Ciudad Juárez.- En un acto inédito, dos
secuestradores detuvieron ayer el juicio oral al que eran sometidos para aceptar
su responsabilidad en el hecho y pedir perdón a la víctima y a sus
familiares.
Gerardo Portillo Soto y Gerardo Ortiz Hernández, en compañía de
otros dos cómplices, uno de ellos menor de edad, plagiaron en el 2010 a un
adolescente de 13 años, cuñado de Portillo Soto.
“Yo sí tengo culpabilidad,
participé y les hice daño a los que algún día fueron mi familia... Yo puse a mi
cuñado, pero estoy dispuesto a pagar el error que cometí. Cabe pedirles una
disculpa a esas personas y limpiar un poco esa mancha”, dijo Gerardo Portillo al
no poder más con la culpa.
“Acepto mi responsabilidad en el secuestro, acepto
que sí participé, que fue todo con alevosía y ventaja”, agregó su cómplice Ortiz
Hernández, al relatar que fueron cuatro los participantes en el plagio del menor
y que cada uno recibió 5 mil pesos como pago, siendo un prófugo de nombre Iván,
quien se quedó con el mayor monto.
“Yo sé que estuve mal, sé que hice daño,
pero estoy muy arrepentido, si pudiera regresar el tiempo y cambiar la historia
lo haría, a veces no puedes con tus pensamientos y sentimientos, se siente muy
feo por dentro. Quiero cambiar y creo que el cambio empieza aceptando los
errores”, añadió.
Después de escuchar las confesiones de ambos plagiarios, el
fiscal y la defensa se desistieron del resto de las pruebas a desahogar durante
el juicio y el Tribunal Oral fijó para el próximo lunes a las 10:00 horas en la
Sala 2 de la Ciudad Judicial, la audiencia para los alegatos de clausura.
De
acuerdo con el agente del Ministerio Público, el acto voluntario que realizaron
los acusados pudiera ser tomado en cuenta por el Tribunal para beneficiar la
pena a imponer. En un principio se solicitaron 30 años de prisión para los
dos.
Durante la misma audiencia, justo antes de que los secuestradores
confesaran el plagio, dieron también su testimonio los padres del afectado: la
madre como testigo protegido en una sala contigua y el padre cara a cara con los
acusados.
Los progenitores coincidieron en que el día de los hechos, su yerno
Gerardo Portillo pese a mostrarles su apoyo, actuó por momentos de manera
sospechosa.
Sin embargo supieron el por qué hasta que su hijo lo descubrió,
por lo que interpusieron una denuncia en su contra.
Mientras los padres
declaraban, los acusados se mostraban desesperados y constantemente se
murmuraban cosas al oído.
Al término de dichos testimonios, se solicitó un
receso y fue al reiniciar cuando su defensor inmediatamente pidió al Tribunal
que se les permitiera a sus patrocinados declarar, ya que así era su deseo.
Después con evidente arrepentimiento, ambos confesaron el plagio.
De acuerdo
con los antecedentes del caso, los hechos sucedieron el 9 de junio del 2010
alrededor de las 21:30 horas en el parque del fraccionamiento Paseos del Alba,
donde Gerardo Portillo llevó al hermano de su esposa y de ahí lo ‘levantaron’ y
subieron a un vehículo.
La víctima fue privada de su libertad por un lapso de
22 horas y en el transcurso de ese tiempo, Ortiz Hernández realizó llamadas a la
familia de la víctima para pedir un rescate de 300 mil pesos.
Poco antes de
las 20:00 horas del siguiente día el menor fue liberado, pero sus familiares
denunciaron el caso y las investigaciones llevaron a descubrir que Portillo Soto
había planeado la comisión del delito junto con Gerardo Ortiz y otros
cómplices.
Ayer en el juicio, Gerardo Portillo Soto declaró también que “yo
puse a mi cuñado, pero la idea fue de Aldo. Nos estuvimos organizando e
invitamos a Gerardo. Se nos hizo fácil”.
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