MÉXICO, D.F. (apro).- Cerca de las seis de la tarde, en la
explanada de Bellas Artes, actores, periodistas, académicos, productores
y jóvenes entonaron el Himno Nacional y de esa forma culminaron la
marcha contra la reforma energética convocada desde las redes sociales.
Los inconformes evitaron llegar al Zócalo debido a las miles de familias que se desplazaban por el centro del país para hacer sus compras navideñas o para entrar a la pista de hielo instalada por el gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Sin embargo, quienes sí pretendieron ingresar por la fuerza a la Plaza de la Constitución, encarando a un escueto cerco de policías, fue un grupo de jóvenes encapuchados, lo que generó la movilización de decenas de uniformados en las calles Isabel La Católica y Motolinía.
Por cierto, del Angel a la Independencia hasta Bellas Artes, tramo que recorrieron los manifestantes, no se registró la presencia de policías, ni federales ni capitalinos.
La marcha congregó en el Angel a alrededor de quinientas personas quienes, al llegar a Eje Central, ya sumaban poco más de un millar.
Todos, durante el recorrido, corearon consignas. La principal: “¡Fuera Peña!”. Ahí estaban, entre otros, el actor Daniel Giménez Cacho, el historiador Lorenzo Meyer, los periodistas Fabrizio Mejía Madrid y Julio Hernández, el analista John Ackerman y el productor Epigmenio Ibarra.
Parte del plan de acción era decidir por votación en asamblea, donde sólo hubo una voz discordante en el micrófono, un estudiante, quien criticó a “los intelectuales que quieren decirnos a los trabajadores cómo luchar”.
No obstante, los opositores a la reforma anunciaron que, a partir de enero próximo, realizarían nueve marchas, los días 18 de cada mes.
Y el 5 de mayo programaron una reunión para instalar el “Primer Congreso Popular que revocará lo que acaban de hacer estos traidores a la nación”, apeló Ackerman, en alusión a la reciente aprobación de la reforma energética.
Una pancarta con la leyenda: “Los estamos observando. El petróleo no se vende”, presidió la manifestación. Otra con una leyenda similar era enarbolada por los organizadores.
Conforme avanzaban los inconformes se iba sumando más gente. Ibarra aludió a este hecho: “¡Sí salimos! ¡Nadie nos convocó! Fuimos nosotros. Esto es apenas el comienzo”.
Ackerman lo secundó: “Estamos aquí por convocatoria de las redes sociales. Cada uno llegó por su propio pie. Cada uno está para protestar por sí mismo. Aquí decimos: ¡Que se vayan todos!”.
La investigadora Irma Sandoval celebró que se haya roto “el cerco” impuesto a la protesta porque este, dijo, es un día de esperanza y se debe defender la Constitución, porque ésta emerge del poder popular.
Por eso “vamos a dar la batalla pacíficamente. Desconocemos estas reformas y a esta clase política. A un presidente que se robó la Presidencia. ¡Fuera Peña! Una democracia sin pueblo no es democracia. Reconstruyamos la nación de abajo hacia arriba”, exigió.
También hablaron jóvenes del movimiento Usuarios contra el Alza del Metro y Underground MX, quienes acusaron a Mancera de pretender criminalizar la protesta, por lo que hicieron un llamado a la desobediencia civil, tanto por el alza al precio del boleto del Metro como a los impuestos y la privatización petrolera.
Además, exigieron la liberación de los presos políticos, “de los jóvenes detenidos, encarcelados, acusados y sentenciados por ejercer su derecho a la protesta”.
Giménez Cacho, quien se identificó como parte de un colectivo de trabajadores de la cultura, se refirió a los cambios que requiere Petróleos Mexicanos (Pemex), pero éstos, aclaró, no deben ser reformando la Constitución para compartir el sector con inversionistas privados extranjeros.
“Sabemos que Pemex debe renovarse para el desarrollo social y económico. Debe modernizarse para que pueda seguir produciendo. Se debe renovar, igual que la Comisión Federal de Electricidad. Nosotros queremos que los cambios sean en beneficio de México. Por esa razón queremos una consulta ciudadana. No estamos viendo el pasado sino el futuro de la democracia participativa”, afirmó.
El actor rechazó aceptar una reforma aprobada por legisladores que no tuvieron tiempo de leerla. Además, tampoco consideró necesaria una reforma para compartir los recursos naturales del país, e insistió en que primero se debe consultar a la ciudadanía.
“Esta lucha será muy dura. Contra nosotros se han unido los poderes nacionales y transnacionales”, sentenció para luego repudiar al sistema mediático que sirve al presidente Enrique Peña Nieto.
De entre los congregados una voz reviró: “Y también a Mancera”.
Después de que se retiraron los manifestantes, el grupo de jóvenes encapuchados continuó provocando a la policía, la cual cerró las calles aledañas, impidiendo el paso a transeúntes.
La movilización policiaca asustó a la ciudadanía que paseaba por Madero o 16 de Septiembre. Incluso, esas calles fueron cercadas por granaderos por un lapso de media hora.
Luego del conato de bronca, miles de personas prosiguieron paseando por la pista de hielo o haciendo sus compras de temporada, ajenas a la movilización en defensa del petróleo y contra la reforma energética.
(RIODOCE/ Redacción / diciembre 21, 2013 )
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