Presunto
narcotraficante y jueza exhiben carencias de la Procuraduría General de la
República. El hijo de “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación,
fue detenido, liberado y vuelto a aprehender en cuestión de horas. Agentes
federales y del Ministerio Público Federal cometieron abusos y faltas al debido
proceso, convirtiendo al inculpado en víctima. La última de las imputaciones,
desaparición de personas, parece más un capricho por retenerlo que de procurar
y administrar justicia
El
juego del “gato y el ratón” entre la Procuraduría General de la República (PGR)
y el joven presunto narcotraficante Rubén Oseguera González “El Menchito”
volvió a exhibir las fallas crónicas de la institución encargada de procurar
justicia en el país.
Violación
de derechos fundamentales, una mala integración de la averiguación previa,
insuficiencia y deficiencia probatoria, son tan solo algunas de las pifias
mostradas por el Ministerio Público de la Federación en la consignación del
hijo de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva
Generación (CJNG).
El
asunto no es menor en los momentos en que México transita del sistema de
justicia tradicional mixto al acusatorio adversarial, pues en el nuevo modelo,
los errores y violaciones al debido proceso serán más notorios e inmediatamente
públicos.
El
cuestionado arribo a la titularidad de la PGR de la ex senadora priista Arely
Gómez, quien carecía de experiencia en la procuración de justicia e hizo toda
una carrera en el Poder Judicial de la Federación, parece agudizarse ante
situaciones como la recientemente descrita.
“Se
supone que con esa inexperiencia de la primera fiscal del país, sería suplida
con sus principales herramientas de trabajo como juzgadora -al analizar
legalidad- o de la Suprema Corte de Justicia de la Nación -al estudiar aspectos
de constitucionalidad-, pero resulta que no ha capacitado a su gente en esos
puntos torales”, aseguró un experto abogado entrevistado por ZETA.
LA CAPTURA
Apenas
el 23 de junio, la Comisión Nacional de Seguridad informó que agentes de las
fuerzas federales detuvieron en el municipio de Zapopan, Jalisco, a Rubén
Oseguera González, presunto número dos en la estructura del CJNG que su padre,
“El Mencho”, comanda en el Occidente de México.
Se
dijo que la captura -registrada en el marco de la “Operación Jalisco”- ocurrió
cuando el junior circulaba a bordo de un automotor en compañía de su cuñado
Julio Alberto Castillo Rodríguez. Dentro del carro fueron localizadas diversas
armas de fuego.
El
comisionado de seguridad Monte Alejandro Rubido, informó que “uno de estos
fusiles contaba con las siglas alusivas al grupo delincuencial grabado el
acrónimo ‘CJNG’, el número 02 y la abreviatura ‘JR’, eso en un costado, en el otro aparece la palabra ‘Menchito’.
Al
momento de su aprehensión, Oseguera González mostraba un parche en la nariz,
producto de una cirugía estética, presuntamente para cambiar su fisonomía.
Tanto
Oseguera como Castillo fueron internados en el penal de máxima seguridad
“Altiplano” en Almoloya de Juárez, Estado de México, y puestos a disposición
del Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en la ciudad de
Toluca.
Les
imputaron los delitos de acopio de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército,
posesión de cartuchos de uso reservado a las Fuerzas Armadas y delincuencia
organizada con la finalidad de desarrollar funciones de administración,
dirección o supervisión.
“El
Menchito” también fue consignado por portación de arma de fuego de uso
exclusivo del Ejército, y Julio Alberto por portación de arma de fuego sin
licencia.
LIBERACIÓN Y RECAPTURA
El
miércoles 1 de julio, al resolver el término constitucional, la jueza Nadia
Villanueva decretó auto de libertad por falta de elementos para procesar a
favor de los señalados, por estimar que existieron violaciones graves durante
su detención y las horas subsecuentes en la puesta a disposición.
