La petrolera mexicana lleva años
arrastrando problemas financieros y de credibilidad. Aunque el Gobierno federal
apuesta por sacarla del hoyo negro en el que se encuentra, lograr esto no será
sencillo, en especial, en tiempos en que está bajo la lupa de las agencias
calificadoras
Petróleos Mexicanos (Pemex)
es un paciente que lleva años en coma y la medicina que se le ha administrado
sólo ha servido como paliativo para aplazar su ingreso al quirófano.
Sin embargo, el gobierno
encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una meta clara:
resucitar a la Empresa Productiva del Estado (EPE) al precio que sea.
Durante este año se tiene
contemplada una inversión de 175 mil millones de pesos que se destinarán para
rescatar al sector energético.
Walter Ángel, asesor de
políticas de Estado en materia de energía, considera que la medida es positiva,
pero no suficiente para que las autoridades puedan sanar al enfermo por lo
complicado del diagnóstico.
“La situación actual de Pemex
es resultado del deterioro, sobre todo, de los últimos seis años, pero se le
está dando toda la responsabilidad al nuevo gobierno. Hay que ser realistas de
que las políticas que se están implementando no alcanzan para resucitar a la
empresa, pero si se ejecutan adecuadamente pueden ayudar a sentar las bases
para que en el siguiente sexenio se logre el objetivo”, manifiesta el
especialista
En este momento, a la cruzada
contra el robo de combustible se suma la degradación de las notas de Pemex por
parte de la agencia calificadora Fitch Ratings de ‘BBB+’ a ‘BBB-‘ en las
emisiones en moneda nacional y extranjera a largo plazo.
Ante la reducción, el
mandatario criticó la decisión de la firma internacional e, incluso, la acusó
de ser cómplice de la situación.
“Es muy hipócrita lo que
hacen estos organismos, que permitieron el saqueo, que avalaron la llamada
reforma energética, que sabían que la inversión extranjera no llegó, que no se
incrementó la inversión en Pemex y que nunca dijeron nada”, dijo el presidente
López Obrador durante su conferencia matutina del miércoles.
El gran desafío al que se
enfrenta el gobierno es que la petrolera mexicana carga con altos costos de
operación y cayó en la plataforma de producción petrolera que se desplomó 29
por ciento durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, de
acuerdo con cifras de la empresa.
Gonzalo Monroy, director de
la consultoría especializada GMEC, opina que el anuncio de Fitch manda tres
mensajes: uno es el desconocimiento de las autoridades de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Pemex sobre la industria, segundo que la
narrativa de rescate al sector no se traduce en un plan de negocios viable y
por último que la falta de planeación entre los tiempos políticos no empatan
con los del sector.
“La baja de calificación
tiene que ser una llamada de alerta para el presidente y su círculo más cercano
porque si no se toman decisiones que al menos manden una señal de que están
escuchando a los mercados y ocurren cambios el impacto para Pemex será mucho
mayor”, detalla el consultor en energía.
CIRUGÍA A CORAZÓN ABIERTO
El mayor de los padecimientos
de Pemex es el sobreendeudamiento que mantiene en agonía a la empresa y que le
impide que se mantenga en niveles fuera del riesgo financiero.
Un análisis elaborado por
Bloomberg estima que la deuda de la compañía dirigida por Octavio Romero
ascendió a 104 mil 563 millones de dólares (mdd) al cierre de noviembre pasado,
mientras que sus activos totales se ubicaron en 107 mil 713 mdd.
Esto quiere decir que la
empresa debe aproximadamente el 97 por ciento de sus activos y de aquí a 2021
deberá pagar casi 30 mil millones de dólares, equivalente al 30 por ciento de
su deuda. Pemex se ubica como una de las petroleras con más obligaciones por
pagar a nivel mundial.
Para este año se tiene
contemplada una inversión de 175 mil millones de pesos para rescatar al sector
energético en México
Por el contrario, la
petrolera registró un alza de 33 por ciento en las ventas del tercer trimestre
del año pasado como como respuesta a los mayores precios que registraron
durante ese periodo los precios del crudo y productos refinados. Mientras que
el flujo operativo durante el mismo periodo fue de 161 mil millones de pesos,
cifra que representó un aumento de 39 por ciento.
Victor Valdivia, presidente
de Kratos Consultores, advierte que uno de los elementos que se han convertido
en una enorme carga fiscal para la empresa energética es el sindicato y por
ello considera que uno de los primeros pasos es evaluar qué tan necesaria es
esta figura que encabeza Carlos Romero Deschamps
A esto se suma un cambio en
el discurso del Gobierno federal, pues su mensaje en contra de la Reforma
Energética aprobada en diciembre de 2013 puede ser considerado como un mensaje
confuso entre los inversionistas.
