En los últimos 16 años el
Gobierno federal ha gastado más de 3.5 billones de pesos sin que el Congreso
discuta ni apruebe su asignación y en un contexto de escasa rendición de
cuentas. Tan solo en 2016, el presupuesto ejercido superó en más de 500 mil millones
de pesos el aprobado por los legisladores.
El aspecto más alarmante del
manejo de recursos públicos por parte del Estado es que el presupuesto aprobado
no corresponde con el que finalmente se gasta, algo que ocurre sistemáticamente
desde hace décadas. Tan solo en la oficina de la Presidencia de la República,
en 2005 se gastó un 15 por ciento más de lo aprobado, mientras que el año
pasado el exceso fue de 85 por ciento al haber ejercido 9 mil millones de pesos
en lugar de los mil que le fueron asignados.
La deuda se fue al techo,
pero la inversión pública cae al nivel de 1995-1996; ¿a dónde va el dinero?
Gabriela Jiménez
Ciudad de México, 11 de julio
(SinEmbargo/EconomíaHoy).– El Gobierno federal ha gastado en promedio 216 mil
millones de pesos más de lo pactado en los presupuestos aprobados anualmente
desde el año 2000, informó la organización no gubernamental México Evalúa.
En suma, en los últimos 16
años el Gobierno federal ha gastado más de 3.5 billones de pesos sin que el
Congreso discuta ni apruebe su asignación y en un contexto de escasa rendición
de cuentas. Tan solo en 2016, el presupuesto ejercido superó en más de 500 mil
millones de pesos el aprobado por el Congreso.
El periodo en el que se
denuncia el aumento del gasto ocurrió en los sexenios de los ex presidentes
Vicente Fox Quesada (2000-2006), Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), y en la
actual administración del Presidente Enrique Peña Nieto, cuyo mandato inició a
finales de 2012.
En los llamados “moches”, que
son los programas de subsidios del Ramo 23 a las entidades federativas, el
Gobierno federal gastó más de 5 mil millones de pesos adicionales al monto
originalmente aprobado, mientras que recortó cerca de 8 mil millones de pesos a
la Secretaría de Salud sin ofrecer explicaciones suficientes sobre la
pertinencia de estos cambios, señaló Edna Jaime, directora general de México
Evalúa.
El aspecto más alarmante del
manejo de recursos públicos por parte del Estado es que el presupuesto aprobado
no corresponde con el que finalmente se gasta, algo que ocurre sistemáticamente
desde hace décadas. Tan solo en la oficina de la Presidencia de la República,
en 2005 se gastó un 15 por ciento más de lo aprobado, mientras que el año
pasado el exceso fue de 85 por ciento al haber ejercido 9 mil millones de pesos
en lugar de los mil que le fueron asignados.
México se endeuda para pagar la deuda:
en 5 años, la ASF no halla pruebas de beneficios sociales
Este es uno de varios
indicadores que México Evalúa pone a disposición de la ciudadanía a través de
su nuevo micrositio: La Caja Negra, una herramienta de vigilancia del gasto
público que tiene el objetivo de hacer accesible la información económica que
genera el gobierno y que usualmente requiere de un alto nivel de especialización
para poder ‘traducirla’ a términos entendibles por la ciudadanía de a pie, de
manera que se comprenda en qué se está usando el dinero que proviene de sus
impuestos.
Durante la presentación del
micrositio, el coordinador de investigación del Instituto Belisario Domínguez
del Senado, Gerardo Esquivel, señaló que la información que presenta
periódicamente Hacienda “no es accesible a todo el mundo, es difícil
sistematizarla y entenderla”.
Resaltó que el trabajo que
realiza México Evalúa pone en evidencia, por ejemplo, la poca credibilidad de
las finanzas públicas, al observar cuál ha sido la trayectoria real de la deuda
de cara a lo que se ha prometido en el presupuesto.
“El gobierno se ha
equivocado, ha subestimado sistemáticamente el crecimiento de la deuda” en los
últimos años”, señaló.
Por su parte Mariana Campos,
coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México
evalúa, indicó que las cifras e informes que ofrece el gobierno mediante la
Secretaría de Hacienda, están disponibles en grandes cantidades, pero sin tomar
en cuenta aspectos como la calidad y la oportunidad de la información.
La deuda es ya histórica, pero la
administración de Peña no baja el gasto público, alerta el CEEY
En ese sentido, otros países
tienen prácticas de transparencia y rendición de cuentas que hacen palidecer a
los mecanismos mexicanos. Por ejemplo, el Congreso de Estados Unidos tiene
información en tiempo real sobre el control de los recursos públicos, mientras
que en Perú la Hacienda estatal rinde cuentas a la ciudadanía de manera
semanal.
En cambio, en México se
ofrece un reporte mensual de las finanzas y la deuda pública y un desglose
trimestral de las cuentas, de manera que la información no es realmente
oportuna.
El Diputado Vidal Llerenas,
de Morena, dijo que la forma en que el gobierno presenta la información “deja
muchas preguntas sin resolver”, como por ejemplo cuál es la fuente de
financiamiento de los incrementos de la deuda. “¿A dónde se fue el
endeudamiento? No hemos visto que se genere infraestructura que impacte económicamente
al país”, o bien por qué se ha decidido hacer recortes en salud o educación y
no en otros rubros. “El gasto en seguridad se incrementa cada año y es un rubro
muy poco evaluado y muy poco transparente”.
Los invitados a la
presentación del micrositio coincidieron en que hace falta generar un mayor
debate sobre las finanzas públicas, lo cual es difícil si no se cuenta con la
traducción de la información, que además es monopolio de la Secretaría de
Hacienda.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO
CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ECONOMÍAHOY.
(SINEMBARGO.MX/ EconomíaHOY/ Redacción / julio 11, 2017, 2:00 pm)
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