Con una cadena atada al pie, los padres de Pablo, de 7 años, trataban de controlarlo.
El sábado pasado
las autoridades descubrieron la forma de reprensión a la que se somete a
este menor y decidieron separar a los padres de los hijos, además de
que se inició el proceso por violencia intrafamiliar.
Pablo, junto con sus hermanitos
Jeremías, de 8; Mariana de 5 y Juan, de 3 años se encuentran bajo
responsabilidad de la Procuraduría de la Defensa
del Menor y la Familia del Sistema DIF Sonora, instancia que lo
canalizó a la casa hogar Unacari, donde se atiende a menores en
condiciones vulnerables.
De acuerdo con un reporte de la
Dirección de Seguridad Pública Municipal, fue el pasado sábado en el
poblado Miguel Alemán, en la jurisdicción de Hermosillo, cuando se
detectó al menor con una cadena atada a uno de sus pies.
Un hombre identificado como Fidel, de 48
años de edad, y originario del Estado de Oaxaca, puso sobre aviso a la
policía de la manera como era tratado Pablo.
En una tienda de abarrotes de las calles
Luis Donaldo Colosio y Nicolás Bravo, los agentes observaron al menor
que en ese momento vestía un pantaloncillo color naranja, sin camiseta.
En el pie izquierdo tenía una cadena de fierro, que estaba cerrada con
un candado metálico color gris.
Los testigos dijeron a los policías que
el menor llegó sólo, arrastrando el pie en el que tenía atada la cadena,
la cual aparentemente logró desprenderla de una cama o un sillón al que
estaba atado.
Los agentes de la Policía Municipal que
atendieron el reporte subieron al menor a la patrulla y se dirigieron a
la casa de la familia de Pablo. Al llegar a esa vivienda inmediatamente
salió la madre del niño, de nombre Judith, quien al ver a su hijo a
bordo de la unidad empezó a regañarlo.
La mujer le reclamó al niño el que se hubiera ido sin permiso y porque llevaba buen rato buscándolo.
En ese momento los agentes interrogaron a
la mujer. Le preguntaron por qué lo amarró con una cadena. La madre
respondió: “porque es muy travieso, no hace caso”.
Judith fue trasladada a la Comandancia
de Policía, lugar al que también acudió el padrastro de Pablo, Julián
“N”. Ambos, la madre y el padrastro, quedaron a disposición del juez
calificador, quien ordenó la privación de la libertad en los separos
preventivos por el presunto delito de violencia intrafamiliar.
Después de esto -se informó- el
Procurador de la Defensa del Menor, Francisco Gómez Izaguirre, instruyó
que los menores fueran canalizados a la casa hogar Unacari.
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