Fernando Villa
Escárciga
Cercana la hollywoodense entrega de los Óscares, al
mejor guion extranjero podría ser nominado “Un Infame”.
Autoría del panista Oscar González García, la historia
tiene mucho de truculenta y un poco más de perversa.
La sinopsis sería más o menos la
siguiente:
Aspirante a diputado en el 2009 y hoy a lo que caiga,
el ingeniero de profesión da una de cal por dos de arena.
Hará cosa de cuatro meses que el Consejo Estatal
Electoral lo sancionó por colocar propaganda anticipada.
Tres o cuatro enormes espectaculares con su figura y
mucho color azul erigió en distintos puntos de la ciudad.
Por eso las autoridades electorales lo pusieron en su
lugar, máxime cuando acompañó su imagen con la palabra
“presidente”.
Con el rabo entre las piernas, Oscar fue obligado a
retirar esa propaganda so pena de pagar una cuantiosa multa.
Luego trató de mejorar su posicionamiento con falacias
como la revisión a los añosos edificios multifamiliares.
Con el numerito de marras, llamó la atención de los
medios y su nombre se propagó en buena medida.
Pero su exceso de protagonismo lo condujo a otro
derrumbe, esta vez del ánimo de sus colegas profesionistas.
Porque Oscar González era el presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de
Guaymas.
Hasta que los asociados dijeron “ya basta” y con un
puntapié en el tafanario lo derrocaron.
Dando tumbos y del tingo al tango, le dio por apoyar en
Guaymas la precandidatura de Josefina
Vázquez Mota.
En su condición de josefino desclosetado, González y
amigos colocaron un espectacular de la Vazquez sobre las oficinas del
PAN.
La semana pasada empezó a dar chillidos histéricos
acusando que sus compañeros “enemigos” del PAN destruyeron esa
propaganda.
Con el síndrome de Pedro Infante sobre la frente, se
hizo la víctima y acusó del daño a un panista de buen
nombre.
La chafa acusación de Oscar se dirigió contra Omar Núñez Caravantes, que se distingue
por su seriedad y buena crianza.
El caso es que ni panistas ni ciudadanos creyeron el
burdo cuento de Oscar, al grado que las sospechas se
revirtieron.
Porque Omar, además de su responsabilidad en el trabajo
y hombre que ofrece y recibe respetos, lejos está de ser un
vándalo.
Nuñez Caravantes, como delegado de la Secretaría de
Educación y Cultura es muy apreciado. Cumple y muy bien su
chamba.
Cientos, miles de padres de familia y maestros están
convencidos de ello.
Que en su tiempo libre apoya a Ernesto Cordero Arroyo
en el PAN es su
decisión.
Al equivocarse de destinatario, Oscar González quedó en
ridículo. Y bajo la sospecha de ser culpable de lo mismo que acusáis, diría Sor
Juana.
Por lo pronto, aquí en Guaymas los josefinos siguen
cuesta abajo.
Sí, entre ellos hay gente valiosa del PAN, militantes
que aportan y seguirán aportando.
Al menos aquí en Guaymas es un hecho que Cordero
arrasará dos contra uno a Josefina. Eso dice un gran número de
panistas.
Ya se verá. El 5 de febrero está a la vuelta de la
esquina.
Como sea, bien valdría que la Academia voltee hacia el guaymense Oscar
González…
“Un Infame” que bien podría ser premiado por su
perversa ridiculez.
Por lo pronto, salud a todos.
fdovilles@hotmail.com
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