Alfredo
Beltrán Leyva el Mochomo podría estar enfrentando su destino final este lunes,
cuando una corte federal de distrito, en Washington DC, realice la segunda
audiencia preliminar en un caso en que el gobierno de Estados Unidos ha dicho
que irá con todo para hundir a uno de los antiguos líderes del Cártel de
Sinaloa.
De
acuerdo con documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Alfredo
Beltrán Leyva estaría involucrado en tráfico de drogas, homicidio,
intimidación, y sobornos a altos mandos policiacos de la Policía Ministerial de
Sinaloa, a mandos policiacos de la ciudad de Culiacán, y a un gobernador, según
revelan al menos dos testigos protegidos que cooperan con las autoridades de
ese país y que estarían dispuestos a carearse con el Mochomo.
“Esta
es la fase de desahogo de pruebas, y vemos muy difícil que los fiscales
pretendan negociar con el acusado y el protocolo es que tanto los fiscales como
la defensa siga aportando elementos para que entonces el juez defina el inicio
de juicio, donde ya las pruebas se harían públicas y los careos se
realizarían”, dijeron fuentes del Departamento de Justicia.
Uno
de los motivos por los cuales el USDOJ no negociará con Alfredo Beltrán es que
ya no lo necesita, como en su momento necesitó a otros ex integrantes del
Cártel que comandan Ismael Zambada García y Joaquín Guzmán Loera, entre ellos
Rodrigo Aréchiga el Chino Ántrax, Ovidio Limón, Humberto Loya Castro y Vicente
Zambada el Vicentillo, que revelaron a las autoridades de ese país cómo operaba
el Cártel de Sinaloa y decidieron cooperar a cambio de una reducción en sus
condenas.
Eduardo
Balarezo, abogado de Beltrán Leyva, dijo
que ellos están listos para enfrentar a Estados Unidos, y que no se
dejarán intimidar por las amenazas de algo que ellos califican como “una
cacería de brujas”.
“Estamos
tranquilos, preparando nuestro caso para presentarlo ante la corte, y que el
juez note que los fiscales están siendo demasiado severos contra mi defendido,
porque en primer lugar lo extraditan por narcotraficante, y ahora lo quieren
juzgar también por homicidios que ocurrieron fuera de su jurisdicción”, objetó
Balarezo.
LAS CONTRADICCIONES DEL TÍO SAM
Entre
los más de 50 homicidios que el Mochomo, ordenó destaca el de Julio Cesar
Beltrán Quintero, el 13 de Julio de 2005, aunque según el expediente número
2009R01065/OCDETF#NY-NYE-616, presentado el 25 de septiembre de 2014 en el
Distrito Este de Nueva York, quien habría ordenado esa muerte no fue Alfredo
Beltrán, sino Joaquín Guzmán e Ismael Zambada.
Inclusive,
ese habría sido el motivo por el cual el USDOJ presentó cargos por homicidio a
ambos capos, en lo que fue considerada “una acusación sin precedente”, por
tratarse de asesinatos ocurridos fuera de la jurisdicción de Estados Unidos,
misma situación que ahora enfrenta el Mochomo: está siendo acusado por
homicidios ocurridos fuera de territorio estadounidense, pero además por un
homicidio por el que ya se acusó al Mayo Zambada y al Chapo Guzmán, y en ningún
momento se le menciona a él.
Ambas
acusaciones se estarían contradiciendo, porque mientras en el expediente del
Distrito de Nueva York sugiere que las evidencias de que el Chapo y el Mayo
fueron quienes ordenaron ese homicidio “son sólidas”, el expediente
CR-12-184-01 del Distrito de Columbia también asegura que el asesinato del
Julión lo ordenó el Mochomo por indicaciones de Arturo Beltrán Leyva, y no por
órdenes del Chapo ni del Mayo. Extrañamente, ambas acusaciones, de las cuales
Ríodoce tiene copia, están firmadas por la misma fiscal: Andrea Goldbarg,
Más
extraño aún es que, en la acusación contra Alfredo Beltrán, la fiscal Goldbarg lo describe como un hombre
de algunos 1.72 metros de estatura, cuando éste mide casi dos metros.
“Las
pruebas de cada delito de que se acusa al señor Beltrán Leyva son contundentes;
hay testigos protegidos que testificarán en su contra, hay grabaciones
telefónicas, fotografías y videos de su participación en el tráfico de drogas”,
dijo Golberg, en un testimonio por escrito presentado ante la magistrado
Deborah Robinson.
Otro
de los homicidios en que pudiera estar involucrado el Mochomo es el de Óscar
Rivera Inzunza, ex editor del periódico Noroeste y vocero de seguridad del
gobierno estatal, quien fuera cercano al general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy –cuando
éste fungió como comandante de la Novena Zona Militar, en Culiacán-, a quien
Alfredo Beltrán Leyva intentó sobornar, pero ante la negativa del militar,
empezó a tirarle perros muertos a balazos afuera del cuartel militar donde
estaba asignado.
En
todos los casos, se dice, hay testigos protegidos para testificar sobre todos
esos señalamientos, incluso, según expone el USDOJ, existen pruebas que podrán
corroborar esos señalamientos, tanto en los homicidios ocurridos como en los
sobornos hechos a funcionarios sinaloenses, incluyendo un gobernador.
El
Mochomo fue detenido en febrero de 2008 por elementos del Ejército Mexicano
dirigidos por el propio General Eddy, apenas cinco meses después del homicidio
de Rivera Inzunza. Fue extraditado el 26 de noviembre de 2013, según muestra la
petición de extradición firmada por la PGR, luego de varios amparos presentados
por su defensa en México, mismos que fueron negados las autoridades mexicanas.
(RIODOCE/
Miguel Ángel Vega / 30 agosto, 2015)
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