lunes, 13 de febrero de 2012

LA POLÉMICA SOBRE EL CASO DE LA CANADIENSE AGREDIDA EN MAZATLÁN


 


Hablan los amigos y clientes del presunto agresor de la canadiense


Cayetano Osuna 
“Vemos las declaraciones que hace José Ramón y no es él, el cascarón sí, pero intelectualmente no; para nosotros es obvio que aparte de haber sido torturado, está atemorizado o está amenazado, no sabemos qué le pasa, pero no es él”.


“Hay muchas cosas extrañas; nosotros los vemos hablar en las grabaciones, no es él, es un muchacho muy seguro, él siempre te mira a los ojos cuando habla, para nosotros no es él, para nosotros le hicieron algo, no es la persona que estás viendo declarar en los medios de comunicación”, insisten clientes y amigos de José Ramón Acosta Quintero, alias el Ray, acusado por la Procuraduría General de Justicia del Estado del presunto delito de homicidio en grado de tentativa contra la canadiense Sheila Nabb.

La polémica que desató en algunos extranjeros y connacionales aquel 28, 29 y 30 de enero, la detención, presentación y encarcelamiento de José Ramón Acosta Quintero, alias el Ray, acusado de golpear a la canadiense Sheila Nabb la madrugada del 20 de enero en el hotel Riu, en Mazatlán, desembocó en solidaridad organizada para apoyar económicamente a su pareja embarazada y contratarle un abogado independiente del defensor de oficio asignado por el Estado.

“Él (José Ramón) está solo, la muchacha (Brenda Paola Zamudio) está embarazada; yo no digo que si es culpable no se le condene, pero que se le dé la oportunidad, pues yo lo conozco que es tranquilo y educado, porque vemos que hay algo raro y que debe dársele la oportunidad”, dijo uno de sus amigos.

Con el encarcelamiento de José Ramón Acosta Quintero, la economía doméstica de por sí ya raquítica de Brenda Paola Zamudio se fue por debajo de cero, pues hay quienes aseguran que el día que sus aprehensores allanaron su domicilio ubicado en calle Cócori número 18, de la invasión Villa Tutuli, se llevaron hasta el “poquito dinero” que la pareja estaba ahorrando para cuando se “aliviara”.

Las declaraciones de Acosta Quintero a los medios de comunicación aceptando ser responsable de la agresión de la canadiense no ha sido obstáculo para que los clientes, estadounidenses, canadienses y connacionales, a los que les “amaestraba” sus perros, organicen la colecta económica y mantengan viva la duda de que sea el verdadero culpable.

“Él estuvo trabajando una semana antes de la supuesta agresión, diario venía por mi perro y una semana después de la supuesta agresión también él venía”, dijo una de sus clientes.

Otro de sus clientes, que estaba a punto de darle copia de la llave de su casa a Acosta Quintero para que sacara a pasear a su perro, comentó que en ningún momento vieron al hoy detenido con delirios de persecución o que les rehuyera la mirada con aires de culpabilidad por algún delito cometido.

“El nos paseaba a los perros y nosotros como clientes de él nos damos cuenta de que era ilógico que una persona que está de las seis de la mañana hasta mediodía paseando diez o quince perros más o menos, de diferentes clientes, muchos de ellos americanos, él hacía eso todos los días, no vino el martes (25 de enero), luego vino el miércoles, el jueves y el viernes (25, 26 y 27 de enero) que fue cuando lo agarraron, no le hubiéramos notado algo malo”.

Los clientes de José Ramón argumentan que si el “amaestrador” de perros tuviera “mala vibra” o una tendencia a “madrear” al prójimo los canes que son olfato por definición habrían percibido el peligro inminente y hubieran dado gruñidos de alerta a sus amos, pero lo querían mucho porque era muy amoroso y paciente con ellos, ahora al contrario los perros andan todos desubicados.

“Un animal huele, ahora no uno, sino quince animales (perros que diariamente sacaba a pasear), más de uno debe de oler, si el muchacho es un asesino o agresor, verdad, los perros como los caballos presienten el peligro”, dijo.

Reo bilingüe
El domingo 29 de enero que se abrieron las rejas del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito para encarcelar a José Ramón Acosta Quintero, alias el Ray, por el presunto delito de homicidio en grado de tentativa en contra de la canadiense Sheila Nabb, también se abrieron las posibilidades reales de que los reos no solo aprendan oficios manuales dentro de la cárcel, sino que ahora accedan al idioma inglés que impartiría el interno recién llegado.

“Como sé inglés, voy a tratar de enseñar inglés o lo que sea (incluso enseñar a amaestrar perros) para salir pronto, también voy a meterme a un grupo de alcohólicos anónimos o lo que tenga que hacer para aprovechar mi tiempo y salir pronto de la cárcel”, dijo el Ray a Ríodoce.

Las credenciales “pedagógicas” del reo con doble ciudadanía (mexicana y norteamericana) no son cualquier cosa, pues aparte de que vivió en Washington, D.C. trabajando como obrero de la construcción, el Ray dio clases de inglés en una escuela en el puerto despertando el asombro en extranjeros y connacionales debido al inglés que habla y que algunos califican de “perfecto”.

“Yo fui su maestro, él trabajó conmigo, fue muy amable se dio a querer rapidísimo con los muchachos, lo querían mucho, habla inglés perfectamente, tiene mucha seguridad, discute cualquier tema contigo, está muy preparado el muchacho, porque no es fácil pararse enfrente de un grupo de muchachos sin intimidarse, él jamás se intimidó”, comentó un amigo de Acosta Quintero que lo conoce desde hace dos años.


