Regina Martínez, corresponsal de Proceso en Veracruz.
MÉXICO, D.F. (proceso).- El personal de Proceso publica en la edición 1880, actualmente en circulación, una carta en la que rechaza las conclusiones de la investigación del gobierno de Veracruz sobre el asesinato de la corresponsal Regina Martínez.
MÉXICO, D.F. (proceso).- El personal de Proceso publica en la edición 1880, actualmente en circulación, una carta en la que rechaza las conclusiones de la investigación del gobierno de Veracruz sobre el asesinato de la corresponsal Regina Martínez.
Califica de infamia el relacionar a
la periodista de este semanario con supuestos “malvivientes” y reclama
que se investigue la linea relacionada con su trabajo periodístico.
Y
ante el negligente trabajo de la procuraduría estatal solicita
nuevamente a la PGR atraiga el caso y realice una investigación íntegra y
puntual que lleve ante la justicia a los verdaderos culpables de la
muerte de Regina.
A continuación el texto íntegro del escrito firmado por el personal de Proceso.
Tras
el asesinato de nustra compañera Regina Martínez, corresponsal de
Proceso en Veracruz, fijamos una postura ante las autoridades del
estado: Exigimos una investigación seria para esclarecer el crimen y
hacer justicia.
Lamentamos que el gobierno de Javier Duarte de
Ochoa haya recurrido a una burda salida para difundir el supuesto
esclarecimento del homicidio de Regina, método que nos deja ver
nítidamente su estilo de gobernar, el recurso de la mentira fácil y el
acomodo a sus motivaciones políticas.
Creemos que Duarte y su procurador, Felipe Amadeo Flores Espinosa, están muy lejos de la verdad del caso.
Pero
el mandatario veracruzano -es nuestra convicción- se pinta solo en su
intento por desacreditar la figura de Regina. El comunicado de su
procuraduría recurre a la infamia al relacionarla con supuestos
“malvivientes” en hechos que no se sostienen y que no corresponden a su
forma de vida, como han acreditado sus amigos, sus alumnos, sus
compañeros de profesión y sus fuentes.
Tanto el contenido del
expediente como las filtraciones que desde el gobierno de Veracruz se
hicieron sobre el móvil de este crimen y sobre la vida personal de
Regina han resultado inverosímiles ante una verdad que sí es
incuestionable: nuestra compañera era una periodista comprometida,
profesional e intachable, que fue incómoda por su perfil profesional en
un estado con instituciones podridas y permeadas por la delincuencia
organizada.
Por el contrario, el manejo del caso es negligente
porque no se han seguido todas las líneas de investigación. A nuestor
juicio, una fundamental es la relacionada con su trabajo periodístico.
La coadyuvancia de Proceso y de la Procuraduría General de la República
tampoco ha sido cumplida, como prometió hacerlo el gobierno de Duarte.
Todos
los trabajadores de Proceso hacemos nuestras las palabras del
presidente del Consejo de Administración, Julio Scherer García,
dirigidas al gobernador Duarte: no les creemos.
Como lo hicimos
saber horas después del asesinato de Regina, queremos la verdad y, sobre
todo, la debida justicia. No el olvido ni la impunidad.
Seis
meses después del crimen, pedimos nuevamente a la Procuraduría General
de la Repúbica la atracción del caso y le exigimos lo mismo: una
investigación íntegra y puntual que lleve ante la justicia a los
verdaderos culpables de la muerte de Regina.
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