El especialista considera que
los esfuerzos por mantener a flote a Pemex con la apertura del mercado mexicano
que trajo la llamada madre de todas las reformas no han sido suficientes para
reducir estos niveles de endeudamiento que mantienen al cuerpo financiero de la
empresa mexicana contra las cuerdas.
Valdivia también asegura que
la EPE necesita de una cirugía a corazón abierto para regresarle la estabilidad
financiera.
“La reforma no es mala, pero
no va salvar a Pemex por sí sola y de forma inmediata. Es necesario que se
realicen nuevas reglas para permitir el ingreso de la inversión privada y
realizar reajustes al interior”.
GARANTIZAR CONFIANZA
La enfermedad que más
debilita la salud de Pemex es la deuda que supera la capacidad de producción,
la cual también se ha visto afectada, pero la vacuna que le permitiría salir
del hoyo en el que se encuentra es mantener las calificaciones de las agencias
internacionales, que son el respaldo que requieren para lograr captar a los
inversionistas internacionales.
Para Petróleos Mexicanos es
fundamental que las agencias internacionales la califiquen de manera positiva,
ya que ese respaldo es lo que le permite captar a los inversionistas
internacionales
Ramsés Pech, analista y
consultor del sector energético, explica que los recursos que se han obtenido
al contratar deuda se emplean para pagar impuestos y no para extraer hidrocarburos,
pero que permitiría reducir los pasivos.
“El Gobierno federal debe
elaborar un plan estratégico a largo plazo con candados que impidan que las
futuras administraciones realicen cambios. El proyecto debe considerar la
producción de gas, crudo y almacenamiento en el largo plazo”, declara Pech.
La realidad es que los
números de producción de Pemex van contra marea.
En el tercer trimestre de
2018, la compañía energética reportó una producción promedio de 2.53 millones
de barriles diarios de hidrocarburos líquidos y de 1.82 millones de barriles de
crudo, impulsados por a la extracción de su campo Ku-Maloob-Zaap, que se ubica
en el estado de Campeche
Datos que significaron caídas
de 4.5 y 3 por ciento, respectivamente con relación al mismo periodo del año
anterior.
Por su parte, Victor Valdivia
comparte que los directivos de Pemex pueden encontrar una luz en el camino en
caso de que lograran renegociar las condiciones en las que contrataron los
préstamos, como las tasas de interés y el periodo de pago.
No obstante, advierte que si
se tomara la decisión de absorberla, como sucedió con el rescate bancario
conocido como Fobaproa, la enfermedad financiera de Pemex terminaría por
contagiar a las finanzas de la nación y pondría al país en riesgo
El presidente de Kratos
Consultores comparte que una renegociación de los contratos también da
oportunidad de blindar las calificaciones de riesgo de impago que recibe Pemex
por parte de las diferentes agencias.
Para Valdivia también es
prioritario que el Gobierno tome medidas con respecto a la deuda y establecer
un plan de negocios que dé prioridad a una baja en el pago de impuestos.
“La deuda se puede volver impagable en
el mediano plazo, por ello es necesario reafirmar con profesionales el plan de
negocios de Pemex, además de replantear la situación financiera y fiscal”
- Victor Valdivia
Presidente de Kratos Consultores
Si bien la Reforma Energética
permitió que jugadores internacionales pudieran entrar al mercado, también
evidenció las carencias de Pemex frente a los jugadores del sector energético a
nivel internacional.
Gonzalo Monroy, director de
la consultoría especializada GMEC, refiere que la empresa más allá de necesitar
una refundación lo que requiere es una transformación, en la que se dé
prioridad a sus actividades primarias.
“Desde 2009 Pemex está en
quiebra y en este momento es el brazo ejecutor de la política petrolera.
Requiere una reconcepción y que sus directivos entiendan qué es lo que México
espera de la compañía porque si sólo delimitamos su papel a que es un
organismos que se dedica a amasar dinero para ciertos proyectos energéticos el
mensaje es ineficiente”.
DIRIGIR EN LA ADVERSIDAD
El nombramiento de Octavio
Romero como director general de Pemex fue cuestionado desde que el presidente
Andrés López Obrador dio a conocer la noticia, en parte por su profesión, que
es la de Ingeniero Agrónomo por el Colegio Superior de Agricultura Tropical, y
porque se desempeñó como Oficial Mayor durante la jefatura de gobierno de AMLO.
Al respecto, Luis Miguel
Labardini-Deveaux, socio en Marcos y Asociados, Infraestructura y Energía,
enfatiza que la Empresa Productiva del Estado se ha destacado por tener al
frente de sus operaciones a personajes que han sido cuestionados por diferentes
razones.
