Desde el 4 de agosto 2011 comenzó la disputa por la ciudad sede del G-20.
Autoridades identifican a dos bandas rivales:
la de Javier López Rivera, Javier
Acosta López o Javier Munguía, alias “El Javi” o “El Javier”, comandando un
grupo de “Los Ántrax”, del Cártel de Sinaloa, y Fausto Isidro Meza Flores, alias
“El Chapo Isidro”, considerado el brazo armado de los Hermanos Beltrán
Leyva.
INVESTIGACIONES ZETA
San José del Cabo, Baja California Sur.- Con el gobierno
federal, estatal y municipal de testigos, el cártel de los hermanos Beltrán
Leyva comenzó una guerra de muerte en contra uno de los principales operadores
del cártel de Sinaloa y considerado el jefe de la plaza del narcomenudeo de San
José del Cabo: Javier López Rivera, Javier Acosta López o Javier Munguía alias
“El Javier” o “El Javi”.
Los Cabos les gustó como plaza y desde el 4 de agosto del 2011 se la disputan
en una cacería de miembros de uno y otro bando. Los muertos que comenzaron a
contabilizarse desde la matanza del que era considerado el jefe de la plaza del
narcomenudeo de Cabo San Lucas, Eleazar García Gómez alias “El Belén”, eran
células de la organización criminal dirigida por Héctor Beltrán Leyva, alias “El
H”. Sin embargo, el ejecutado del 24 de enero, identificado como José Luis
Oceguera alias “El Chilango”, era parte de una de las células de “El Javier” y
del Cártel de Sinaloa.
Los primeros reportes de inteligencia del Grupo de Coordinación de Baja
California Sur estiman que la guerra tiene dos oponentes:
1.- Javier López Rivera, Javier Acosta López o Javier Munguía, alias “El
Javi” o “El Javier”, con toda la estructura del Cártel de Sinaloa que incluye a
un grupo de veinte sicarios identificados como “Los Ántrax”.
2.- Fausto Isidro Meza Flores alias “El Chapo Isidro”, considerado el brazo
armando de los Hermanos Beltrán Leyva, y quien estaría interviniendo en esta
guerra para colocar a algunos de sus operadores en la jefatura de la plaza de
San José del Cabo.
El mensaje de cartulina encontrado en el cuerpo de “El Chilango”, quien según
el reporte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) habría sido
ejecutado de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45, habla por sí solo:
“Esto les va estar pasando a lo pendejos que jalen con el víctor (sic) y el
pinche Javier y no somos ZETAS putos”.
La advertencia es considerada por miembros de inteligencia de las Fuerzas
Armadas como el anuncio de una guerra en contra de “El Javier” y de su principal
operador, mejor conocido con el apodo de “El Paisa”, en una disputa por lograr
el control de la plaza del narcomenudeo de San José del Cabo, en vísperas de la
cumbre del G-20.
La anterior información estaba transitando al cierre de esta edición, siendo
un reporte a integrar una investigación oficial.
Y es que lo que menos conviene para el municipio, estado y país, es tener un
clima de inseguridad en la región, que pueda afectar la imagen de la
promocionada cumbre internacional, donde estarán los 20 presidentes más
poderosos del mundo
La crudeza con que se asesinó a miembros del crimen organizado, y
posteriormente a un comandante de la policía ministerial, y luego –en un
enfrentamiento— a un teniente de la Secretaría de la Marina, permitió que las
fuerzas de seguridad se coordinaran para tomar las calles de la ciudad y tratar
de detener a matones y mafiosos.
Las víctimas contabilizadas en esta guerra, son hasta hora las
siguientes:
1.- El 4 de agosto de 2011 fueron levantados, torturados y ejecutados Fidel
Valenzuela Sánchez, Heriberto Enrique Cejudo, Octavio Herrera Cruz y Eleazar
García Gómez alias “El Belén”, todos identificados como células de los hermanos
Beltrán Leyva.
2.- El 25 de octubre de 2011 fue levantado y ejecutado el comandante de la
Policía Ministerial del Estado, Martín Márquez Ruiz.
3.- El 28 de octubre de 2011 fue abatido en un enfrentamiento a balazos, el
teniente de la Secretaría de Marina, Enrique Gervasio Martínez y un sicario de
nombre Héctor Javier Arredondo Díaz, identificado como comandante de “Los
Ántrax”.
4.- El 24 de enero de 2012 fue levantado y ejecutado José Luis Oceguera,
alias “El Chilango, identificado como célula del Cártel de Sinaloa.
La preocupación
Hoy por hoy, la Secretaría de Marina está anunciando el envío de 5 mil
efectivos para resguardar la seguridad de este destino de playa y contrarrestar
cualquier intento de posible enfrentamiento armado entre miembros de los
cárteles de los Beltrán Leyva y de Sinaloa.
Y es que las disputas que estos grupos antagónicos han protagonizado en
ciudades como Culiacán, Mazatlán, Morelos y Acapulco hoy parecieran extenderse
hacia el extremo de la península de Baja California, lo que ha encendido los
focos rojos de las autoridades locales, que se vieron obligadas a establecer
operativos policiacos especiales y reforzar la seguridad con patrullajes
militares y federales en Cabo San Lucas y San José del Cabo, como una primera
medida para disuadir a los grupos rivales en disputa.
