lunes, 23 de diciembre de 2013

"NACHO" GONZALEZ, A LA SEIDO

Pedro Antonio Vega. Juventud perdida.

PGR y PGJE guardan hermetismo sobre el destino del guasavense

El destino final de Ignacio González Peñuelas, el Nacho, tras su detención en Batamote, es desconocido oficialmente en Sinaloa.

Sin embargo, la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada con sede en la Ciudad de México inició la averiguación previa 484/2013, tras atraer el caso de Ignacio Nacho González Peñuelas.

Fuentes internas de la Procuraduría General de la República y de la Procuraduría General de Justicia del Estado revelaron no tener cargos en contra de este, considerado como hombre peligroso leal a su hermano, Jesús González Peñuelas, el Chuy, y ambos al servicio de Fausto Isidro Meza Flores, jefe del cártel de Guasave, que regentea el norte de la entidad.

Contra el grupo que controla la venta de drogas y las actividades delictivas en Ahome, Sinaloa, El Fuerte y parte de Choix desde Guasave, el Gobierno ha lanzado una ofensiva que incluye incursiones militares en zonas bajo el control de las células de gatilleros y que poco a poco van restando movilidad armada, deteniendo o matando a los narcomenudistas, gatilleros y halcones alquilados.

De acuerdo con altos funcionarios de la PGR consultados respecto del paradero del Nacho González, estos confirmaron que tras ser capturado el jueves 11 de diciembre en Batamote, el jefe de gatilleros y dos de sus escoltas fueron resguardados en el 89 Batallón de Infantería, a unos 12 kilómetros al norte de esta ciudad, sobre la carretera Internacional México 15. Ello para evitar un rescate por sus fuerzas leales, como ya ha ocurrido meses atrás con detenidos bajo custodia de policías preventivos o policías ministeriales.

Apenas se confirmó que el detenido principal era Nacho González Peñuelas, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) atrajo el caso, se quedó con la custodia de los detenidos y los trasladó a un lugar secreto en la ciudad de México, para ahondar en investigaciones sobre delincuencia organizada o terrorismo. Junto con González Peñuelas van detenidos Marcos Eduardo Félix Arredondo, José Cruz Pérez Vega y Hugo Moreno Sarmiento, este último herido en el tiroteo en donde murió Alejandro Rivera Montoya.

La investigación será reservada para toda entidad, pública o privada, se dijo.

“Como la SEIDO es una unidad autónoma, ni la PGR, ni el Ejército y mucho menos la PGJE saben en dónde está el caso, cuáles son los cargos que se le imputan y si fue o no ya consignado el expediente, o bien si todos fueron arraigados”, indicó el funcionario, que solicitó el anonimato.

Por ser un sujeto extremadamente peligroso, este será procesado en los tribunales especiales de delincuencia organizada y podría ser internado en cualquier Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) que operan en Toluca, Guadalajara, Hermosillo o en Veracruz, señaló la fuente.

Este también reveló que las bolsas con droga cuyo peso fue estimado en 15 kilos, podría ser cocaína, por sus características, y están bajo custodia del 89 Batallón de Infantería. También quedaron bajo resguardo militar el armamento: nueve granadas ofensivas calibre .40, cuatro granadas de mano (fragmentación), un fusil Barret calibre 50 milímetros, cuatro rifles y un revólver Magnum calibre .45, así como casi tres mil cartuchos y cuatro vehículos, una camioneta Dodge Ram, Hemi blanca de modelo reciente y blindada; una Ford F-150, negra; una Chevrolet Cheyenne gris de modelo reciente y placas clonadas UB-41871 de Sinaloa; y un automóvil Nissan Máxima dorado con matrícula MEC-7491 de Conapafa.

El procurador general de justicia, Marco Antonio Higuera Gómez, reiteró que sobre el grupo que comanda Ignacio Nacho González Peñuelas no hay antecedente delictivo por ejecutar.

Se reservó establecer si este será investigado por homicidios en masa o ataques a policías estatales y municipales. También reconoció ignorar el paradero de los detenidos y el proceso que guardan las indagatorias, pues ellos solo están obligados a involucrarse en asuntos del fuero común, que en el caso fue la muerte de un civil.

Tras la detención de uno de los lugartenientes de Fausto Isidro Meza Flores, el Chapo Isidro, la zona del Batamote, Guasave, no presenta ninguna clase de convulsión.

 Los militares mantienen un cerco sobre la carretera Internacional, mientras que grupos de policías ministeriales lo hacen por la retaguardia del poblado, truncando el paso libre sobre la carretera Ocoroni-San Blas, antes tomada como paso libre.
Otra detención

El grupo de narcomenudistas y asesinos autodenominado Los Tigres y/o Los Nonicos, que opera en la zona de San Blas, El Fuerte, bajo las órdenes de Jesús el Chuy González Peñuelas, perdió otro miembro. Y es que Pedro Antonio Vega Blanco, el Canelo, de 19 años de edad, y residente de La Capilla, fue apresado por fuerzas estatales.

Este confesó estar bajo las órdenes de Martín Vega López, quien a su vez recibe instrucciones del Chuy González.

La detención del Canelo condujo a la exhumación de Carlos Alberto Rodríguez Vázquez, mismo que fue asesinado a balazos por este narcomenudista con apoyo de otros cómplices cuyos nombres no se han dado a conocer.

(RIODOCE/  Luis Fernando Nájera/ )

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