“No podías despegarle los ojos a tu carro, a tus bicicletas, a cualquier cosa, de repente llegaron los rateros y fue como si les hubieran dicho que hicieran lo que quisieran”, comentó.
Recordó que su domicilio fue sufrió el embate de los ladrones en tres ocasiones.
Dijimos “hasta aquí”. Su familia se cambió a un sector más céntrico, muy cerca de donde vive su suegra en La Cuesta.
Él es uno de los 98 mil 577 juarenses que se cambiaron de una zona a otra de la ciudad para autoprotegerse, un fenómeno de “migración” interna que se vivió durante los años más álgidos de inseguridad en la frontera.
Datos obtenidos a través de un estudio de percepción de seguridad, en el que se midió la movilidad social ocurrida aquí, personal del Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia estimó que en Ciudad Juárez el 7.4 por ciento de la población se cambió de domicilio para tratar de evadir a la delincuencia, destacando en esta actividad las personas de un nivel socioeconómico alto.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) establece que durante el Censo del 2010 se contabilizó aquí a un millón 332 mil 131 habitantes.
A nivel estatal se calcula que unas 44 mil familias se cambiaron de vivienda debido a las condiciones de inseguridad en su momento enfrentaron en los lugares donde habitaban.
El análisis, del cuál El Diario tiene una copia, establece que además de la emigración provocada por la inseguridad que originó salidas de las poblaciones del estado hacia otras zonas, dentro de las mismas localidades se dio un fuerte movimiento por motivos de seguridad de una colonia o fraccionamiento a otro.
Los investigadores definen la colonia como un espacio geográfico conformado por varias manzanas donde se encuentran construidas viviendas y/o establecimientos económicos, lo que corresponde a la micro región donde interactúa la familia diariamente.
Este movimiento migratorio, determina el estudio, es muy notable en Ciudad Juárez, así como en otras partes del estado como Camargo, Guadalupe y Calvo, además de la zona de Ocampo, Moris y Uruachi.
Una peculiaridad que arrojó la encuesta, realizada durante el 2012 con una muestra estatal de 19 mil 046 individuos, es que el mayor porcentaje de personas que se cambiaron de domicilio por cuestiones de seguridad pertenecen a un nivel socioeconómico alto con el 19 por ciento, las del medio-alto representaron el 7.5 por ciento, las de medio el 4 por ciento, las de medio-bajo el 3.8 por ciento y las de bajo 3.4 por ciento.
El estudio obtuvo, entre otras conclusiones, que seis de cada 10 personas perciben su ciudad/población, definida como un área urbana o rural que comprende una macro extensión que es determinada por una entidad político administrativa conformada por varias colonias y sectores, como insegura en su mayor parte, mientras que tres la ve segura en su mayor parte.
Además, cuatro de cada 10 sienten que la inseguridad se mantuvo durante el último año, aunque se reportan diferencias significativas entre los 20 municipios de Chihuahua que fueron objeto del estudio.
Es robo el que más atemoriza
Felipe y su familia quienes vivieron por casi cinco años en El Mezquital, sufrieron el robo en su domicilio en tres ocasiones.
La primera vez en 2009, cuando se metieron y se llevaron tres televisiones y un aparato reproductor de sonido.
“Nos pudo mucho, porque habíamos comprado esos aparatos con mucho esfuerzo mi esposa y yo, de verdad que nos dieron ‘en la torre’ esos desgraciados”, señaló.
Una segunda ocasión fue una situación más peligrosa, ya que se metieron a su domicilio cuando su mujer e hijos estaban en la planta alta.
“Oyeron ruidos y mi esposa se encerró con los niños en una recámara, pero los rateros oyeron y se fueron, sólo se llevaron una bicicleta y otras cosas que encontraron de pasada”, expresó.
Ya en el 2011, aunque las puertas y ventanas estaban aseguradas, los ladrones se metieron en una ocasión que la familia asistió a una fiesta, cuando regresaron se dieron cuenta que su vivienda estaba dañada y, de nuevo, se quedaron sin televisiones.
“Esta vez se llevaron ropa, las pocas joyas que teníamos, aparatos de esos electrodomésticos y hasta ropa.
Sin embargo, el sentimiento de inseguridad los acompaña siempre,
pese a que se cambió de casa.
“Es algo que no te puedes quitar de encima, siempre tienes miedo de que van a venir otra vez. Siempre”, estableció.
De hecho, el estudio del Observatorio Ciudadano estableció que el delito o circunstancia de inseguridad que las personas tienen más temor sufrir es el robo a casa habitación, seguido por verse en medio de una balacera.
En orden decreciente, los entrevistados refirieron miedo a ser asaltados en la calle, a que les hurten artículos que están en el exterior de sus viviendas y al homicidio de algún miembro de la familia.
