Antonio Rebolledo/ El Diario
La pesadilla de agregarse a la fila de cruce hacia El Paso sigue sin comenzar al pie de los puentes internacionales en Juárez.
El reforzamiento en las operaciones de inspección en el punto de revisión Precos, en el kilómetro 315 de la carretera Chihua-hua-Juárez, mostró este año a miles de viajeros que el traslado a Estados Unidos y el arribo a esta frontera en cada periodo vacacional es el mejor pretexto para desistir en la siguiente ocasión.
La espera en el retén de inspección militar pasó de una hora promedio durante los fines de semana, a los 90 minutos, cuando la fila alcanzó más de dos kilómetros de largo.
Así, la segunda jornada oficial de la campaña comercial del “Buen Fin”, se convirtió en horas de caos para quienes procedentes de los municipios del centro y sur del estado quisieron confirmar por qué el jueves y viernes atrajo a cientos de paseños a Ciudad Juárez para aprovechar las ofertas.
Quien planeaba cruzar hacia El Paso procedente de Chihuahua capital, además de las cuatro horas promedio en la carretera, ayer anexó una hora y media más en Precos, una hora para cruzar el tráfico de Juárez, y al menos dos horas para arribar a El Paso a través de los puentes Zaragoza–Ysleta y Córdoba–Américas.
En total, llegar de la capital del estado, con dólares para gastar, costó a los viajeros casi nueve horas, prácticamente una jornada de trabajo.
Cerca del retén militar que se ubica en el kilómetro 315 de la vía Chihuahua–Juárez, viajeros entrevistados por El Diario estimaron que las filas demoraron entre 30 y 40 minutos para ingresar a las garitas de revisión. Eso fue a las 10:00 horas.
Para el mediodía, la fila alcanzaba ya casi el kilómetro 312, lo que representaba el doble de tiempo de espera.
Algunos señalaron que aún y cuando su destino final era El Paso, pasarían a echar un vistazo a las ofertas en Juárez “porque dicen que está más barato y si es así, nos ahorramos el tiempo en el puente y no compramos dólares”, dijo un viajero que tenía 28 minutos en la fila.
En junio, el entonces general al mando de la Quinta Zona Militar, Emilio Zárate Landeros, anunció que las revisiones en Precos serían reforzadas.
La pesadilla en Precos inició para miles de viajeros en el tercer día del año. Cuando retornaban de sus vacaciones los aguardaban cuatro kilómetros de fila y una hora y media de espera.
Y aunque en junio el general Zárate Landeros justificó las revisiones militares en el decomiso de droga en varios vehículos y en un tractocamión que trasladaba a esta frontera dos toneladas de mariguana, para agosto la Policía Federal sumaba en tres meses al menos una decena de detenciones de vehículos con estupefacientes en la zona de Samalayuca y en los accesos a Juárez durante las inspecciones aleatorias a unidades particulares.
Sin embargo, tras las fallas en las revisiones militares en Precos donde se instalaron equipos moleculares y se paseaba de un lado a otro el GT–200, una antena que detecta armas, droga y dinero en efectivo, la Policía Federal instaló en marzo un segundo retén en el kilómetro 30, a un costado del Umbral del Milenio.
Pero el retén, único que podría garantizar estas detecciones de drogas y armamento, fue retirado el mes pasado del acceso principal sur de Juárez y la Policía Federal inició revisiones aleatorias entre la cabecera municipal de Ahumada y Juárez.
Entre el lunes 3 y el jueves 13 de septiembre, personal de la Quinta Zona Militar instaló un segundo retén de detección molecular en el kilómetro 240.
Ahí, a diez kilómetros de la garita de peaje Villa Ahumada, se colocaron equipos de rastreo molecular, Rayos X y Gamma, tres barracas móviles para albergar a los efectivos, una cocina móvil y dos unidades de comunicación satelital.
“Quien se sienta agraviado en estas revisiones, tenemos teléfonos para denunciar inmediatamente si se sienten afectados”, dijo Zárate Landeros en junio durante una conferencia de prensa en la Guarnición Militar en esta frontera.