Octavio Romero, director
general de Pemex, ha sido fuertemente criticado por la crisis en la que se
encuentra la empresa, sin embargo, expertos en la materia aseguran que es un
problema estructural que viene de años atrás y que no puede resolver una sola
persona
“El problema de Pemex no lo
va a resolver un solo hombre, el desafío de la empresa es estructural. Pueden
traer a alguien más, pero el resultado será el mismo porque en este momento las
decisiones que se están tomando son muy difíciles. Lamentablemente a Octavio
Romero le tocó una coyuntura muy complicada”, expresa el especialista.
La misión principal en este
momento del director es no bajar la guardia en el combate al robo de
combustible, que en los últimos tres años ha provocado pérdidas por encima de
los 40 mil millones de pesos, según cifras del Gobierno federal.
Asimismo, debe ejecutar el
plan del mandatario de invertir durante el primer año de gobierno 75 mil
millones de pesos para explorar y perforar pozos petroleros con el objetivo de
aumentar en dos años la producción de 1.9 millones de barriles diarios a 2.5
millones.
Esto quiere decir que a
partir del 1 de enero de 2019, la empresa deberá incrementar su producción casi
25 mil barriles cada día para cumplir con este compromiso.
La misión en este momento del
director de Pemex es no bajar la guardia en el combate al robo de combustible
que ha provocado pérdidas de más de 40 mil millones de pesos en tres años
Aunque Ramsés Pech, asesor en
energía y en economía, se muestra optimista sobre el plan para la petrolera
mexicana, reconoce que aún quedan dudas sobre cómo se ejecutará.
“El problema es el tiempo que
establecieron, ya que es muy poco para lograrlo, sobre todo al tomar en cuenta
que en la historia del sector energético en México no se ha aumentado la
producción, sólo se ha mantenido”, manifiesta el analista.
DEBUT EN EL MERCADO DE VALORES
Una de las apuestas para dar
un giro total en la administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) sería que el
Gobierno federal anunciara un proyecto para su debut en el mercado de valores
nacional.
La idea no es nueva. Desde la
administración de Enrique Peña Nieto se esperaba la presentación de un
prospecto de colocación, medida que fue bien tomada por especialistas del
sector energético, quienes consideran que sería una acción que daría paso a la
democratización del capital de la empresa.
Sin embargo, para que Pemex
realizara la colocación de su primer paquete de acciones, es decir una Oferta
Pública Inicial (OPI), es necesario realizar una serie de reformas que permitan
que los títulos de la petrolera mexicana atraigan la atención de los
inversionistas
La OPI también podría
resultar en un incentivo para incrementar la producción de la empresa estatal,
ya que deberá garantizar márgenes que mantengan viva la llama entre los
posibles accionistas.
No obstante, no todas las
voces consideran sencillo este camino, por lo menos en el corto plazo.
Ramsés Pech, analista y
consultor del sector energético, advierte que el alto nivel de deuda es un
factor que en un primer intento pondría en riesgo la colocación.
“La deuda es un pasivo y
ninguna compañía puede salir a bolsa con esos niveles y es un condicionante que
podría generar dudas en el mercado”.
(REPORTE INDIGO/ MARA ECHEVERRÍA Y NAYELI MEZA/ ENE
31, 2019)
RECTA FINAL DEL JUICIO DEL CHAPO: ESTAS SON LAS
GRABACIONES Y TESTIMONIOS QUE PUEDEN DEJARLO EN LA CÁRCEL EL RESTO DE SU VIDA
El Chapo es acusado de traficar más de
155 toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos
durante un cuarto de siglo.
Cuartoscuro Archivo
Durante casi tres meses, un
jurado de Nueva York ha escuchado a 54 personas dar testimonio contra el capo
mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán. También ha oído su voz en conversaciones
telefónicas con socios y amantes, y leído mensajes de texto y cartas suyas que
lo incriminan.
El juicio, que está en su
recta final, ha ofrecido un fascinante viaje al interior de uno de los mayores
y más violentos cárteles de la droga, un drama con un casting impresionante:
sus verdaderos protagonistas, la mayoría encarcelados en Estados Unidos.
A continuación, un resumen de
la evidencia más dañina para el Chapo, de 61 años, acusado de traficar como
jefe del cártel de Sinaloa más de 155 toneladas de cocaína, heroína,
metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos durante un cuarto de siglo. Según
los testimonios, todo bajo la vista gorda de policías, militares y altos
funcionarios mexicanos. En el juicio incluso han sido mencionados sobornos a
los presidentes Calderón y Peña Nieto, aunque ellos lo han negado.