Le siguen secuestro, robo de automóvil, vandalismo en su casa, así como el robo de vehículo con violencia.
En el mismo orden descendente sigue el robo de accesorios y partes automotrices, fraude o extorsión telefónica, vandalismo a su automotor, intento de violación, robo de cartera o bolso, otros y por último extorsión personal.
A través de la encuesta, se determinó que el temor hacia el robo a casa-habitación se acentúa en el Municipio de Chihuahua y de Nuevo Casas Grandes, así como en Camargo, Cuauhtémoc y Bocoyna.
Los investigadores indicaron que el temor hacia ese delito no parece estar relacionado con el hecho de vivir en una colonia cerrada o abierta (con acceso controlado) en zonas urbanas y muestra mucha similitud en los diferentes niveles socioeconómicos.
Con relación al temor al asalto en calle o lugar público se registraron los más altos niveles en Ciudad Juárez, Chihuahua, Cuauhtémoc, Parral y Camargo.
El desasosiego por el robo de automóviles, con y sin violencia, se acentúa en Ciudad Juárez, Chihuahua, Parral y Camargo, pero muestran niveles altos en otros seis municipios.
Además, es un miedo compartido por integrantes de todos los niveles socioeconómicos, aunque se acentúa en los medios y altos.
En particular, agrega el análisis, la turbación que produce este ilícito se marca más en Chihuahua, Delicias y Camargo.
Respecto a la extorsión y/o fraude los mayores niveles de temor se mostraron en Ciudad Juárez, Jiménez y Guachochi.
La zona serrana, añade, muestra un énfasis mayor en cuanto a la incertidumbre sobre los delitos sexuales, no obstante sobresalen zonas urbanas como Jiménez, Parral y Juárez.
El mapa resultante de la encuesta muestra que en la zona serrana y en Jiménez hay un temor más acentuado hacia el tema de las balaceras, mientras que en Juárez y Chihuahua al momento de levantar los datos se encontraba en niveles bajos.
En los delitos que atentan contra la vida, se indica en el estudio, en la zona serrana se marca claramente el temor al homicidio, igual que en los municipios de Delicias, Rosales y Meoqui. Se hizo la observación de que este miedo es relativamente alto para Ciudad Juárez y Chihuahua.
En el caso de secuestro, el temor sobresale entre los habitantes de Nuevo Casas Grandes y los municipios serranos de Guadalupe y Calvo, Guachochi y Bocoyna. (Martín Orquiz/El Diario)
morquiz@redaccion.diario.com.mx
Él es uno de los 98 mil 577 juarenses que se cambiaron de una zona a otra de la ciudad para autoprotegerse, un fenómeno de “migración” interna que se vivió durante los años más álgidos de inseguridad en la frontera.
Datos obtenidos a través de un estudio de percepción de seguridad, en el que se midió la movilidad social ocurrida aquí, personal del Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia estimó que en Ciudad Juárez el 7.4 por ciento de la población se cambió de domicilio para tratar de evadir a la delincuencia, destacando en esta actividad las personas de un nivel socioeconómico alto.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) establece que durante el Censo del 2010 se contabilizó aquí a un millón 332 mil 131 habitantes.
A nivel estatal se calcula que unas 44 mil familias se cambiaron de vivienda debido a las condiciones de inseguridad en su momento enfrentaron en los lugares donde habitaban.
El análisis, del cuál El Diario tiene una copia, establece que además de la emigración provocada por la inseguridad que originó salidas de las poblaciones del estado hacia otras zonas, dentro de las mismas localidades se dio un fuerte movimiento por motivos de seguridad de una colonia o fraccionamiento a otro.
Los investigadores definen la colonia como un espacio geográfico conformado por varias manzanas donde se encuentran construidas viviendas y/o establecimientos económicos, lo que corresponde a la micro región donde interactúa la familia diariamente.
Este movimiento migratorio, determina el estudio, es muy notable en Ciudad Juárez, así como en otras partes del estado como Camargo, Guadalupe y Calvo, además de la zona de Ocampo, Moris y Uruachi.
Una peculiaridad que arrojó la encuesta, realizada durante el 2012 con una muestra estatal de 19 mil 046 individuos, es que el mayor porcentaje de personas que se cambiaron de domicilio por cuestiones de seguridad pertenecen a un nivel socioeconómico alto con el 19 por ciento, las del medio-alto representaron el 7.5 por ciento, las de medio el 4 por ciento, las de medio-bajo el 3.8 por ciento y las de bajo 3.4 por ciento.
El estudio obtuvo, entre otras conclusiones, que seis de cada 10 personas perciben su ciudad/población, definida como un área urbana o rural que comprende una macro extensión que es determinada por una entidad político administrativa conformada por varias colonias y sectores, como insegura en su mayor parte, mientras que tres la ve segura en su mayor parte.
