena de tantos traidores a
la patria…
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ COLUMNA “LA VIÑA DEL SEÑOR”/
21 OCTUBRE 2017)
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