Oseguera
González no desconocía este tipo de fallos. En enero de 2014 fue detenido por
primera vez. En octubre siguiente fue exonerado por un Juzgado federal
mexiquense y egresó del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) de
Almoloya. Fue recapturado y arraigado para ser consignado de vuelta en
diciembre ante un juez del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco,
y de nuevo liberado en enero del año en curso.
En
el más reciente capítulo, “El Menchito” y su cuñado recibieron con beneplácito
la noticia de su libertad, pero durante el trámite de excarcelación fueron
recibidos por agentes federales de la PGR para trasladarlos a las instalaciones
de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada
(SEIDO).
La
retención de Rubén y Julio Alberto fue justificada por los elementos federales
con base en una orden de presentación girada por el Ministerio Público de la
Federación para que se les investigue por la desaparición de dos personas en
Michoacán.
A
la vez que se conocía de la recaptura de los liberados, la PGR informó que
apelaba al veredicto de la juzgadora, por considerar que no estuvo totalmente
apegada a derecho.
JUEZ DE LEGALIDAD
Nadia
Villanueva, quien resolvió el término constitucional de los indiciados, fue
clara en sus razonamientos lógico-jurídicos para justificar la libertad por
falta de elementos para procesar al hijo de “El Mencho” y su familiar político:
1.-
Existió una intromisión ilegal al domicilio de los indiciados por parte de la
Policía Federal, a fin de lograr su detención.
2.
Los inculpados no fueron puestos a disposición ante el Ministerio Público de la
Federación de forma inmediata, sino hasta nueve horas después, cuando fueron
presentados ante la fiscalía de la Unidad Especializada de Búsqueda de Personas
Desaparecidas de la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito
y Servicios a la Comunidad de la PGR.
3.
No fueron debidamente asistidos de forma inmediata por defensor ante la Representación
Social de la Federación, sino hasta que emitieron su declaración ministerial.
4.
El MPF acreditó la existencia de la organización criminal denominada “Cartel de
Jalisco Nueva Generación”; sin embargo, no probó -ni siquiera indiciariamente-
la vinculación de los inculpados a dicha organización delictiva.
Los
puntos anteriores fueron plasmados institucionalmente en una nota informativa
emitida por el Consejo de la Judicatura Federal.
LO QUE DIJO LA PGR
Más
tarde, la PGR hizo lo propio a través de un comunicado de prensa en el que
expresó su inconformidad por la resolución de la impartidora de justicia que
concedió la libertad a los presuntos miembros de la cúpula del grupo delictivo
de iniciales CJNG.
“En
el marco de la división de competencias y atribuciones entre las instancias de
procuración y administración de justicia, la Procuraduría General de la
República tomó conocimiento de la resolución pronunciada esta mañana por el
Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de
México, con relación al auto de libertad dictado a favor de Rubén Oseguera
González y Julio Alberto Castillo Rodríguez”, señaló solemnemente el boletín.
La
PGR afirmó que acató la determinación judicial en todos sus términos, pero que
dicha fiscalía “NO COMPARTE LOS CRITERIOS DE VALORACIÓN QUE SUSTENTARON LA
RESOLUCIÓN”. Así, con mayúsculas. Enseguida se informó que se interpuso el
recurso de apelación correspondiente.
De
acuerdo con la dependencia ministerial, la juzgadora del caso le dio todo el
valor probatorio a las declaraciones de unos policías de Zapopan que no
estuvieron en el lugar de la detención y aseguraron que la captura no ocurrió
en un vehículo, sino en un domicilio. Tampoco la administradora de justicia
tomó en cuenta las armas aseguradas.
Según
la PGR, hizo todo lo que estaba a su alcance en actuaciones para probar el nexo
de los detenidos con la organización criminal que dirige el padre de uno de
ellos.
FALTA DE CAPACIDAD
Para
el abogado Jorge Huerta Partida, con más de 25 años de experiencia en el ramo
penal, la capacidad de diversos funcionarios de la PGR deja mucho que desear,
debido a que no reúnen el perfil para tan relevantes encomiendas.
