Otro
escándalo del Nuevo Sonora
Conrado
Rivera Durazo, ex trabajador del
Instituto Sonorense de Educación para Adultos pide se investigue presuntos
negocios turbios con exámenes y expedición de certificados de bachillerato en sistema
abierto; la denuncia, que ya analiza la Secretaria de la Contraloría
estatal involucra al Sindicato de
Trabajadores de la Radio y la Televisión, sección Hermosillo, que dirige José
Cruz Victorín, al ser ubicado como uno
de los beneficiarios del actuar de una red dedicada a lucrar con la venta de guías
de estudio que garantizan la obtención de certificado de educación media
superior abierta en tan solo dos meses.
Una
red de tráfico de influencias tejida por hilos que llevan a una ilegal compra-
venta sobre pedido de certificados de bachillerato en sistema abierto, y en la
que estarían involucrados altos directivos del Instituto Sonorense de Educación
para Adultos de Sonora, ISEA,
organismos privados, civiles y
gremiales, fue hecho del conocimiento de la Secretaría de la Contraloría
Estatal por un ex trabajador de esta institución.
Se
trata del ciudadano Conrado Rivera Durazo, quien, desde octubre de 2019 hasta
septiembre de 2014, laboró en el área administrativa de la coordinación de
preparatoria abierta del ISEA, tiempo suficiente, según asegura, para descubrir una red de tráfico de influencias al interior y exterior del Instituto, donde
aparentemente se estarían expidiendo certificados de bachillerato abierto sin
cumplir con la normatividad del sistema de educación para adultos en su
modalidad abierta que debe regir en todo México, peor aún, a cambio de
aportaciones económicas de los beneficiarios.
Rivera
dice haber aglutinado pruebas contundentes y evidencias sobre actos al margen de la ley en el ISEA a
lo largo de los años que laboró, antes de ser despedido en septiembre del año
pasado, cuando fue señalado como quien pretendería poner al descubierto las
anomalías en la acreditación de materias, presentación de exámenes extra
ordinarios y expedición de certificados de estudios sin el sustento académico y
normativo que debe seguir a ese proceder.
Tales
documentos, acompañados de eventuales pruebas que sustentan su denuncia, fueron
presentados por el ex trabajador del ISEA ante la Secretaría de la Contraloría
Estatal, con atención directa a su titular, Guadalupe Ruiz Durazo, quien instruyó a la directora General de Órganos de
Control y Vigilancia María Trinidad Leyva Candelas atendiera personalmente al
quejoso, comprometiéndose esta
funcionaria, ante la presencia de este medio, de llegar hasta las últimas
consecuencias sobre los señalamientos, una vez analizados los elementos y
admitidas las pruebas y poder tipificarse como denuncia formal.
En
su informe a la autoridad, el recurrente
demanda una investigación a fondo sobre el proceder de tres altos funcionarios
del ISEA como responsables directos, así
como organizaciones privadas y gremiales que pudieran estar coludidas en esta
presunta red de tráfico de influencias que desde el Instituto ha permeado en
varios sectores de la sociedad, al menos en los últimos cinco años.
En
la denuncia por escrito, cuya copia obtuvo Dossier Político, el ex trabajador
del ISEA señala como presunto cabeza de la red de tráfico de certificados al propio Director General del Instituto en
mención, Eduardo Romero Campa, al Director de Servicios Educativos, Halamán
Santos Márquez y al Coordinador de Preparatoria Abierta de la misma entidad
pública, Ángel Armando Maytorena Hernández.
Otros
señalados son algunos organismos civiles, escuelas privadas intermediarias y
sindicatos, entre los que sobresale, el Sindicato de Trabajadores de la Radio y
la Televisión, sección Hermosillo, que dirige José Cruz Victorín y los que
resulten responsables, de una presunta colusión para lucrar con la expedición
de certificados de preparatoria abierta, tan solo en Hermosillo, sin descartar
que su campo de acción alcance otras regiones del estado y del país.
PREPA ABIERTA, TIANGUIS DEL “ACORDEÓN”
Conrado
Rivera fue entrevistado por Dossier sobre su denuncia de presunto tráfico de
certificados de preparatoria y sobre la denuncia al respecto presentada y
recibida por la Contraloría Estatal de sus propias manos y por propia voluntad.
Y
es insistente al ventilar que por instrucciones y decisión del director general
del ISEA, Eduardo Romero Campa, a través
de dos de sus más allegados colaboradores,
cientos de adultos alumnos se han hecho acreedores a certificados de
bachillerato abierto sin mérito escolar alguno o aprovechamiento real de
conocimientos básicos en educación media superior.
No
son pocos y principalmente se incluye en la larga lista a recomendados
de funcionarios estatales y municipales, o liderazgos afines al grupo político
del titular, o organizamos de la sociedad civil o gremiales que han convenido
con el Instituto y actuar como padrinos de alumnos que solo tienen cursada
hasta la secundaria.
El
denunciante puso a disposición de la Contraloría Estatal los indicios de
corrupción en el ISSEA, en donde miles de alumnos de bachillerato abierto,
previa “aportación voluntaria” de cien
pesos por concepto de pago de una “guia de estudio” por cada examen
presentado, se han hecho acreedores al
certificado de preparatoria en un tiempo récord de dos meses, tiempo en el cual el alumno habría presentado
y aprobado un total de 33 exámenes, es decir, un promedio de un examen cada dos
días.
“Las
irregularidades consisten en que, previo acuerdo económico pactado, (cien pesos
de cada guia de estudios correspondiente a cada uno de los 33 exámenes) el
estudiante obtiene en dos meses el certificado. Es decir, con las 33 guia de
estudio que le venden en cien pesos cada una, le garantizan y ayudan a acreditar
esas 33 materias del plan de estudios, además de un alto promedio en sus
calificaciones, que en circunstancias normales no alcanzaría”, relata Rivera
Durazo a la Contraloría.
