Saltillo,
Coah.- Mientras en Ramos Arizpe se aprobó en Cabildo la propuesta de no expedir
permisos de uso de suelo para la instalación de casas de empeño, Saltillo
atraviesa por una alarmante proliferación de este tipo de negocios, sobre todo
en las zonas populares.
Las
zonas que presentan mayor incidencia en la apertura de estos comercios son el
oriente y la Zona Centro de la ciudad; estos negocios tienen giros diferentes
en cuestión de los productos que ahí se valoran, desde alhajas de oro y plata,
hasta artículos electrónicos, automóviles y terrenos.
Tan
sólo en la Zona Centro se lograron contabilizar hasta 15 establecimientos de
este giro, en los que destacan los que comercian con prendas de oro y plata.
Otra
área donde hay una gran cantidad de casas de empeño es el bulevar Otilio
González, que atraviesa colonias como La Herradura, Nogales y Rubén Jaramillo.
“Se
toma la determinación de instalarse cerca de lugares donde la gente necesita
dinero y ésta es una buena opción para que lo hagan rápido y fácil; contamos
con presencia en toda la ciudad y es en las colonias populares donde más
empeños se realizan”, comentó el gerente de la casa First Cash.
Uno
de los puntos importantes en la cuestión de este tipo de negocios es que los
requisitos para empeñar son mínimos, pues basta una identificación oficial y el
artículo que uno desee dejar en prenda para realizar el trámite.
Estos
comercios cuentan con un valuador que generalmente son los mismos empleados;
ellos verifican el producto, sus condiciones y determinan la cantidad que le
pueden prestar a uno a cambio de la prenda.
Cabe
mencionar que no es necesario acreditar la propiedad del artículo ni de llevar
una factura de compra para que el valuador lo reciba, ya que tan sólo con que
el objeto se encuentre en buenas condiciones es suficiente para su empeño.
Ante
esto, las casas de empeño se han vuelto una “mina de oro” para los ladrones,
pues pueden empeñar los artículos que roban sin que se les pida acreditar la
procedencia de los mismos.
Además
de esto, las casas también funcionan como tiendas de artículos, ya que muchas
de las prendas que no son recuperadas se ponen a la venta a precios más bajos
que en el mercado.
Sin
embargo, al adquirir un artículo en este tipo de negocios no hay una garantía y
no se expide facturación, quedando el cliente desprotegido.
(ZOCALO/
LUIS DURÓN/ 31/08/2015 - 04:11 AM)
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