Si el Chapo es hallado
culpable, posiblemente pasará el resto de su vida tras las rejas.
GRABACIONES
Gracias a la colaboración del
joven colombiano Christian Rodríguez, jefe de comunicaciones del Chapo, el
gobierno estadounidense interceptó hasta 200 conversaciones del capo con
socios, sicarios y autoridades mexicanas presuntamente corruptas. El jurado pudo
escuchar, por ejemplo, al Chapo negociando en 2010 con un integrante de la
guerrilla colombiana de las FARC el envío de seis toneladas de cocaína de
Ecuador a México.
ESPIONAJE
Con la ayuda de Rodríguez, el
gobierno interceptó mensajes de texto cifrados entre el Chapo y sus allegados,
enviados por Blackberries a través de los cuales el capo espiaba a sus socios y
mujeres. El jurado leyó varios, incluido uno en el cual discute con su amante y
socia, conocida como la Fiera, la creación de dos compañías en Alemania y
Ecuador para exportar droga a “Europa, Canadá, Australia y también a Estados
Unidos”, así como la compra de 700 kilos de cocaína en Belice de una pureza de
95-97%.
EL TRAFICANTE EN EU
Pedro Flores, un traficante
de Chicago, contó que él y su hermano mellizo Margarito recibieron 38 toneladas
de cocaína del Chapo y del Mayo Zambada de 2005 a 2008, que vendieron en
Estados Unidos por 800 millones de dólares, así como 200 kilogramos de heroína
por unos 10 millones.
Tras comenzar a cooperar con
el gobierno, grabaron a escondidas decenas de conversaciones con el Chapo,
incluida una de 2008 en la cual Pedro negocia con el capo el precio de 20 kilos
de heroína.
EL CONTADOR
El contador del Chapo y jefe
del cártel de Sinaloa en Ciudad de México, Jesús “Rey” Zambada, hermano del
colíder del cartel de Sinaloa Ismael “Mayo” Zambada, contó al jurado cómo el
Chapo compraba cocaína colombiana a 3,000 dólares el kilo y la vendía en Nueva
York a 35,000. “El 100%” de la droga -entre 80 y 100 toneladas anuales- se
enviaba a Estados Unidos, aseguró.
EL GERENTE
El ex piloto y ex gerente del
Chapo, Miguel Ángel “Gordo” Martínez, contó que el capo recibía “casi cada mes”
hasta tres aviones llenos de dinero de la venta de drogas en Estados Unidos,
cada uno con hasta 10 millones de dólares.
También contó cómo el Chapo
se asociaba con colombianos para financiar cargamentos de hasta 14 toneladas de
cocaína en barcos atuneros y mercantes que se encontraban en aguas
internacionales con embarcaciones del mexicano. Dijo que entre 1990 y 1993
importaron entre 25 y 30 toneladas de cocaína por año.
LOS PROVEEDORES COLOMBIANOS
Uno de los mayores
proveedores colombianos de cocaína del Chapo, Juan Carlos “Chupeta” Ramírez, ex
líder del cártel del Norte del Valle, contó cómo con la ayuda del Chapo pudo
exportar más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos desde 1989 hasta
2007.
El Chupeta contó que, en su
primera cita, acordaron el envío a Sinaloa de cinco aviones suyos con unos 4000
kilogramos. Para trasladar la droga de México a Estados Unidos, el Chapo
cobraba al Chupeta en cocaína, quedándose con un 40%.
Tras el arresto del Chupeta,
el Chapo pasó a trabajar con el cártel colombiano de los Cifuentes. Comenzaron
con vuelos de 400 kilos de cocaína, pero terminaron con envíos mayores en
barcos, desde Ecuador a Sinaloa, por el Pacífico, facilitados por las FARC,
contó al jurado el exlíder del cártel Jorge Cifuentes.
EL SICARIO
Un exsicario del Chapo,
Isaías Valdez Ríos, alias Memín, aseguró que vio al propio Chapo torturar y
ejecutar a tres narcos rivales. A uno de ellos lo enterraron vivo después de
que el Chapo le disparó, a otros dos los molió a palos antes de ejecutarlos y lanzarlos
a una hoguera.
Aunque el Chapo no está
acusado de asesinato, este macabro testimonio -el más gráfico de todo el
juicio- puede sellar su suerte.
Varios testigos dijeron
también que vieron al Chapo ordenar secuestros y asesinatos de rivales y policías
que no se corrompían. Contaron que el Chapo era protegido constantemente por
hasta un centenar de sicarios que llevaban pistolas, rifles AK47, AR15 y M16,
bazucas, granadas y lanzacohetes.
(REPORTE INDIGO/ AFP/ ENERO 27 2019, 11:41)
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