Distrito Federal— El precandidato presidencial
de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, ofreció que de ganar las elecciones
sacará al Ejército de las calles en seis meses.
Para eso delineó una
estrategia de mando único policíaco y reorganización de los cuerpos de
seguridad, pero sin descuidar la política social.
En su mensaje semanal
por internet expresó que no le preocupa el plan contra la inseguridad, pues ya
lo aplicó en la ciudad, y fue como resultado de las decisiones tomadas en las
reuniones mañaneras que desarrolló en su gestión.
El bienestar, "es lo
que nos va a permitir serenar realmente al país. Lo otro (la seguridad) lo vamos
a hacer, lo sabemos hacer, no me preocupa mucho, sé que si hay honestidad,
profesionalismo, perserverancia, seguimiento a todas las acciones vamos a
garantizar la tranquilidad y la seguridad pública", expuso.
El político
reiteró su plan contra la violencia delineado el pasado martes en Durango,
durante un Foro sobre seguridad pública y derechos humanos.
Lo principal
es que estén al frente de los cuerpos policiacos personas incorruptibles y con
capacidad para profesionalizarlos, de modo que de manera paulatina el Ejército
regrese a sus cuarteles, pues su encargo es defender la soberanía
nacional.
"Es una institución que debemos de cuidar todos, no socavar al
Ejército, tenemos que ir regresando al Ejército en la medida en que se va
profesionalizando la policía, ese es mi plan, creo que nos va a llevar seis
meses el ir regresando al Ejército, para que sea la policía federal, la nueva
policía federal, la que se haga cargo de garantizar la tranquilidad y la
seguridad pública", expuso.
El eje de ese plan, detalló, consistirá en
que sea la Secretaría de Gobernación la que asuma nuevas tareas, entre ellas la
de coordinar a todos y vigilar a todas las entidades encargadas de la seguridad
y la procuración de justicia, en incluso los órganos de inteligencia, que no
serán usados para el espionaje.
"Desde luego no le voy a delegar el
asunto, yo voy a estar pendiente, todos los días". En cambio aseguró que a nivel
federal hay descoordinación, no se comparte información y cada quien anda por su
lado.
"Yo fui jefe de gobierno, logramos reducir la incidencia
delictiva", aseguró, con coordinación e información.
Aunque admitió que
administrar la ciudad y el país no es igual, y menos con el tipo de crimen que
hoy actúa, "hay criterios generales que ayudan mucho, por ejemplo que los
responsables de la seguridad pública sean gente honesta".
Y las reuniones
mañaneras sirven para "ver quien está trabajando, quien no, quien puede andar en
malos pasos".
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