Ciudad
de México, 2 de julio (SinEmbargo).– La Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) pidió al Gobierno de México “adoptar las medidas necesarias para
preservar la vida y la integridad personal” de Alejandro, uno de los
sobrevivientes de la matanza perpetrada por fuerzas federales en Apatzingán,
Michoacán, el pasado 6 de enero, y que sería perseguido y amenazado “tanto por
la Policía Federal como por miembros del Cártel de Los Caballeros Templarios”.
El
organismo dependiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
refiere en su medida cautelar 251-15, dada a conocer este jueves, que “cuando
la Policía Federal tuvo conocimiento de que Alejandro había sobrevivido y se
encontraba internado en el Hospital, habría informado que él quedaría en
calidad de detenido. De acuerdo a la solicitud, uno de los policías habría
intentado sobornar al médico encargado para que inyectara en Alejandro una
sustancia que le ocasionara la muerte”.
La
CIDH refiere que el médico se negó y, por el contrario, alertó a la familia de
la situación.
La
Comisión precisa que Alejandro fue acusado de portar armas del uso exclusivo
del Ejército y haberlas accionado. “Sin embargo, un dictamen negativo por parte
de un perito habría impedido que prosperarán las acusaciones en su contra”.
Junto
a estas denuncias, la CIDH da cuenta de una serie de actos de intimidación en los
que habrían incurrido las fuerzas federales. Ante ello la “Comisión considera
que la información presentada demuestra primera facie que Alejandro y su
familia se encuentra en una situación de gravedad y urgencia puesto que su vida
e integridad personal se encontraría en una situación de riesgo inminente”.
El
documento detalla que Alejandro “como supuesto sobreviviente” habría comenzado
a ser perseguido y amenazado tanto por a Policía Federal como por miembros del
Cártel de Los Caballeros Templarios.
Explica
que de acuerdo con la información de los solicitantes, desde el 31 de enero
pasado, un día después de salir de la clínica, Alejandro comenzó a recibir
amenazas telefónicas.
Luego,
el 19 de marzo, cuando salió a la luz una entrevista en medios de comunicación
que Alejandro dio a una periodista, y pese a que la dio de manera anónima,
desde la publicación del reportaje “Alejandro comenzó a notar que policías
federales lo perseguían”.
Destacan
que el 7 mayo, el hermano mayor de Alejandro habría sido secuestrado. Los
plagiarios lo liberaron dos días después y le informaron que lo habían
confundido con Alejandro.
Además
le habrían enviado un mensaje para su hermano: “que se callara y que se cuidara
porque ya lo traemos cortito”.
Mientras,
el 11 de mayo pasado, Alejandro habría sido allanado por hombres armados que
presuntamente pertenecían al corte de Los Caballeros Templarios. Quien entraron
a su casa portando armas de fuego. Sin embargo, Alejandro habría logrado
esconderse en un cerro y así logró escapar.
Debido
a este suceso, dos días después Alejandro se habría desplazado a otra ciudad,
con sus debidas precauciones para no se encontrado. Pese a ello, entre el 25 y
29 de mayo, nuevamente recibió llamados donde le advertían: “ya sabemos dónde
estás”.
Nuevamente,
el 6 de junio, el hermano mayor de Alejandro habría sido secuestrado y liberado
al día siguiente con un nuevo mensaje para él, donde le advertían que tenía que
“entregarse” para evitar que “hicieran pedazos a su familia”.
Ese
mismo día, Alejandro presuntamente recibió cinco llamadas telefónicas para
amenazarlo a fin de que no volviera a dar ninguna entrevista: “va la verga, la
verga, cuidado, cuidado […] ya sabemos que andas con los viejos”, “estás bien
pendejo”, “te va a llevar la verga”, le dijeron.
Días
después, el 12 de junio, Alejandro habría recibido un ultimátum proveniente
presuntamente de Los Caballeros Templarios, indicándole que “se callara” y que
tenía que entregarse el domingo 14 d junio de 2015, o de lo contrario “se
llevarán a toda su familia”. En el mismo mensaje, le mencionaron que “el jefe
le había dado luz verde para tomar al primer familiar que se encontrara, puesto
que allá las cosas se resolvían a lo chino”.
La
CIDH explica que el 22 de junio pasado recibió la petición de medidas
cautelares para Alejandro por parte de una Organización No Gubernamental (ONG)
de derechos humanos que prefirió quedarse en el anonimato.
(EXCELSIOR/
Redacción / julio 2, 2015 - 17:28h)
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