Cuestionan medios canadienses la procuración de justicia de Sinaloa

Investigación enredada

Miguel Ángel Vega
Para la prensa canadiense la idea de que José Ramón Acosta Quintero sea el agresor de la turista canadiense Sheila Nabb, está más enredosa que una película de misterio que, más que resolver un caso, expone un velo de contradicciones que “hace ver a la justicia del estado de Sinaloa como fabricante de culpables”, según coinciden varios medios de ese país, particularmente aquellos de la ciudad de Calgary, de donde es originaria Nabb.

El diario The Calgary Herald, cuestiona cómo, a base de presión pública, las autoridades de Sinaloa de pronto arrestaron a un hombre que no coincide “en nada” con la persona que inicialmente describió la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa, a quien describieron como otro turista extranjero que visitaba el puerto.

“Y dos días después, las autoridades presentaron a Acosta Quintero, quien ciertamente no parece un turista ni canadiense ni europeo, pero más misterioso aún resulta que el presunto responsable no presenta ningún corte en manos como tampoco hematomas, aun cuando rompió casi cada uno de los huesos que Nabb tiene en su rostro”, expone el diario en la nota, la cual fue reproducida por varios medios nacionales de ese país.

El columnista Kelly McParland, del periódico National Post, de Ontario, Canadá, cuestiona esos incidentes, los cuales —dice— son solucionados con una rapidez supersónica, en donde tal parece que lo que buscan es quedar bien ante la opinión pública internacional.

“El problema allá (en México) no es el índice de criminalidad, que generalmente no afecta a los turistas, sino que cuando un turista es víctima de una agresión, no se le trata de una manera seria porque es más fácil culpar al primer chivo expiatorio que se encuentra con tal de limpiar la imagen de una región”, expuso McParland en su columna del 1 de febrero de este año.

Otro medio, The Toronto Sun, quien tuvo acceso a un familiar cercano a Sheila Nabb, dijo que los Nabb no están contentos con el resultado de la investigación que se ha hecho, sobre todo por la confesión del acusado, quien afirma que estaba borracho y drogado y que Sheila estaba desnuda con él en el elevador.

“Consideramos que hay muchos vacíos en la investigación porque ella no estaba desnuda, y si Acosta Quintero está diciendo eso en una confesión y luego dice que fue torturado, creemos que hay algo raro”, dijo la mujer al diario, pero omitiendo su identidad.

La PGJE de Sinaloa, por su parte, ha señalado en repetidas ocasiones que el responsable definitivamente es Acosta Quintero y que si inicialmente se dijo que el responsable era un turista canadiense, “se hizo para despistar al verdadero responsable, a quien ya tenían ubicado”.

“La información que ha revelado la procuraduría producto de la investigación es que se dio con esta persona mediante un video que lo comprometía, además que en su ropa había manchas de sangre que coincidían con las de la víctima, así como detalles de calzado que en su momento reveló el procurador”, dijo Martín Gastélum, vocero de la PGJE en Culiacán.

El Gobierno canadiense dijo por su parte que no intervendría en la investigación, aunque sí dijo estar pendiente del caso y de la salud de Sheila Nabb.

“En cuanto ocurrió el incidente, el consulado canadiense se puso en contacto con la víctima para ofrecerle asistencia y verificar que esté bien y llegue bien a su hogar, en Canadá, pero no podemos opinar respecto a las investigaciones que se hacen”, dijo Gabriela Hernández, portavoz de la embajada de Canadá en la ciudad de México.

No obstante, los principales medios de comunicación en Canadá siguen reproduciendo el incidente en ese país, el cual ha generado una gran controversia, pero sobre todo generado una serie de cuestionamientos sobre si Acosta Quintero es el verdadero responsable de la golpiza a Nabb, o si se trata de un chivo expiatorio por parte de la justicia sinaloense.

PGJE: candil de la calle…
Leonel Aguirre, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, dijo que aunque ciertamente la investigación mostraba varios vacíos, más preocupante era la actitud por parte de las autoridades en el estado, que para hacer justicia se muestra un tanto selectiva.

“Cuando la víctima tiene dinero, o bien, cuando se trata de un caso que genera polémica, vemos que las autoridades de justicia rápido se ponen a trabajar, no así cuando se trata de una persona de bajos recursos o de un estrato social bajo”, indicó el ombudsman.

Y agregó: “En sí el caso es un tanto complejo, porque esa persona en este momento es solo un sospechoso, pero las autoridades han empezado a exponer detalles de la investigación para demostrar que están haciendo su trabajo, aunque ante la opinión pública, por todos los elementos que están exponiendo, ya es responsable, y por otro lado, es lamentable que la justicia en Sinaloa sea así de elitista, porque hay tantos casos que necesitan resolverse, pero como este les afecta, entonces rápido encuentran al culpable, sea fabricado o no”.

Aguirre lamentó que en todos los casos que son polémicos al acusado siempre se le priva de manera ilegal de su libertad y misteriosamente, siempre acusa haber sido víctima de tortura.

En tanto, un grupo de canadienses han creado una página en la red social de Facebook, sugiriendo a sus compatriotas a no ir a Mazatlán ni a ninguna otra parte de México por la inseguridad que ello representa.

Los comentarios han sido diversos y mientras unos proponen boicotear a México, otros enfatizan que se trata de un lugar divertido al que vale la pena visitar, siempre y cuando no se salga de lo que es considerado zona turística.

 

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