domingo, 18 de noviembre de 2012

EL SEXÓDROMO: HUMEDADES NOCTURNAS


El Ángel Exterminador 
 
La sección más recordada es “La mano velluda”, con técnicas masturbatorias para hombres y mujeres.

Ilustración por Sandoval
Desde su inicio, el eslogan lo dijo todo: “Hagamos el humor y no la guerra”, así que por esa línea seguimos, brindando cariño, música, literatura, filosofía, noticias de ciencia, de sexualidad, de erotismo, mucho cotorreo y las infaltables “Señales del Apocalipsis”.
Los primeros dos años acudí tres días a la semana; luego, cuando me embaracé, hace tres años, inicié una nueva fase en la que acudía a la cabina todos los lunes, además de compartir de martes a viernes, a manera de cápsulas, “un rapidín con Verónica Maza”, donde reinaba el sexo oral… así, platicadito, pues. 
La Noche W fue para mí un increíble ejercicio de locura, de creatividad, en donde aprendí a improvisar (o, al menos, a no hacer “el oso”), lo cual tenía que ver con estar bien informada en relación a mis temas sexuales para poder responder no sólo las inquietudes, sino también los albures, los jugueteos y los asombros de mis compañeros e invitados. Además, me llevó a conocer lugares, personas, prácticas, situaciones que complementaron mi labor como periodista y orientadora sexual.
Nunca me he reído tanto en tan pocos minutos como en la entrañable cabina de W Radio. Recuerdo las “Lecciones de origasmi”, en donde tenía que explicar a los nochenautas cómo realizar posturas eróticas. El reto era fuerte, más hace cinco años (ahora ya me las sé casi todas y hasta he inventado), por lo que a veces terminaba encima del gran escritorio, con Armando Vega Gil o Rafael Tonatiuh arriba o debajo de mí para poder describir mejor el asunto (si las carcajadas nos lo permitían). También disfrutaba mucho con los “Anuncios calientes”, pues cada semana tenía que comprar, en el puesto de periódicos, revistas de contactos “calientes”, de swingers, cómics eróticos y periódicos con “aviso oportuno” para leer algunas de las inserciones pagadas. Superada la poca vergüenza que aún me daba al pedírselas al puestero, cuando llegaba a la cabina y Fer describía las fotos, sentía que me iba a desmayar de la risa.
Sin duda la sección más recordada es “La mano velluda”, con técnicas masturbatorias para hombres y mujeres. Las primeras emisiones me apoyé en lo escrito en libros o plasmado en películas, pero después tuve que inventar. Así surgieron innumerables maneras de autoerotizarse, siempre con ingenio y hasta con conciencia ecológica, pues llegué a crear varios juguetes sexuales con materiales de reciclado.
Uniendo mis pocos pero apreciados conocimientos de astrología con mi tendencia a la chacota y el análisis erótico, di por varios meses el “Horóscopo erótico”, donde cada signo se llevaba un seductor vaticinio. También tuve “El soundtrack sensual”, con canciones para hacer el amor, y de pronto hacíamos una sección que nunca tuvo nombre en la que describíamos lo que pasaba en películas para adultos e invitábamos a los nochenautas a que imaginaran lo que estaba pasando. 
Más allá de todo el relajo que armaba con mis compañeros (grandes también las etapas a lado de La Voz Misteriosa, Eduardo Limón y María Emilia Martínez), trataba de que la cordura apareciera en cada emisión para, a la vez de divertir, informar. Al principio no fue fácil: la gente pensaba que todo era broma, pero con el tiempo se dieron cuenta de que también había información, investigación, deseo de educar sexualmente a los escuchas.
Prueba de ello es que tuvimos como invitados de mi área a personalidades de todos los ámbitos de la sexualidad y el erotismo: desde algunos de los y las sexólog@s más importantes de México hasta pornstars, pasando por empresarios de la industria del entretenimiento para adultos, activistas de la comunidad LGBTTTI, bailarinas de table dance, educador@s sexuales, representantes de sex-shops, artistas del performance erótico y muchos más.
Cierro con alegría este ciclo. Abrazo con mucho cariño a mis compañeros de cabina, a todos los productores que nos apoyaron (Chikiluchas, Charlie de la Mora, valen mil), a Mike Pedroza (mi “operador del amor”), a Daniel Moreno (por creer en nuestra locura), a la W, a los queridos nochenautas. Y, sobre todo, le agradezco a Fer Rivera Calderón por permitirme aprender tanto a su lado, por divulgar lo que me parece importante, por entusiasmarse con mi entusiasmo y ser parte primordial de mi vida. Gracias, compai, sé que todas las noches serán Noches W, que todas las lunas que hagamos serán lunas de miel. 
Ahora que termina este ciclo, abro uno nuevo: El Sexódromo cumple diez años y les prometo renovar conocimientos, asombrarme para asombrarlos, investigar y compartir. Así que, ¡agárrense chiquitos, que la fiesta apenas comienza! 
El buzón de Verótika
Mi novia y yo hemos decidido iniciar nuestra vida sexual pero queremos llevarla de manera sana, sin embarazos no deseados ni infecciones. Al ser nuestra primera vez, decidimos usar preservativo y la pastilla del día siguiente, pero no me sé poner un condón; hace unos días compre unos para practicar, pero no supe hacerlo: me quedaba muy flojo y tenía una pequeña bolita hasta arriba (en la punta del condón). ¿Me explicas cómo hacerlo?
Mario


Querido Mario:
Muchas gracias por compartir conmigo esta etapa tan emocionante de tu existencia y felicidades por querer iniciar tu vida erótica con precaución, conocimientos, métodos anticonceptivos y mucho amor. 
No es necesario que usen la pastilla del día siguiente si emplean de manera correcta el preservativo. Los mejores condones son los de látex que ya vienen lubricados, pero a pesar de ello sería bueno que tuvieran un lubricante a la mano, que sea a base de agua (lo consigues en la farmacia, en tiendas de autoservicio y sex shops). 
Varias marcas de preservativos cuentan con diferentes presentaciones y tamaños. Te recomiendo que visites una condonería en donde te puedan dar informes, para que te sea posible comprar varios a un precio económico. En cuanto a tallas, por lo regular hay estándar y large; los últimos se recomiendan para hombres con penes de más de 16 centímetros en erección. No debes sentirlo flojo, sino que te tiene que ajustar a la perfección, como una segunda piel. 
Al abrir el paquete, no lo hagas con los dientes, pues puedes romperlo sin notarlo. Hazlo con las manos. Tu pene debe estar en erección antes de poner el preservativo. Si no estás circuncidado, es necesario que bajes el prepucio antes de ponerlo.
Toma el condón entre tus dedos, ponlo en la punta de tu pene y desenróllalo un poco, apretando la punta para que salga el aire. Esa “pequeña bolita” de la que hablas sirve para recoger el semen tras la eyaculación, así que es normal que esté ahí y que le saques el aire (que no se vea inflada) para que no se rompa.
Sigue desenrollando el condón hasta la base del pene. No estires más, aunque parezca que queda látex enroscado en la parte de abajo. ¡Listo! En realidad no es complicado, pero la primera vez puede parecerlo.
Tras la eyaculación debes sacar el pene con mucho cuidado mientras aún conserves la erección, porque si lo dejas adentro de la vagina y te relajas, puede ser que se te salga y corres el riesgo de que se quede dentro de tu chica. Cada vez que tengan un nuevo encuentro deben abrir un condón (no son lavables ni reusables).

Ámense, cuídense, protéjanse, gocen las deliciosas mieles de la pasión y nunca dejen de documentarse. Les mando besos, sonrisas, parabienes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario