Afirman especialistas, sin proporcionar cifras, que hay mayor consumo de drogas en planteles privados que en las bandas
Saltillo.- Contrario a la concepción
general, al menos en Saltillo hay un mayor consumo de drogas lícitas e
ilícitas en colegios particulares y entre la clase alta, que en los
barrios de clase media baja o incluso entre pandillas, coinciden –aunque
sin proporcionar cifras- autoridades locales y activistas de la
sociedad civil, que trabajan con jóvenes-banda.
Fernando Carrera, quien encabeza la Estación Creativa “El Nodo”, ha trabajado con diferentes bandas y pandillas en busca de la reconstrucción del tejido social, así lo afirma.
“Hay más drogadicción a veces en las universidades privadas, que los que están aquí en el barrio. Me ha tocado verlo y saberlo”, dijo. “Ese es un estigma que se tiene, y no es cierto, tenemos que cambiar esa percepción en la construcción de ciudadanía”.
Esto lo atribuye al desconocimiento generalizado y, por ende, al miedo que existe hacia ese grupo de la población.
Y es que, añadió, raramente hay interacción de otros estratos hacia la clase media o baja, por los estigmas de vestimenta, de estilo de vida, o gustos en música.
“El Nodo” es un espacio comunitario con sede en la estación de trenes, donde jóvenes, muchos de pandillas, cultivan expresiones artísticas como serigrafía y fotografía.
De su lado, Carlos Kalionchis, director del Instituto Municipal de la Juventud, reafirma este punto de vista, basado en el trabajo que se ha realizado en la capital de Coahuila con 60 pandillas.
“Te apuesto lo que quieras a que te puedes meter a la escuela privada, la mejor que quieras, y te vas a encontrar jóvenes que se drogan, que toman alcohol y que manejan un auto en estado de ebriedad y han chocado”, expresó.
De igual forma, argumentó que se debe reforzar el trabajo para no estigmatizar a las bandas y pandillas injustificadamente, pues si bien hay personas que delinquen y cometen actos fuera de la ley, son la minoría.
El funcionario aseveró que son más los pandilleros que van a la escuela, tienen trabajo, un oficio, familia, les gusta el deporte, y están al pendiente de todo ello.
Las observaciones de ambos especialistas se sustentan en su experiencia profesional, pues no existen un estudio formal o un análisis metodológico que pueda probar lo expresado.
Se calcula un promedio de 35 integrantes por pandilla. Según la Policía Municipal de Saltillo, el número de bandas es de 280.
En 2012, el estudio “Drogas de Mayor Consumo ‘Alguna Vez en la Vida’”, realizado en los Centros de Integración Juvenil de Coahuila, las drogas ilícitas de mayor consumo entre los pacientes de primer ingreso a tratamiento eran mariguana, inhalables, cocaína y crack.
El documento agrega que la droga que se encuentra por arriba de la media nacional, 43 por ciento, son los inhalables, con el 61.5 por ciento en consumo.
Fernando Carrera, quien encabeza la Estación Creativa “El Nodo”, ha trabajado con diferentes bandas y pandillas en busca de la reconstrucción del tejido social, así lo afirma.
“Hay más drogadicción a veces en las universidades privadas, que los que están aquí en el barrio. Me ha tocado verlo y saberlo”, dijo. “Ese es un estigma que se tiene, y no es cierto, tenemos que cambiar esa percepción en la construcción de ciudadanía”.
Esto lo atribuye al desconocimiento generalizado y, por ende, al miedo que existe hacia ese grupo de la población.
Y es que, añadió, raramente hay interacción de otros estratos hacia la clase media o baja, por los estigmas de vestimenta, de estilo de vida, o gustos en música.
“El Nodo” es un espacio comunitario con sede en la estación de trenes, donde jóvenes, muchos de pandillas, cultivan expresiones artísticas como serigrafía y fotografía.
De su lado, Carlos Kalionchis, director del Instituto Municipal de la Juventud, reafirma este punto de vista, basado en el trabajo que se ha realizado en la capital de Coahuila con 60 pandillas.
“Te apuesto lo que quieras a que te puedes meter a la escuela privada, la mejor que quieras, y te vas a encontrar jóvenes que se drogan, que toman alcohol y que manejan un auto en estado de ebriedad y han chocado”, expresó.
De igual forma, argumentó que se debe reforzar el trabajo para no estigmatizar a las bandas y pandillas injustificadamente, pues si bien hay personas que delinquen y cometen actos fuera de la ley, son la minoría.
El funcionario aseveró que son más los pandilleros que van a la escuela, tienen trabajo, un oficio, familia, les gusta el deporte, y están al pendiente de todo ello.
Las observaciones de ambos especialistas se sustentan en su experiencia profesional, pues no existen un estudio formal o un análisis metodológico que pueda probar lo expresado.
Se calcula un promedio de 35 integrantes por pandilla. Según la Policía Municipal de Saltillo, el número de bandas es de 280.
En 2012, el estudio “Drogas de Mayor Consumo ‘Alguna Vez en la Vida’”, realizado en los Centros de Integración Juvenil de Coahuila, las drogas ilícitas de mayor consumo entre los pacientes de primer ingreso a tratamiento eran mariguana, inhalables, cocaína y crack.
El documento agrega que la droga que se encuentra por arriba de la media nacional, 43 por ciento, son los inhalables, con el 61.5 por ciento en consumo.
(VANGUARDIA/ César Gaytán Martínez /martes,
24
de
septiembre
del
2013)
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