Presionan
criminales a párrocos hasta para usar sus propiedades como casas de seguridad,
revela reporte del Centro Católico Multimedial
CULIACÁN.- En Culiacán, los delincuentes se muestran
"insolentes" con los sacerdotes y los extorsionan hasta con
propiedades para usarlas como casas de seguridad, revela el Reporte Especial
2013: Sucesos Alrededor de la Iglesia Católica Mexicana. El informe elaborado
por el Centro Católico Multimedial señala a la capital de Sinaloa como una de
las ciudades peligrosas para ejercer el ministerio sacerdotal.
"En el caso de
la zonas de conflicto, los grupos del crimen organizado, buscan la extorsión en
los agentes pastorales, para que les proporcionen la cuota "en
especie", tales como (automóviles, camionetas y/o propiedades), para
resguardo de sus actividades ilícitas y/o para utilizarlas como "casas de
seguridad", indica. En dichas zonas, el CCM ubica a esta ciudad junto con
Morelia, Apatzingán, Tierra Caliente, Nuevo Laredo, Acapulco,
Guadalajara,Torreón y Comarca Lagunera.
El sacerdocio
mexicano, señala, no tiene conf licto con los grupos que están cometiendo
ilícitos en el País, pero existen diversas bandas que aprovechan la
efervescencia de la violencia y se muestran insolentes contra los religiosos.
"Estos grupos
que atentan contra sacerdotes y religiosos, buscan limitar las actividades de
pastoral católica; así como evitar el apoyo en el campo sanitario y educativo;
pero sobre todo, impedir la acción asistencial -ayuda, refugio y consuelo-, a
favor de los derechos humanos de migrantes que transitan por suelo
mexicano", subraya.
"Por lo
anterior, los agentes de pastoral de México, ahora, son más vulnerables por la
creciente ola de agresión, asesinatos y desapariciones; toda vez que ninguna
autoridad los protege contra atentados, sobre todo, en las zonas de alto
riesgo, donde prolifera la inseguridad y operan los grupos del crimen
organizado".
Durante 2010 se
registraron mil 53 intentos de extorsión a sacerdotes, obispos y agentes de
pastoral en todo el País, detalla, y para 2013 aumentaron a mil 465 en las
modalidades de llamadas telefónicas, correos electrónicos y avisos verbales.
En la zona
metropolitana del País, los delincuentes piden cuotas de hasta 60 mil pesos a
los sacerdotes para evitar tomar represalias o atentar contra su vida. Menciona
que de 1990 a 2013 en todo el País han asesinado a 28 sacerdotes. Entre esos
crímenes se encuentra el del Padre Teodoro Mariscal Rivas, asesinados en Los
Mochis, en septiembre de 2012.
(NOROESTE/ Alejandro
Monjardín /23-12-2013)
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