El traficante, que movía mariguana en
Ciudad Acuña tras ser obligado para trabajar para Los Zetas, aseguró que en
febrero de 2013 fue secuestrado por el cártel, luego de haber perdido una carga
de mariguana que fue confiscada por la patrulla fronteriza de Estados Unidos, y
obligado a presenciar los sangrientos asesinatos, cometidos en lugares dentro y
alrededor de Piedras Negras. La mayoría de las personas a las que vio morir,
dijo, fue de la misma manera sangrienta: cortados en pedazos con un hacha y las
partes de los cuerpos quemadas en barriles.
Ciudad de México, 14 julio
(SinEmbargo).- Un nuevo testigo en el juicio en contra de Marciano “Chano”
Millán Vázquez narró cómo el líder de Los Zetas en Piedras Negras asesinó a una
niña de seis años desmembrándola con un hacha frente a sus padres. Y dijo que
vio morir de la misma manera sangrienta a otros.
De acuerdo con lo difundido
por el San Antonio Express News, el testigo, quien no fue identificado a
petición del juez y los abogados por temor a represalias a su familia, dijo
ante la Corte el miércoles: Millán se rió y le dijo al padre de la niña: “que
así puedas recordarme”.
Marciano Millán Vázquez,
acusado de cometer por lo menos 10 delitos en Coahuila, fue arrestado el año
pasado en San Antonio, Texas. Ayer, nuevos testigos subieron a la Corte para
declarar en contra del líder Zeta. Durante el juicio, los testigos que alguna
vez trabajaron con Millán han narrado que el acusado participó en masacres en
todo el estado de Coahuila, sin embargo el hombre que subió al estrado ayer fue
el primero en declarar que vio a personas morir a manos de Millán y bajo sus
órdenes, un total de 18 personas.
El diario estadounidense
detalla que el traficante, que movía mariguana en Ciudad Acuña tras ser
obligado para trabajar para el cártel, narró que la mayoría de las personas a
las que vio morir fue de la misma manera sangrienta: cortados en pedazos con un
hacha y las partes de los cuerpos quemadas en barriles.
El sujeto aseguró que en
febrero de 2013 fue secuestrado por el cártel, luego de haber perdido una carga
de mariguana que fue confiscada por la patrulla fronteriza, y obligado a
presenciar los sangrientos asesinatos, cometido en lugares dentro y alrededor de
Piedras Negras, como en un depósito de chatarra, un rancho abandonado y cerca
de la orilla de un río.
“Para que pudiera decirle a
mi familia que si no conseguía el dinero (que debía), eso es lo que me
sucedería a mí y a ellos”, dijo el testigo.
El hombre lloró luego de que
el Fiscal adjunto de la Corte Mike Galdo lo convenció de responder sobre las
muertes, puntualiza el San Antonio Express News. El testigo señaló que en
varios casos, a las víctimas les vendaban los ojos y las arrodillaban, dijo que
entre ellas había hombres, mujeres y niños. A él también lo arrodillaron, y
luego le retiraron la venda para que pudiera ver.
Relató que en una de las
casas había “una niña, una mujer y un hombre” cautivos en el patio, la menor
tenía seis años, dijo. Cerca había un barril con fuego, agregó.
“‘Chano’ empezó. […] Levantó
el hacha y le cortó la rodilla y un brazo… Ella lloraba. Ella gritaba”.
El hombre continuó: Millán se
rió y le dijo al padre: “‘Así me recordarás”. “Ellos la desmembraron y la
quemaron”.
Luego el Fiscal le cuestionó
si el padre pudo apartar la mirada, el testigo respondió: “No. Ellos lo
agarraron por el cabello de modo que pudiera ver”. Galo también le preguntó
quiénes habían agarrado al padre. “Chano y Enano”, respondió el testigo, en referencia
por sus apodos a Milán y otro jefe regional de Los Zetas.
El nuevo testigo narró
también sobre dos ejecuciones de menores y adolescentes que vendían periódicos
en semáforos de Piedras Negras, sospechosos de ser espías de un cártel rival,
continúa el medio.
Además, relató que fue
llevado al lecho de un río, cerca de Piedras Negras, donde entregaron a tres
hombres sospechosos de estar con militares mexicanos y los hizo arrodillarse.
En el lugar, dijo el testigo, se encontraban Millán, otros comandantes y los
líderes principales del cártel, Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40” o
“Cuarenta”, y su hermano Omar Treviño Morales, “Z-42”.
Y testificó que escuchó decir
a Millán: “hay que darles piso”, “tenemos que matarlos”, y luego oyó disparos.
El nuevo testigo declaró que
él traficaba mariguana para Milán en Ciudad Acuña luego de ser amenazado. Contó
que él y otros seis hombres fueron secuestrados y puestos al servicio del
cártel.
“El primero dijo que no
quería. Ellos dijeron: ‘Eso está bien’. Se dio la vuelta y le dispararon.
Después de eso, el resto de nosotros estuvimos de acuerdo”, relató.
El San Antonio Express
detalla que el testigo estuvo secuestrado tras perder un cargamento de
mariguana que fue confiscado. Durante su encierro le permitieron estar en
contacto con su familia y conocidos para que pudieran reunir el dinero que
debía. Uno de sus parientes vendió su casa para conseguir 20 mil dólares, que
fueron suficientes para liberarlo, pero Milán le dijo que tenía que dar otros
100 mil.
Luego de no haber podido
reunir los 100 mil para su liberación, cruzó a los Estados Unidos con su padre,
y ahí fue detenido. El testigo se declaró culpable de cargos federales por
mariguana y actualmente espera su sentencia.
El martes, José Luis
Rodríguez “El Pollo”, quien operó como traficante de drogas en Piedras Negras y
que actualmente enfrenta prisión de por vida por los delitos de secuestro y
narcotráfico, declaró también en el juicio de Marciano Millán. Dijo que 300
personas fueron asesinadas en Allende, Piedras Negras y otras comunidades de
Coahuila, y sus cuerpos, desaparecidos. Afirmó que Los Zetas le informaron que
alrededor de 300 personas fueron asesinadas a tiros para después ser quemadas
con combustible o con ácido para desaparecer sus restos.
Apenas la semana pasada un
testigo en el mismo juicio dijo que Los Zetas usaron el Centro de Readaptación
Social de Piedras Negras para desaparecer, en tambos con ácido, los cuerpos de
las víctimas. El cártel utilizó una red de hornos del para encubrir el
exterminio masivo y sistemático de personas inocentes durante el periodo que
abarca de 2011 a 2013, cuando ese cártel tenía un completo control sobre la
mayor parte de Coahuila.
Rodríguez declaró que las
víctimas eran “gente de Allende, Morelos, Acuña, Piedras [Negras], las áreas
cercanas”, de acuerdo con la versión publicada por el diario San Antonio Express
News. Explicó que tan solo en Piedras Negras, 40 personas fueron formadas de
rodillas y asesinadas a disparos.
Detalló que que en una
entrega de ganancias, le informaron que el capo Poncho Cuéllar había desertado
y estaba dando información sobre el cártel a autoridades estadounidenses.
Señaló que le pidieron ayuda
para ubicar los domicilios de Cuéllar, quien en ese entonces se desempeñaba
como jefe de plaza en Piedras Negras, para asesinar a todas las personas que
estaban asociados con él.
Señaló que las órdenes que
recibió fueron “ir y levantar todo lo que oliera como Poncho Cuéllar” y agregó
que Marciano Millán Vázquez fue uno de los que le pidieron ayuda para localizar
las propiedades de Cuéllar.
(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / JULIO 14,
2016 - 8:11 PM)
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