Tras
las elecciones, se recrudeció la ola de asesinatos en el país, con ejecuciones
de políticos, fosas clandestinas con cadáveres, balaceras y ataques a policías.
En un fin de semana fueron asesinadas 21 personas en García, Nuevo León; en
Tumbiscatío, Michoacán, mueren 12 en enfrentamiento entre civiles; en
Tamaulipas, el Ejército abatió a seis presunto delincuentes; en Acapulco,
Guerrero, hallan siete fosas con 10 cuerpos; y en La Paz, otras fosas con cinco
muertos
Luego
del proceso electoral que dejó una estela sangrienta durante las campañas y
precampañas, los hechos violentos continúan repuntando en diversas entidades
del país con constantes balaceras, crímenes con armas de fuego y el hallazgo de
tumbas clandestinas.
Los
estados de Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Nuevo León se encuentran en esa
vorágine de horror con tiroteos, así como la declaración de emergencia de sus
gobiernos para advertir a sus ciudadanos del riesgo. Jalisco, Baja California Sur, Guanajuato y
Veracruz, también registran actos de barbarie.
A
pesar de lo alarmante de los escenarios, el secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong, aseguró el lunes 22 de junio -durante una competencia
deportiva policial- que México ha regresado a niveles de seguridad que no
existían desde hace más de 10 años; es decir, con una menor incidencia
delictiva.
“Insistiré
en que habría que ver cómo estaba la Laguna, en Coahuila y Durango hace apenas
tres años; o cómo estaba Tamaulipas y cómo está ahora, con el propio
reconocimiento de la sociedad; cómo estaba Nuevo León o Chihuahua; cómo estaba
San Luis o Zacatecas”, enfatizó el funcionario federal.
Sin
embargo, no todos reconocen ese esfuerzo que desea destacar el encargado de la
política interior mexicana. En Guerrero, los empresarios revelaron que
recientemente más de 300 empresas han decidido cerrar y desplazarse fuera de
esa entidad; en Reynosa, Tamaulipas, la
propia autoridad estatal ha alertado a los habitantes sobre las situaciones de
riesgo; y en Monterrey, Nuevo León, el Arzobispado solicitó mayor seguridad.
CRÍMENES DE POLÍTICOS
Pasadas
las elecciones no cesaron los asesinatos de personas vinculadas con el proceso
electoral. También otros políticos en funciones fueron victimados.
El
10 de junio de 2015, desconocidos mataron a Francisco López Liborio, ex
dirigente del comité municipal del Partido de la Revolución Democrática en
Iguala y responsable de la Coordinación Fiscal en Taxco por parte del gobierno
estatal. Lo acribillaron cuando circulaba en su automóvil.
Tres
días después, Mario Caldera Nungaray, de 47 años, presidente seccional del
Partido Revolucionario Institucional, fue localizado sin vida en un tramo
carretero, cerca del poblado de Santa Isabel, en el municipio de General Trías,
Chihuahua. El funcionario fue levantado un par de días antes; apareció
torturado y acuchillado.
El
14 de junio, el hallazgo de los cadáveres del ex candidato del Partido Nueva
Alianza para la alcaldía de Tizapán El Alto, Jalisco, Eduardo Morfín Contreras
y de su esposa, cerca del rancho San Vicente, a un costado de la carretera
Morelia-Guadalajara, hizo suponer que se trataba de un doble homicidio; sin embargo,
las investigaciones pusieron en claro que el político mató a su mujer de un
balazo y después se privó de la vida.
En
la ciudad de Guadalajara, el 19 de junio fue ejecutado a balazos el ex
presidente estatal del PRI y delegado del ISSSTE en funciones, Javier Galván
Guerrero. Sicarios le siguieron cuando el funcionario circulaba en su camioneta
a unas cuadras de la casa oficial del gobernador y le dispararon desde otro
vehículo en movimiento. La Fiscalía Central informó que el móvil podría ser el
litigio por un inmueble con valor de ocho millones de pesos.
El
crimen más reciente de un político ocurrió la noche del martes 23 de junio,
cuando el alcalde electo del municipio de Jerécuaro, Guanajuato -por el Partido
Verde-, Rogelio Sánchez Galán, fue victimado junto a dos personas en la
comunidad de El Fresno. De inmediato, el gobernador panista Miguel Márquez
Márquez descartó que el móvil del asesinato sea de tipo político.
NUEVO LEÓN ENSANGRENTADO
En
Nuevo León, donde recientemente Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco” ganó -y
por mucho- las elecciones a la gubernatura, se registraron 21 asesinatos en el
fin de semana del 19 al 21 de junio. La jornada sangrienta se reportó
principalmente en los municipios de García y San Pedro Garza.
Uno
de los hechos ocurrió la tarde del viernes 19 en la bodega de una agencia
comercializadora de cerveza. Las autoridades informaron que diez trabajadores
del expendio y otras personas fueron asesinadas a balazos. Una más resultó
herida. Presuntamente la disputa en el control de la distribución y venta de la
bebida en los municipios de García y Santa Catarina, serían el móvil.
El
gobierno estatal no descartó que los hechos estén relacionados con los
recientes despidos de 20 integrantes de Policía y Tránsito en el municipio de
García.
Otros
cuatro cadáveres fueron descubiertos dentro de un domicilio de Monterrey. Se
trataba de tres mujeres y un varón. Las demás personas fueron asesinadas en
diversos municipios conurbados.
