jueves, 2 de julio de 2015

QUERÍA SER NARCO COMO SUS TÍOS; ENTRÓ AL EJÉRCITO PARA SERVIR A LA DELINCUENCIA


Tijuana, B.C.- César Manuel Ibarra García, de 25 años de edad, quería ser narcotraficante como sus tíos, pero mejor se enlistó en el Ejército Mexicano y desde ahí servir a la delincuencia. Fuente: El Mexicano

Hace 10 años asesinó a su cuñada y a tres sobrinos en Tijuana. El único sobreviviente fue su hermano, quien lo trajo a esta ciudad fronteriza para estudiar con la intención de mejorar su futuro.

El Juzgado para Adolescentes determinó sentenciarlo a siete años bajo tratamiento en el Centro de Diagnóstico para Adolescentes, antes Consejo Tutelar de Menores.

Hace tres años salió y al parecer se estableció en el estado de Sonora.

En esa entidad se enlistó al Ejército Mexicano e ingresó hace como un año y medio, explicó a EL MEXICANO el general Gabriel García Rincón, comandante de la Segunda Zona Militar.

Lo detuvieron durante un operativo realizado por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la carretera federal 2, Mexicali-La Rumorosa.

Les argumentó que “venía a ver a su familia” cuando lo detectaron a finales de marzo pasado, recordó el mando militar.

La Procuraduría General de la República (PGR) informó el 28 de marzo pasado que el Juzgado Segundo de Distrito le dictó auto de formal prisión por la portación de dos armas cortas no registradas como de cargo en el Ejército Mexicano, tres cargadores abastecidos con 33 cartuchos útiles y 15 mil 800 dólares en efectivo.

Al momento de ser arrestado, los soldados le cuestionaron sobre la procedencia del dinero, pero “lo mismo que todos dicen, que es un dinero que se encontró en un auto abandonado”, detalló el general.

Por eso se le internó en la penitenciaría de Mexicali, en donde está bajo proceso por violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, y Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita.

Hace poco tiempo se reformó la ley militar, a la que está supeditado César Manuel quien estaba activo, aunque fuera de su turno al momento de ser arrestado.

Por eso cuando se comprueba que alguien en el Ejército tiene “una complicidad con los delincuentes, se van hasta 60 años de prisión a la cárcel” en el Fuero Militar, destacó García Rincón.

El mando se refirió a Ibarra García como un delincuente. “A los delincuentes hay que tenerlos en donde se merecen, en la cárcel”, expresó con marcada molestia.

Sí era un militar activo e ingresó porque presentó su carta de antecedentes no penales cuando se la pidieron.

“Cuando son menores no se les guarda un récord”, por ese motivo pudo tener la documentación completa, argumentó el general de la II Zona Militar.

El asesino confeso no tenía derecho a portación de armas de fuego en el Ejército, tampoco estaba asignado como escolta, situación que dificulta comprobar su inocencia por ese delito.

Por ahora está bajo proceso penal en el Fuero Federal y al concluirse será procesado por un tribunal militar.

El secretario de Seguridad Pública en el Estado, Daniel de la Rosa Anaya mencionó que los programas de reincersión social aplicados en la entidad son efectivos.

“Tan es así que de los sentenciados únicamente reincide el 1.7%, esa es la media que traemos a nivel estatal”, expuso.

Pero si no hay la voluntad de la persona, detalló, y el medio social al que regresa la persona vuelve a ser el mismo, eso va a influir en su conducta.

EL ANTECEDENTE

La noche del 10 de abril de 2005, policías municipales de Tijuana descubrieron los cadáveres de Anabel Villaverde, de 28 años, y sus hijos Kenia, de 4 años; Ulises, de 6 años, y Jair, de 8 años.

Los crímenes los cometieron César Manuel y José Guadalupe Pérez Rojas, de 16 años, y Osvaldo Luna García, de 15 años, sus compañeros de clases en la secundaria 89.

Los tres se fumaron un cigarro de marihuana. Entraron a la humilde vivienda y con cuchillos asesinaron a cada integrante de la familia.

Limpiaron la sangre en la sala y el cuarto para después esconder los cadáveres en tambos de agua.

Pero esperaron a Miguel, hermano de César Manuel. Cuando llegó lo atacaron, pero logró sobrevivir. Huyó, pero a él y sus cómplices los atraparon.

Ibarra García declaró entonces a los medios de comunicación que con los homicidios demostró su “valentía” y así ser reclutado por la delincuencia organizada de su natal Sinaloa.

(sba)

(ZOCALO/ Agencias/ 02/07/2015 - 11:36 AM)

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