El
maestro en derecho criticó el desempeño de la procuradora general de la
República, Arely Gómez, quien “no tiene experiencia en cargos similares al que
desempeña, y eso habla de las graves deficiencias en cuanto a la integración de
las indagatorias.
“Sobre
todo con el cambio de sistema de justicia penal -del inquisitivo mixto al
acusatorio adversarial-, sabemos todos que es un procedimiento garantista y que
sí definitivamente no se respetan las garantías del imputado, habrá resultados
similares a los de la libertad de estos personajes”, aseveró el entrevistado.
Huerta
Partida lamentó que no haya capacidad ni capacitación en el personal
ministerial federal, por lo que lamentablemente, en el Nuevo Sistema de
Justicia Penal, “las libertades van a seguir a la orden del día”.
“Presuntos
delincuentes libran la acción de la justicia debido a que se obtienen pruebas
de forma ilícita, y por consiguiente, queda plenamente demostrado que no se
están respetando los derechos de los imputados, que se están vulnerando los
Derechos Humanos y las prerrogativas consagradas en la Carta Magna, y de manera
reiterada”, finalizó el jurisconsulto.
ÚLTIMOS AMPAROS
El
30 de junio, un día antes de ser liberado, Rubén Oseguera González interpuso un
juicio de amparo ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materias de Amparo y de
Juicios Federales en el Estado de México, reclamando acciones de diversas
autoridades del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “Altiplano”.
“El
Menchito” se quejó de la falta de atención médica. El juez decretó de oficio y
de plano su suspensión para el efecto de que cese de inmediato cualquier acto
prohibido por el Artículo 22 constitucional, “y proporcionen la atención médica
única y exclusivamente por el padecimiento que refiere el quejoso en la
especialidad de otorrinolaringología”.
Otra
demanda de garantías, previendo su posible libertad y la de su cuñado, fue
presentada ese mismo día ante el Juzgado Primero de Distrito en Materias de
Amparo y de Juicios Federales en la capital mexiquense, en contra de actos de
la procuradora general de la República y otras autoridades.
Los
reclamos fueron “tortura física y psicológica, y la orden de detención y su
ejecución”. El juez de amparo también concedió la suspensión de plano para que
-de existir- cesen dichos actos de inmediato y, a su vez, las mismas
autoridades vigilen que se cumpla dicho ordenamiento del mando judicial.
El
juzgador comisionó a un actuario de la adscripción para que se constituyera en
el penal de máxima seguridad donde estaban internados los quejosos y diera fe
de las condiciones físicas de los mismos, además de realizar una inspección de
las estancias en que se encontraban y describiera los bienes con que cuentan.
Sin embargo, cuando el actuario acudió al CEFERESO 1 se enteró de que ya habían
sido liberados.
INTELIGENTE PERO INTOLERANTE
De
la lectura de rostro de Rubén Oseguera González “El Menchito”, la especialista
en psicología criminal, Estela Magaña, pudo concluir que el personaje es un
tipo inteligente y violento. “Es una persona inteligente, cerrada, poco
sensible, irritable, labioso, envolvente, manipulador, con tendencia a razonar
todo”, aseguró la experta.
Sobre
su presunta importancia en el organigrama del Cártel Jalisco Nueva Generación,
Magaña aseguró que en “El Menchito” predomina su hemisferio izquierdo, “por lo
que tiende a liderar, dominar y controlar”. Los atributos que posee el muy
joven lugarteniente de una de las organizaciones delincuenciales más poderosas
de México, son contrariados en sus momentos de crisis, pues “cae en depresión,
intolerancia y se torna muy impaciente”. A pesar de su liderazgo, Oseguera
González tiene “dificultad para el manejo de emociones”, concluyó el breve
análisis sobre una fotografía del personaje tomada durante su primera captura,
en enero de 2014.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/
INVESTIGACIONES ZETA/ 06 DE JULIO DEL 2015 A LAS 12:00:50)
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