GUERRERO, SIEMPRE
Después
de la crisis política por el caso de los estudiantes desaparecidos de
Ayotzinapa y el intento de boicot electoral por parte de la CETEG, la violencia
no cesa en Guerrero. Secuestros, balaceras, fosas clandestinas y por si fuera
poco, paros laborales de cuerpos policiales, son las noticias que encabezan los
diarios y noticieros.
El
viernes 19, un comando armado irrumpió en el Jardín de Niños “Ignacio Allende”,
en una zona rural de Acapulco, para sustraer material didáctico y privar de la
libertad una maestra. Los hechos ocurrieron al término de clases.
El
descubrimiento de nuevas fosas clandestinas se reportó el lunes 22 de junio en
la parte alta de un cerro de la colonia Olímpica, en Acapulco. La unidad canina
de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional apoyaron en las labores de
búsqueda y rescate. Se confirmó el hallazgo de por lo menos diez cuerpos en el
lugar. Siete correspondían a hombre y tres eran mujeres.
En
Santa Bárbara, parte serrana del municipio de Chilpancingo, el miércoles 24
fueron localizados los cadáveres de tres médicos y un abogado desaparecidos
desde el viernes anterior en la comunidad de Xolapa, Guerrero. Los galenos José
Oswaldo Ortega Saucedo, Marvin Hernández Ortega y Raymundo Tepeque, así como el
litigante Julio César Mejía Salgado, laboraban en Acapulco.
BALAZOS DE MICHOACÁN
El
11 de junio, habitantes de Nahuatzen incendiaron dos patrullas que tenían
retenidas para exigir solución al conflicto de tierras que sostienen con
habitantes de la comunidad de Sevina, en la Meseta Purépecha. Producto del encono
entre los pobladores de ambas comunidades, una caseta de vigilancia fue
demolida sobre la carretera y una persona resultó lesionada.
Una
balacera acontecida el 16 de junio -entre policías estatales y civiles-, en las
inmediaciones de un rancho que perteneció al narcotraficante Nazario Moreno “El
Chayo”, líder del Cártel de Los Caballeros Templarios, dejó siete personas
muertas, dos de ellas, elementos operativos.
El
escenario del tiroteo fue cerca de La Fortaleza de Anunaki, entre Parácuaro y
Apatzingán, donde los dos uniformados fueron quemados vivos en su camioneta.
Cinco civiles, presuntamente dedicados a la compraventa de chatarra fueron
abatidos por los representantes de la autoridad.
El
lunes 22, una mujer de nombre Gabriela, de 37 años, fue asesinada a bordo de su
vehículo en la ciudad de Morelia. Sujetos desconocidos le dispararon en varias
ocasiones después de que la dama dejó a sus hijos en una escuela cercana. Se
desconoce el móvil del crimen.
Otras
12 personas perdieron la vida la noche del martes 23 durante un enfrentamiento
entre grupos de civiles armados en el municipio de Tumbiscatío, Michoacán. La
balacera ocurrió poco antes de la medianoche en el Rancho Las Cruces, a 50
kilómetros de la cabecera municipal.
SOBREVIVE TAMAULIPAS
En
las ciudades y comunidades tamaulipecas, donde el crimen organizado se ha dado
el lujo de instalar decenas o centenares de cámaras y antenas de video
vigilancia, la supuesta tranquilidad recobrada por autoridades federales nunca
se ha hecho patente y, en últimos días, el clima de inseguridad se disparó.
El
sábado 20 de junio, elementos del Ejército Mexicano que fueron atacados por
presuntos delincuentes, repelieron al fuego y privaron de la vida a seis
individuos. La agresión sucedió cuando los soldados patrullaban por el ejido
Vanguardia, en el municipio de Matamoros. Los presuntos criminales poseían
cinco armas largas, además de cargadores en dos camionetas.
En
Reynosa, la constante circulación de automotores con personas armadas a bordo,
así como las balaceras, movieron a la Secretaría de Seguridad Pública de
Tamaulipas a alertar vía redes sociales a los habitantes sobre una situación de
riesgo. El lunes 22, el ayuntamiento reynosense emitió una alerta de semáforo
amarrillo y pidió evitar la colonia Balcones de Alcalá.
Otras
entidades no escapan de la creciente actividad criminal. En Guanajuato, además
del asesinato del alcalde electo de Jerécuaro, el 12 de junio tuvo en la ciudad
de León el reporte de una balacera entre
asaltantes y policías, con saldo de cinco personas heridas. Y el domingo 21,
cuatro estudiantes que celebraban su graduación en Pénjamo, fueron baleados.
Uno de los jóvenes falleció y tres resultaron heridos.
También
se reportan hechos negativos tras las elecciones en Benito Juárez, Sonora,
donde fue asesinado el director de la Policía, René López Cervantes; en
Tamiahua, Veracruz, fue incendiado el Palacio Municipal; en Ciudad Juárez, dos
jovencitas fueron abusadas sexualmente y asesinadas; en Tamazula, Durango, una
balacera con dos muertos y cinco detenidos; además del descubrimiento de fosas
clandestinas con cinco cadáveres en La Paz, Baja California Sur.
Pese
a todo lo anterior, para las autoridades federales, los índices de criminalidad
están retrocediendo a como estaban hace aproximadamente 10 años.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ/ Luis Carlos Sáinz Martínez / 01 de Julio del 2015 a las 21:47:58)
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