No obstante, de acuerdo a lo que ayer manifestaron viajeros, acudir a la frontera a través de la carretera Panamericana cada vez es más complicado. (Antonio Rebolledo/El Diario)
El reforzamiento en las operaciones de inspección en el punto de revisión Precos, en el kilómetro 315 de la carretera Chihua-hua-Juárez, mostró este año a miles de viajeros que el traslado a Estados Unidos y el arribo a esta frontera en cada periodo vacacional es el mejor pretexto para desistir en la siguiente ocasión.
La espera en el retén de inspección militar pasó de una hora promedio durante los fines de semana, a los 90 minutos, cuando la fila alcanzó más de dos kilómetros de largo.
Así, la segunda jornada oficial de la campaña comercial del “Buen Fin”, se convirtió en horas de caos para quienes procedentes de los municipios del centro y sur del estado quisieron confirmar por qué el jueves y viernes atrajo a cientos de paseños a Ciudad Juárez para aprovechar las ofertas.
Quien planeaba cruzar hacia El Paso procedente de Chihuahua capital, además de las cuatro horas promedio en la carretera, ayer anexó una hora y media más en Precos, una hora para cruzar el tráfico de Juárez, y al menos dos horas para arribar a El Paso a través de los puentes Zaragoza–Ysleta y Córdoba–Américas.
En total, llegar de la capital del estado, con dólares para gastar, costó a los viajeros casi nueve horas, prácticamente una jornada de trabajo.
Cerca del retén militar que se ubica en el kilómetro 315 de la vía Chihuahua–Juárez, viajeros entrevistados por El Diario estimaron que las filas demoraron entre 30 y 40 minutos para ingresar a las garitas de revisión. Eso fue a las 10:00 horas.
Para el mediodía, la fila alcanzaba ya casi el kilómetro 312, lo que representaba el doble de tiempo de espera.
Algunos señalaron que aún y cuando su destino final era El Paso, pasarían a echar un vistazo a las ofertas en Juárez “porque dicen que está más barato y si es así, nos ahorramos el tiempo en el puente y no compramos dólares”, dijo un viajero que tenía 28 minutos en la fila.
En junio, el entonces general al mando de la Quinta Zona Militar, Emilio Zárate Landeros, anunció que las revisiones en Precos serían reforzadas.
La pesadilla en Precos inició para miles de viajeros en el tercer día del año. Cuando retornaban de sus vacaciones los aguardaban cuatro kilómetros de fila y una hora y media de espera.
Y aunque en junio el general Zárate Landeros justificó las revisiones militares en el decomiso de droga en varios vehículos y en un tractocamión que trasladaba a esta frontera dos toneladas de mariguana, para agosto la Policía Federal sumaba en tres meses al menos una decena de detenciones de vehículos con estupefacientes en la zona de Samalayuca y en los accesos a Juárez durante las inspecciones aleatorias a unidades particulares.
Sin embargo, tras las fallas en las revisiones militares en Precos donde se instalaron equipos moleculares y se paseaba de un lado a otro el GT–200, una antena que detecta armas, droga y dinero en efectivo, la Policía Federal instaló en marzo un segundo retén en el kilómetro 30, a un costado del Umbral del Milenio.
Pero el retén, único que podría garantizar estas detecciones de drogas y armamento, fue retirado el mes pasado del acceso principal sur de Juárez y la Policía Federal inició revisiones aleatorias entre la cabecera municipal de Ahumada y Juárez.
Entre el lunes 3 y el jueves 13 de septiembre, personal de la Quinta Zona Militar instaló un segundo retén de detección molecular en el kilómetro 240.
Ahí, a diez kilómetros de la garita de peaje Villa Ahumada, se colocaron equipos de rastreo molecular, Rayos X y Gamma, tres barracas móviles para albergar a los efectivos, una cocina móvil y dos unidades de comunicación satelital.
“Quien se sienta agraviado en estas revisiones, tenemos teléfonos para denunciar inmediatamente si se sienten afectados”, dijo Zárate Landeros en junio durante una conferencia de prensa en la Guarnición Militar en esta frontera.
No obstante, de acuerdo a lo que ayer manifestaron viajeros, acudir a la frontera a través de la carretera Panamericana cada vez es más complicado. (Antonio Rebolledo/El Diario)
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