Además, cuatro de cada 10 sienten que la inseguridad se mantuvo durante el último año, aunque se reportan diferencias significativas entre los 20 municipios de Chihuahua que fueron objeto del estudio.
Es robo el que más atemoriza
Felipe y su familia quienes vivieron por casi cinco años en El Mezquital, sufrieron el robo en su domicilio en tres ocasiones.
La primera vez en 2009, cuando se metieron y se llevaron tres televisiones y un aparato reproductor de sonido.
“Nos pudo mucho, porque habíamos comprado esos aparatos con mucho esfuerzo mi esposa y yo, de verdad que nos dieron ‘en la torre’ esos desgraciados”, señaló.
Una segunda ocasión fue una situación más peligrosa, ya que se metieron a su domicilio cuando su mujer e hijos estaban en la planta alta.
“Oyeron ruidos y mi esposa se encerró con los niños en una recámara, pero los rateros oyeron y se fueron, sólo se llevaron una bicicleta y otras cosas que encontraron de pasada”, expresó.
Ya en el 2011, aunque las puertas y ventanas estaban aseguradas, los ladrones se metieron en una ocasión que la familia asistió a una fiesta, cuando regresaron se dieron cuenta que su vivienda estaba dañada y, de nuevo, se quedaron sin televisiones.
“Esta vez se llevaron ropa, las pocas joyas que teníamos, aparatos de esos electrodomésticos y hasta ropa.
Sin embargo, el sentimiento de inseguridad los acompaña siempre,
pese a que se cambió de casa.
“Es algo que no te puedes quitar de encima, siempre tienes miedo de que van a venir otra vez. Siempre”, estableció.
De hecho, el estudio del Observatorio Ciudadano estableció que el delito o circunstancia de inseguridad que las personas tienen más temor sufrir es el robo a casa habitación, seguido por verse en medio de una balacera.
En orden decreciente, los entrevistados refirieron miedo a ser asaltados en la calle, a que les hurten artículos que están en el exterior de sus viviendas y al homicidio de algún miembro de la familia.
Le siguen secuestro, robo de automóvil, vandalismo en su casa, así como el robo de vehículo con violencia.
En el mismo orden descendente sigue el robo de accesorios y partes automotrices, fraude o extorsión telefónica, vandalismo a su automotor, intento de violación, robo de cartera o bolso, otros y por último extorsión personal.
A través de la encuesta, se determinó que el temor hacia el robo a casa-habitación se acentúa en el Municipio de Chihuahua y de Nuevo Casas Grandes, así como en Camargo, Cuauhtémoc y Bocoyna.
Los investigadores indicaron que el temor hacia ese delito no parece estar relacionado con el hecho de vivir en una colonia cerrada o abierta (con acceso controlado) en zonas urbanas y muestra mucha similitud en los diferentes niveles socioeconómicos.
Con relación al temor al asalto en calle o lugar público se registraron los más altos niveles en Ciudad Juárez, Chihuahua, Cuauhtémoc, Parral y Camargo.
El desasosiego por el robo de automóviles, con y sin violencia, se acentúa en Ciudad Juárez, Chihuahua, Parral y Camargo, pero muestran niveles altos en otros seis municipios.
Además, es un miedo compartido por integrantes de todos los niveles socioeconómicos, aunque se acentúa en los medios y altos.
En particular, agrega el análisis, la turbación que produce este ilícito se marca más en Chihuahua, Delicias y Camargo.
Respecto a la extorsión y/o fraude los mayores niveles de temor se mostraron en Ciudad Juárez, Jiménez y Guachochi.
La zona serrana, añade, muestra un énfasis mayor en cuanto a la incertidumbre sobre los delitos sexuales, no obstante sobresalen zonas urbanas como Jiménez, Parral y Juárez.
El mapa resultante de la encuesta muestra que en la zona serrana y en Jiménez hay un temor más acentuado hacia el tema de las balaceras, mientras que en Juárez y Chihuahua al momento de levantar los datos se encontraba en niveles bajos.
En los delitos que atentan contra la vida, se indica en el estudio, en la zona serrana se marca claramente el temor al homicidio, igual que en los municipios de Delicias, Rosales y Meoqui. Se hizo la observación de que este miedo es relativamente alto para Ciudad Juárez y Chihuahua.
En el caso de secuestro, el temor sobresale entre los habitantes de Nuevo Casas Grandes y los municipios serranos de Guadalupe y Calvo, Guachochi y Bocoyna. (Martín Orquiz/El Diario)
morquiz@redaccion.diario.com.mx
(El Diario/ Martín Orquiz | 2013-12-21 | 23:06)
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