CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — La bonanza que vivió la producción
de hierro en Michoacán en los últimos años fue tal que ni el descenso de
precios de 187 dólares por tonelada en 2010 a casi 151 a finales de
2013 detuvo el apetito de grupos delictivos que se asentaron en la
entidad, ávidos de obtener ganancias ilícitas mediante la explotación y
exportación ilegal del mineral hacia China.
“Lejos de acabarse, lo que volvió a detonar el conflicto fue la caída
en los precios, porque cuando (mineras y siderúrgicas) intentaron
explicar a los ejidatarios la baja en precios por la caída de la demanda
mundial y quisieron renegociar los acuerdos económicos (de compensación
con los comuneros) se encontraron con el problema de que Los Templarios
no funcionan bajo esa lógica de mercado y no iban a aceptar una rebaja
en lo firmado”, señaló una fuente con conocimiento del asunto que
solicitó el anonimato por cuestiones de seguridad.
El descenso en el precio del hierro estaba relacionado con la
desaceleración de la economía china, que provocó que el boom del mineral
cayera, explicó por su parte el analista de Monex Fernando Bolaños.
“La desaceleración en China implica menor demanda y menor precio, y
deberíamos estar pendientes de esto para 2014, si es que se mantiene
esta tendencia”.
El país asiático produce cerca del 45% del acero en el mundo, y
consume poco más del 46%, según los datos más recientes de la Asociación
Internacional del Acero.
A pesar de la desaceleración de la demanda de acero -que se produce
mediante una ferroaleación entre el hierro y el carbono- los precios del
metal todavía seguían siendo atractivos, tanto que “empresarios chinos”
también quisieron aprovechar el auge que vivía Michoacán.
Además de las organizaciones delictivas como Los Caballeros
Templarios y los grupos de autodefensas, al estado llegaron empresas de
origen asiático, que de forma legal e ilegal empezaron a exportar el
metal a través de la principal terminal portuaria del país, Lázaro
Cárdenas.
Nota relacionada: Lázaro Cárdenas mueve más de 165,000 millones de pesos anuales
Algunos “empresarios” de esa región comenzaron a operar como fondos
de inversión al capitalizar a pequeños ejidatarios en Michoacán para que
pudieran explotar el hierro a cambio de comprarles el mineral, que
ellos mismos transportaban y exportaban, explicó una fuente involucrada
en las negociaciones entre ejidatarios y empresas mineras, quien pidió
resguardar su identidad.
“La mayor parte del hierro que se exporta parece que se hace de
manera legal, aunque no sabemos qué hay detrás de eso. Otra parte se
roba de las minas y se transporta a través de intermediarios a China”,
explicó por su parte el director de seguridad del Instituto Mexicano
para la Competitividad (Imco), Alejandro Hope.
Un funcionario de la Embajada de la República China en México dijo
que oficialmente no han sido informados sobre la operación de posibles
empresas de su país que participen en dichas actividades ilícitas.
“La embajada de China en México no está informada oficialmente de
este asunto. No sabemos si hay empresas chinas que tienen relaciones con
este negocio. El Gobierno siempre exige a las empresas que realicen
negocios en conformidad con las leyes de los países donde operan y China
está dispuesta a trabajar junto con las autoridades mexicanas para
crear un ambiente positivo para la operación de las empresas chinas en
México y promover así la cooperación bilateral mutuamente beneficiosa
entre ambos países”, aseguró la Embajada.
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