¿Por qué Enrique Peña Nieto se convirtió
en el Presidente más gastador de la historia? Revisados por la Unidad de Datos
de SinEmbargo, los 40 contratos más caros firmados desde Los Pinos dan cuenta
de las prioridades de gasto que tuvo el político mexiquense que gobierna desde
2012 y que está a punto de entregar la banda presidencial. Vehículos y
motocicletas, servicio a computadoras personales, un centro de datos
cibernético, un cúmulo de encuestas, seguridad privada, la renta de un edificio
para albergar la Coordinación de Estrategia Digital, así como quesos, lácteos y
embutidos. Esos productos y servicios integran el catálogo de las compras más
altas de la Presidencia que juntas suman mil 767 millones 237 mil 665 pesos.
Con sus seis ceros por delante, los
conceptos de las erogaciones mayores de Los Pinos muchas veces ni siquiera
estuvieron justificados en el Presupuesto de Egresos de la Federación o
doblaron el trabajo de algunas áreas adscritas a la Oficina del Presidente,
como los signados para ordenar encuestas (en Los Pinos existe la Coordinación
de Opinión Pública) o los entablados para la seguridad del Ejecutivo (el Estado
Mayor Presidencial se ocupaba de ello). Con todo, estos gastos dan cuenta de un
estilo de gastar y revelan prioridades. Entre sus erogaciones más grandes,
Vicente Fox Quesada (2000-2006) dejó registrada la remodelación de Los Pinos y la
compra de toallas, mientras que Felipe Calderón Hinojosa se concentró en
encuestas, grupos de enfoque, seguridad privada, la limpieza de la casona y
artículos perecederos.
Ciudad de México, 6 de
noviembre (SinEmbargo).- Enrique Peña Nieto consiguió ser el Presidente más
caro de las últimas dos décadas con un gasto de 18 mil 520 millones de pesos,
que excedió en 6 mil 748 millones de pesos el presupuesto aprobado por la
Cámara de Diputados, según un informe de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP). Las erogaciones de la Presidencia en el sexenio que concluye
superaron a las de Felipe Calderón Hinojosa que fueron de 14 mil 959 millones
de pesos y las de Vicente Fox Quesada, de 13 mil 849 millones de pesos, y a las
de presidentes anteriores desde Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
Para conocer por qué y en qué
gastaba Enrique Peña Nieto, la Unidad de Datos de SinEmbargo localizó los 40
contratos más caros de la Presidencia de la República de los 660 publicados
hasta ahora en el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT) por la Presidencia
de la República. Los años de las erogaciones son del periodo de 2012 a 2017.
Juntas, esas contrataciones suman mil 778 millones 135 mil 328 pesos.
Con sus seis ceros por
delante, los conceptos de esos abultados gastos muchas veces ni siquiera estuvieron
justificados en el Presupuesto de Egresos de la Federación o doblaron el
trabajo de algunas áreas adscritas a la Oficina del Presidente, como los
signados para ordenar encuestas [en Los Pinos existe la Coordinación de Opinión
Pública] o los entablados para la seguridad privada del Ejecutivo [el Estado
Mayor Presidencial se ocupaba de ello].
Con todo, los gastos mayores
reflejan un estilo de gastar y revelan qué le parecía prioritario al Primer
Mandatario para no escatimar. Vicente Fox Quesada dejó registrada la
remodelación de Los Pinos y la compra de toallas, mientras que Felipe Calderón
se concentró en encuestas y grupos de enfoque. ¿En qué gastó Enrique Peña
Nieto? Los 40 contratos más caros de Los Pinos en el sexenio por concluir dan
cuenta de la construcción de un centro de datos cibernético. Además, del
servicio de automóviles y motocicletas, computadoras personales, así como
quesos, lácteos y embutidos. También está la renta de un edificio de Avenida
Nuevo León 210 para la Coordinación de la Estrategia Digital Nacional. Los
gastos mayores se concentraron también en campañas de difusión, encuestas y
grupos de enfoque.
***
Los cuatro contratos más
caros de Los Pinos conciernen a la estructura misma de la oficina. Son por un
programa de aseguramiento integral de la oficina de la Presidencia de la
República (234 millones 886 mil 921 pesos), dos servicios integrales de
telecomunicaciones (dos contratos, uno por 230 millones 703 mil 500 y otro por
198 millones 138 mil 536 pesos) y un programa de aseguramiento (198 millones
138 mil 536 pesos).
A partir del quinto, Enrique
Peña Nieto aprobó erogaciones que le concernían a su persona. En 2014, cuando
la aprobación a su gestión se fue en picada después de la desaparición de 43
estudiantes de la normal de Ayotzinapa, pagó 128 millones de pesos a la empresa
Productos de Consumo Omega sin licitación de por medio para que fuera
construido un centro de datos cibernético en Los Pinos. Un año después, la
información técnica del proyecto fue reservada hasta 2026, una vez que hayan
pasado ocho años del fin de su Gobierno.
Cuando Arturo Montiel fue
Gobernador del Estado de México, en su oficina de Toluca se formó un grupo de
jóvenes que recibió el apodo de “golden boys”. Era un jet set de jovencitos
cuyo arreglo personal llegaba al grado de la metrosexualidad. En ellos estaba
Enrique Peña Nieto cuyo copete alto y sus impecables trajes oscuros de
diseñadores reconocidos lo pintaron desde entonces como un político proclive a
la imagen lujosa.