Dijo
que esta anomalía inicio a mediados del 2012, cuando la coordinación de
preparatoria abierta del ISEA, por instrucciones del director general y sin el
aval de las autoridades federales del sistema abierto, elaboró, editó y puso a
la venta, un material que le denominaron ‘Guia de Estudio para Asesorías’, que
para el denunciante no es otra cosa que un “acordeón”, a disposición de quien acceda a pagar los cien pesos por cada
examen que quiera presentar.
En
las cuentas e informes financieros del ISEA no aparecen por ningún lado los
ingresos por concepto de pago de Guía de Estudio para Asesoría, aunque si se
muestran en su portal los listados de miles de alumnos que han obtenido su
certificado de estudios, mediante la acreditación de exámenes extraordinarios y
ordinarios.
Al
respecto, la normatividad del ISEA establece que todo alumno del sistema de
bachillerato abierto podrá solicitar como máximo se le apliquen ocho exámenes
cada mes, distribuidos en cuatro cada quince días, si estos son del tipo
evaluación ordinaria.
En
caso de exámenes considerados extraordinarios,
para acceder a ellos el alumno deberá tener acreditadas al menos 20
materias de las 33 que contemplan el plan de estudios, y las evaluaciones se
realizarán una cada semana, es decir, para pasar las trece materias restantes
requerirá el alumno presentar no más de cuatro pruebas de conocimiento al mes.
Sin
embargo, esto no sucede en el ISEA
Sonora y la gran mayoría de alumnos que adquieren su certificado y que formen
parte de la lista que presenta alguna organización que ha signado convenio de
colaboración con el Instituto, logra
cursar las 33 materias en tan solo dos meses con calificaciones que van del
siete al diez de promedio, siempre y cuando adquieran la Guía de Estudio para
Asesorías”, cuyo costo es de cien pesos por cada examen presentado.
Al
son del “acordeón”, bailan de cachetito el STIRT y el ISEA
Como
una muestra que asoma a las múltiples anomalías en el ISEA, Conrado Rivera
Durazo, presenta ante la Contraloría Estatal una relación de alumnos que
supuestamente son trabajadores adheridos al Sindicato de la Radio y la
Televisión, sección Hermosillo, donde a estos días, al menos unos doscientos
habrían obtenido su certificado de preparatoria abierta en el insólito lapso de
dos meses, acreditando en dicho lapso 33 exámenes extraordinarios, no solo
satisfactoriamente, sino obteniendo calificaciones de ocho puntos en promedio.
No
solo eso, el denunciante asegura que ha sabido de manera extra oficial, que
algunos alumnos y supuestos trabajadores habrían pagado al sindicato mencionado
entre seis y ocho mil pesos por la obtención de su certificado de preparatoria,
al margen de tener que cubrir al ISEA el pago de cien pesos por cada una de las
33 guías de estudio para asesoría que corresponden a cada examen presentado
para liberar el documento que los acredita como haber cursado el bachillerato
abierto “satisfactoriamente”.
Es
por ello, que el señor Rivera Durazo está demandando a la Secretaría de la
Contraloría que investigue si los alumnos beneficiados con certificado de
preparatoria mediante convenio entre el ISEA y el STIRT, corresponde
efectivamente a trabajadores de la industria radiofónica y televisiva de
Hermosillo y si estos efectuaron un pago monetario, ya sea al gremio que los
apadrino o al ISEA.
De
resultar haber pagado alguna cantidad, se demanda que el caso sea turnado al
Ministerio Público para proceder penalmente por una probable comisión de
delitos contra la administración pública y el patrimonio de los beneficiados en
contra del dirigente sindical, Jose Cruz Victorín y el director del ISEA,
Roberto Romero Campa y sus subalternos con cargos directivos.
El
denunciante recordó que en febrero del 2013 el dirigente del STIRT, José Cruz
Victorin y el Director del ISEA en Sonora, Roberto Romero Campa signaron un
convenio para ofrecer la preparatoria abierta, originalmente, a un grupo de
cincuenta afiliados al gremio; pero al ver los signantes que el programa
resulto “todo un éxito”, pronto el universo se amplió a cien trabajadores
beneficiados con la acción colaborativa.
Este
fenómeno, para Rivera Durazo no es otra cosa que en “una vil muestra de las
ambiciones personales y desmedido acto de lucro y deshonestidad por parte de
Jose Cruz Victorin y Roberto Romero, quienes han visto la educación abierta
como una beta rica de explotar para los negocios sucios que dejan millones de
pesos en las cuentas de estos personajes, sin que rindan cuentas a nadie, ni
nadie se las exija”.
El
caso es que, pasado el tiempo, a estos días que corren no menos de doscientos
“sindicalizados” tan solo de la sección Hermosillo han obtenido su certificado
de bachillerato abierto.
“Todo
se ha realizado con el mismo procedimiento, lo que confirma y refuerza la
sospecha de actos de corrupción y tráfico de influencia. Un número no
determinado pero si comprobado no son trabajadores de la radio o televisión en Hermosillo. Unos son
trabajadores de dependencias del gobierno del estado, reconocidos militantes y
activistas del partido en el gobierno, algunos más familiares o amigos de trabajadores o personas
trianguladas por funcionarios de los órdenes de gobierno estatal o municipal en
turno.
Se
habla de que por cada certificado expedido, la persona beneficiaria debe
cumplir con un aportación que no está determinada con precisión, pero que
fluctúa entre los seis mil y ocho mil pesos”, concluye Rivera Durazo.
(DOSSIER
POLITICO/ Fernando Gutiérrez R. / 2015-07-07)
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