Datos entregados a INVESTIGACIONES ZETA expusieron que la principal
preocupación de las Fuerzas Armadas, la Procuraduría General de la República,
Policía Federal Preventiva, Procuraduría General de Justicia del Estado y
Secretaría Estatal de Seguridad Pública es la notable presencia de personas que
últimamente han arribado del estado de Sinaloa, y quienes de alguna u otra
manera, están sujetas a investigación por aquello de que pudieran estar
integrados a una organización criminal.
Desde el 25 de octubre del 2011, la Policía Ministerial del Estado supo de la
presencia de un arsenal de armas que encontraron en celulares de algunos de los
detenidos por el crimen del comandante Martín Márquez Ruiz, y donde –según
explicación de algunos investigadores– pudieron observar en fotografías y
videograbaciones granadas, lanzacohetes, rifles de asalto, pistolas y
pecheras.
La investigación que realizaba el comandante asesinado justamente era dar con
el paradero de ese armamento, del cual, no se tiene ningún rastro hasta la
fecha, ni tampoco de los dos sicarios que la noche de la balacera se enfrentaron
a policías y militares, y posteriormente, lograron escapar, cuando se terminaron
las balas de las fuerzas del orden.
Hoy se sabe que uno de los sicarios iba herido y pese a ello, hasta hoy, no
se ha dado con el paradero.
Los investigadores presumen que detrás de los sicarios desaparecidos, podría
estar parte de las armas que últimamente se han distribuido entre pistoleros y
algunas de las cuales han sido decomisadas a las siguientes personas.
1.- El 5 de agosto del 2011 fueron detenidos Martín Martínez Sandoval y/o
Jesús Javier Cruz Rivera, alias “El Gordo”, Alejandro Hernández Hernández y/o
Julio César Chávez García, Raúl Ramón Salazar, José Ramón Montes Hernández y
Roberto Martín Soler Hernández, identificados como presuntos responsables
materiales y cómplices del cuádruple crimen de Cabo San Lucas, y quienes traían
en su poder 2 rifles de asalto Ak-47, una pistola 9 mm y una pistola calibre
45.
2.- El 4 de octubre del 2011 fue detenido Heriberto Mares Morales alias “El
Tepo” o “El Heri” en posesión de una pistola 9 mm y un cargador con 8 tiros,
relacionado con el cuádruple crimen de Cabo San Lucas.
3.- El 28 de octubre del 2011, los sicarios que se enfrentaron a la policía y
militares en la colonia Brisas del Pacífico de Cabo San Lucas, dejaron
abandonados dos rifles de asalto AK-4 y dos pistolas 9 mm.
Pero estos hechos y antecedentes conocidos por las autoridades, secretarios,
procuradores y hasta burócratas de la seguridad en Baja California Sur, platican
holgadamente de ello y están tratando de investigar oficialmente.
La complicidad
Los gobiernos panistas, el de Felipe Calderón y el de Marcos Covarrubias,
están permitiendo que Los Cabos se convierta en uno de los principales
escenarios de esta cacería de cárteles, y donde el alcalde del PRD, José Antonio
Agúndez Montaño, tiene como Jefe de la Policía a un funcionario que reprobó el
examen de control y confianza, elaborado por el Centro de Inteligencia de
Seguridad Nacional (CISEN), y para colmo cuenta con una lista de mandos que
están coludidos con el crimen organizado, particularmente con el jefe de la
plaza del narcomenudeo de San José del Cabo, Javier López Rivera alias “El
Javier”, según revelaciones del propio ex lugarteniente, Jaime Ariel Meza López
alias “El Jimmy”, hermano de “El Pozolero del Teo”.
La indiferencia del presidente y del gobernador hacen posible que el alcalde
perredista tenga al mando de la policía local a un servidor público cuestionable
y poco confiable, como es Lenin Giovanni Rodríguez Aguilar, según el resultado
del examen de control y confianza, convirtiéndose en cómplices por no poner mano
dura y obligar al edil a la renuncia del citado funcionario, ya que de por medio
está la seguridad de los habitantes de Los Cabos y del propio evento de la
cumbre del G-20.
Hasta el cierre de la edición, la lista de policías que están en la
narconómina de “El Javi” o “El Javier”, es la siguiente:
Martín Burgoin Olachea,
Alonso Valencia Cabrales, Felipe Valencia Cabrales, Rolando Dunton Díaz,
Francisco Peralta Agúndez, Juan Carlos Cosío, Jesús Leyva Valenzuela, Mario Yury
Batida Sandoval, Celso Filemón Lázaro y Cuauhtémoc Ceseña Amador, quienes cobran
20 mil pesos mensuales y todos están involucrados en la averiguación previa
AFI/BCS/COE-LC/2403/2010 de la PGR, y la que dicho sea de paso, no ha deslindado
responsabilidades –a poco más de un año y medio de las revelaciones de El Jimmy—
presumiéndose que por los nexos con funcionarios de la institución encabezados
por José Bernal Romero, no avanza la investigación.
A decir del hermano de “El Pozolero del Teo” los policías cubrían la espalda
a Josefina, Jesús Octavio, Martín, Manuel, Jaime –hermanos de “El Javier”– y
Ramón Guerrero de la Rocha “El Güero Plaza”, así como a los vendedores de droga
de las bandas identificadas como “Los Pelones”, “Los Guadalupanos” y “Los
Paisas”.
Aun así, siguen en funciones y trabajando al mando de Lenin Giovanni
Rodríguez Aguilar, por empecinamiento del alcalde del PRD, José Antonio Agúndez
Montaño.
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