viernes, 17 de febrero de 2012

INTERRUMPEN PLAGIARIOS JUICIO PARA CONFESAR Y PEDIR PERDÓN



Ciudad Juárez.- En un acto inédito, dos secuestradores detuvieron ayer el juicio oral al que eran sometidos para aceptar su responsabilidad en el hecho y pedir perdón a la víctima y a sus familiares.


Gerardo Portillo Soto y Gerardo Ortiz Hernández, en compañía de otros dos cómplices, uno de ellos menor de edad, plagiaron en el 2010 a un adolescente de 13 años, cuñado de Portillo Soto.

“Yo sí tengo culpabilidad, participé y les hice daño a los que algún día fueron mi familia... Yo puse a mi cuñado, pero estoy dispuesto a pagar el error que cometí. Cabe pedirles una disculpa a esas personas y limpiar un poco esa mancha”, dijo Gerardo Portillo al no poder más con la culpa.

“Acepto mi responsabilidad en el secuestro, acepto que sí participé, que fue todo con alevosía y ventaja”, agregó su cómplice Ortiz Hernández, al relatar que fueron cuatro los participantes en el plagio del menor y que cada uno recibió 5 mil pesos como pago, siendo un prófugo de nombre Iván, quien se quedó con el mayor monto.

“Yo sé que estuve mal, sé que hice daño, pero estoy muy arrepentido, si pudiera regresar el tiempo y cambiar la historia lo haría, a veces no puedes con tus pensamientos y sentimientos, se siente muy feo por dentro. Quiero cambiar y creo que el cambio empieza aceptando los errores”, añadió.

Después de escuchar las confesiones de ambos plagiarios, el fiscal y la defensa se desistieron del resto de las pruebas a desahogar durante el juicio y el Tribunal Oral fijó para el próximo lunes a las 10:00 horas en la Sala 2 de la Ciudad Judicial, la audiencia para los alegatos de clausura.

De acuerdo con el agente del Ministerio Público, el acto voluntario que realizaron los acusados pudiera ser tomado en cuenta por el Tribunal para beneficiar la pena a imponer. En un principio se solicitaron 30 años de prisión para los dos.

Durante la misma audiencia, justo antes de que los secuestradores confesaran el plagio, dieron también su testimonio los padres del afectado: la madre como testigo protegido en una sala contigua y el padre cara a cara con los acusados.

Los progenitores coincidieron en que el día de los hechos, su yerno Gerardo Portillo pese a mostrarles su apoyo, actuó por momentos de manera sospechosa.

Sin embargo supieron el por qué hasta que su hijo lo descubrió, por lo que interpusieron una denuncia en su contra.

Mientras los padres declaraban, los acusados se mostraban desesperados y constantemente se murmuraban cosas al oído.

Al término de dichos testimonios, se solicitó un receso y fue al reiniciar cuando su defensor inmediatamente pidió al Tribunal que se les permitiera a sus patrocinados declarar, ya que así era su deseo. Después con evidente arrepentimiento, ambos confesaron el plagio.

De acuerdo con los antecedentes del caso, los hechos sucedieron el 9 de junio del 2010 alrededor de las 21:30 horas en el parque del fraccionamiento Paseos del Alba, donde Gerardo Portillo llevó al hermano de su esposa y de ahí lo ‘levantaron’ y subieron a un vehículo.

La víctima fue privada de su libertad por un lapso de 22 horas y en el transcurso de ese tiempo, Ortiz Hernández realizó llamadas a la familia de la víctima para pedir un rescate de 300 mil pesos.

Poco antes de las 20:00 horas del siguiente día el menor fue liberado, pero sus familiares denunciaron el caso y las investigaciones llevaron a descubrir que Portillo Soto había planeado la comisión del delito junto con Gerardo Ortiz y otros cómplices.

Ayer en el juicio, Gerardo Portillo Soto declaró también que “yo puse a mi cuñado, pero la idea fue de Aldo. Nos estuvimos organizando e invitamos a Gerardo. Se nos hizo fácil”.


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