Como Presidente de México,
parte de los contratos más caros de su gestión fueron por encuestas. En total,
este servicio generó 22 convenios con la Iniciativa Privada, pero tres se
ubican entre los que tienen mayores montos. Fueron por 15, 14 y 13 millones 860
mil pesos. Este trabajo, el Jefe del Ejecutivo lo contrató pese a que dentro de
Los Pinos existe la Coordinación de Opinión Pública con una nómina de 14
personas.
No obstante el doble esfuerzo
en conocer la opinión de los ciudadanos sobre sí mismo, la aprobación de la
gestión presidencial no superó el nivel reprobatorio de 39 por ciento a partir
de 2014. Peña Nieto jamás se recuperó de esa cifra que cayó en picada hasta
rozar el 10 por ciento en los peores momentos.
Si ese gasto fue efectivo, o
si fue malgastado, no puede saberse con certeza. La Presidencia de la República
determinó reservar todas y cada una de las encuestas ordenadas o elaborados en
Los Pinos desde el 1 de diciembre de 2012 hasta el 30 de noviembre de 2018. Es
decir, lo que preguntó Enrique Peña Nieto mediante un gasto millonario en
encuestas podrá saberse cuando se haya ido.
El 19 de junio de 2015, el Presidente
Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera recibieron en la residencia
oficial de Los Pinos al Rey Felipe IV de España y a su esposa, la Reina
Letizia. Foto: Presidencia de la República
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Durante el sexenio por
concluir, la seguridad del Ejecutivo federal no sólo la brindó el Estado Mayor
Presidencial. Enrique Peña Nieto contrató además al Servicio de Protección
Federal, un órgano integrado en 2009 por fuerzas federales y que proporciona
protección, custodia, vigilancia, así como seguridad personal, bienes e
instalaciones a las dependencias gubernamentales que lo soliciten.
El Presidente Enrique Peña
Nieto gastó en ese servicio extra a la seguridad del EMP, 94 millones 7 mil 540
pesos en cinco contratos y dos ampliaciones de ellos que aseguraron la
cobertura desde el primer día de su mandato, el 1 de diciembre de 2012, hasta el
último, el 1 de diciembre de 2018, cuando le entregue la banda presidencial a
Andrés Manuel López Obrador, triunfador con el partido Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena).
El convenio más caro que
signó la Presidencia de la República mientras gobernaba Enrique Peña Nieto fue
el que cubrió 2016. Ese año, marcado como el más violento de su Gobierno por
esas 20 mil 789 muertes dolosas que reportó el Secretario Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), gastó 20 millones 500 mil pesos. El
contrato menor que signó fue el que cubrió de marzo de 2013 a diciembre del
mismo año y fue por 15 millones de pesos.
Resaltan tres contratos por
servicio de automóviles y motocicletas. Uno, por 57 millones 275 mil 717 pesos
con la empresa Soluciones Financieras y dos más con Casanova Vallejo por 15
millones 848 mil 803 y por 11 millones 97 mil 663 pesos. Es decir, por renta de
vehículos terrestres hubo un gasto de por lo menos 157 millones 346 mil 703
pesos y según se observa, era uno de los servicios prioritarios para la
Presidencia de la República.
Otro servicio que a Peña
Nieto le pareció prioritario fue para el mantenimiento de las computadoras
personales que se usaban en la casa oficial. Por ello, aparece un contrato de
39 millones 600 mil pesos. Uno más fue la limpieza de Los Pinos. El 6 de marzo
de 2015 se le pagó a LavaTap 13 millones 709 mil 362 pesos y fue de las
erogaciones más caras.
El Presidente –junto con su esposa y sus
seis hijos– encabezó el pasado 15 de septiembre de 2018 su última ceremonia del
Grito de Independencia desde Palacio Nacional. Foto: Diego Simón Sánchez,
Cuartoscuro
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En noviembre de 2013, el
Presidente Enrique Peña Nieto y Alejandra Lagunes Soto Ruiz, presentaron la
Estrategia Digital Nacional (EDN) que justificó la creación de la Coordinación
de la Estrategia Digital Nacional cuyo objetivo principal era generar tecnologías
de la información para “promover la innovación, apertura transparencia,
colaboración y participación ciudadana para insertar a México en la sociedad
del conocimiento”, de acuerdo con el propio Presidente Peña Nieto.
Pese a que además de Los
Pinos, la Presidencia cuenta con otros 17 inmuebles, Peña Nieto rentó uno más
en Avenida Nuevo León 210 para albergar la Coordinación de la Estrategia
Digital Nacional. Cuatro contratos por la renta de ese edificio, de 2014 a
2017, aparecen entre los más caros y suman 158 millones 330 mil 474 pesos.
El Presidente le dedicó seis
páginas a la EDN en su sexto Informe de Gobierno. Según él, a través de la
nueva coordinación se impulsaron acciones como política de datos abiertos, la
ventanilla única nacional, el acta de nacimiento en línea, la cédula
profesional electrónica y la estrategia de inteligencia artificial. Esa
política de datos abiertos a la que se refirió el Presidente contrasta con el
cúmulo de expedientes que deja bajo reserva: 16 millones 109 mil hasta este
momento, el mayor número que ha tenido el índice de expedientes reservados
desde que fue creado en 2004.
El Gobierno del Presidente
Enrique Peña Nieto se va con dos signos. Por un lado, protagonizó la gestión
menos aprobada por los ciudadanos desde 1994 cuando empezó a medirse este
factor; por el otro es el que más caro ha salido entre quienes en las últimas
dos décadas han habitado la casa de Los Pinos, la misma que –según el
Presidente electo Andrés Manuel López Obrador– se convertirá en museo.
(SIN EMBARGO/ LINALOE R. FLORES/ UNIDAD DE DATOS/ 06
DE NOVIEMBRE 2018)
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