domingo, 18 de noviembre de 2012

PAULA BROADWELL, LA LLAMADA" LEWINSKY DEL PENTÁGONO"


Responsables de FBI y CIA darán hoy una explicación al Congreso sobre el "affaire" que derivó en la renuncia —el viernes— del general David Petraeus al frente de la agencia, cuando se conoce ya la identidad de la segunda mujer implicada en la historia.

Jill Kelley, amiga de la familia Petraeus, desató la ira de
 Broadwell.

Washington • La clase política de EU, preocupada por posibles daños a la seguridad nacional, reclamaba ayer aclaraciones sobre el caso de adulterio que llevó a la inesperada renuncia del director de la CIA, David Petraeus, tres días después de la reelección del presidente Barack Obama.

En su edición de ayer, el New York Times reveló que altos responsables de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y del Departamento de Justicia estaban al tanto del caso desde el verano, pero no informaron a nadie hasta la semana pasada, cuando el general dimitió.

Petraeus, al frente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde hace poco más de un año, anunció el viernes que el jueves presentó su renuncia al presidente Obama, quien la aceptó el día siguiente.

Se espera que hoy representantes del Congreso se reúnan con responsables de la CIA y la FBI para que les comuniquen los últimos detalles de la investigación. La dimisión de Petraeus se produjo tras una serie de correos electrónicos “amenazantes” enviados por la amante del general a una segunda mujer a quien ella habría considerado una rival.

Se trata sin embargo de Jill Kelley, maronita de 37 años de origen libanés, residente en Tampa (Florida) y amiga de la familia de Petraeus.

La prensa de EU publicó ayer fotos de la destinataria del ciberacoso a través de correos remitidos supuestamente por quien ha sido identificada como la amante del ex general Petraeus: su biógrafa, Paula Broadwell, y que originaron las primeras investigaciones del FBI que condujeron al correo del también “héroe” de las guerras de Irak y Afganistán.

Ayer, Jill Kelley y su esposo, el cirujano Scott Kelley, emitieron un comunicado refrendando la amistad con la familia de Holly y David Petraeus.

Pero, ¿quién es Paula Broadwell? Brillante, elegante, segura de sí y ambiciosa, Paula Broadwell parecía tenerlo todo hasta que su relación adúltera con el director de la CIA causó el escándalo y la renuncia del ex general.

Esta mujer alta y delgada de 40 años y currículum impecable, casada con un radiólogo y madre de dos hijos, es una ex mayor del Ejército, graduada de Harvard y de la Academia Militar de West Point, y convertida en experta en lucha antiterrorista.

Fue al escribir la biografía de Petraeus, considerado en EU como uno de sus generales contemporáneos más prestigiosos, que la ambiciosa Paula se involucró en un romance que evoca al de la becaria de la Casa Blanca, Monica Lewinsky, con quien Bill Clinton mantuvo una relación sexual. De hecho, la prensa de EU la llama la “Lewinsky del Pentágono”.

En 2006, el general Petraeus, casado desde muy joven y con dos hijos, estuvo en Harvard para dar una charla a los estudiantes. La audaz Paula no dejó pasar la oportunidad, se presentó y le habló de sus temas de investigación, según relata ella misma en la biografía del general All In: The Education of General Petraeus, un éxito de ventas desde su lanzamiento este año. Petraeus le dio entonces su tarjeta y le ofreció contactarla con otros investigadores. En 2008, Broadwell decidió centrar su investigación en el estilo de mando del general, antes de embarcarse a co-escribir su vida, con lo cual viajó a bordo del avión de Petraeus y pasó un año cerca de él en Afganistán.

Broadwell, que vive en Charlootte, Carolina del Norte con su familia, no se ha dejado ver desde que estalló el escándalo.


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