jueves, 16 de enero de 2014

NI IDENTIDAD, NI CASA Y SIN SABER LEER




A la familia de Consuelo Ramos, desplazada por la violencia en dos ocasiones de su pueblo La Mesa, en la sierra de Sinaloa de Leyva, no se le ha acercado alguna autoridad para apoyarlos

CULIACÁN.-  En un cuarto de menos de 5 metros cuadrados habita una familia de 30 miembros. Al menos 18 son menores de edad que no están en el Registro Civil, no van a la escuela y no saben leer.

Es la familia de Consuelo Ramos, desplazada por la violencia en dos ocasiones de su pueblo La Mesa, en la sierra de Sinaloa de Leyva, y que apenas vive en la Colonia Lázaro Cárdenas desde hace siete meses sin que a la fecha alguna autoridad se haya acercado. Pero tampoco recibieron ayuda allá, arriba, en su pueblo.

Macaria de 67 años, la matriarca de la familia, cuenta que antes de venirse para Culiacán les llegaban comentarios de que en los pueblos de abajo, cerca de Sinaloa de Leyva, entregaban despensas y apoyos, pero nunca subían a La Mesa y ranchos de los alrededores.

"Sí escuchábamos que la despensa, que el apoyo, pero en los ranchos que están a una hora ahí nomás de Sinaloa, nosotros vivíamos cuatro horas arriba en la sierra, pegados ya casi a Chihuahua, oiga, para allá nunca llegó la ayuda", dice.

Abandonaron su pueblo natal por vez primera en 2012, cuando la violencia empezaba a recrudecer. Llegaron

a Culiacán, pero unos meses después decidieron regresar, pues la situación no mejoró en la ciudad.

"Eso fue en noviembre del 2012 y fuimos y pasamos otra vez y nos bajamos en junio el año pasado", dice Consuelo.



"Los últimos meses que estuvimos allá arriba casi nos la vivíamos en el monte, con los chiquillos llorando por el hambre y muriéndose de sed, no podamos ni bajar pa' las casas porque estaba muy feo".

(Con información de Nancy López)
(NOROESTE/REDACCIÓN /16-01-2014)

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