No les basta que sea un
ejercicio no constitucional que sólo sea indicativo de una decisión que AMLO
asumirá cuando sea, muy pronto, un presidente en funciones.
Tampoco les gusta seguramente
si la decisión la hubiera tomado ya en funciones porque sería “una barbaridad,
cómo interrumpir algo que está en marcha”.
¿Qué acaso no considera el
dinero invertido y que sería echado a la basura?, dirían con franca y abierta
molestia.
No le creen cuándo dice López
Obrador que no debe haber preocupación entre los empresarios porque obra habrá
y mucha, sólo que, en lugar de Texcoco, será en Santa Lucía.
Menos, cuando dice que este
cambio permitirá ahorros por más de 100 mil millones de pesos.
Y todavía menos le creen cuando
afirma que serán tres aeropuertos en lugar de uno y el problema de la demanda
estaría resuelto para los siguientes treinta años.
Vamos, como no quieren creer
nada, no les convence cuando dice que si el problema son los traslados desde
Toluca a la ciudad de México, está considerado un tren de pasajeros que haría
el trayecto de ida y vuelta.
O menos, como ya se valora,
que habrá conexiones a otros aeropuertos porque el 75 por ciento de los
viajeros no tienen como destino final la Ciudad de México, sino otras ciudades
del país y simplemente serían estos aeropuertos lugares de tránsito.
Y es que no quieren
escucharse más que a sí mismos, o con los mismos que alimentan su delirio en la
radio, la tele o las redes sociales, los que afianzan su seguridad de que haga
lo que haga el “loco” no sirve, está destinado al fracaso y nos habrá de llevar
a una tragedia nacional.
He visto y leído a gente
juiciosa perdida en el delirio, pegados a la computadora para ver cuantos
centavos perdió el peso luego de una declaración del Peje. Están obsesionados
con el tipo de cambio, y cuando ven un cambio contra el peso por más ligero que
éste sea, como los observados en los últimos meses, inmediatamente hablan de
devaluación y sentencian: Vean, ahí está el efecto de la mala decisión y la
pésima declaración, ¡Nos va a llevar la chingada!
Pero no solamente no le creen
al Peje, no les vale el argumento de los vecinos de Texcoco que defienden esas
tierras, esa parte de nuestra historia milenaria, la de los pueblos
originarios, que en las decenas de cerros derrumbados estaban centros
ceremoniales; y contra un pensamiento socialmente correcto y ecológico, no les
dice nada que el lago ha sido siempre un lugar de refugio y alimento de aves.
O desdeñan la opinión de los
científicos, que alertan de los riesgos ecológicos y para el abastecimiento de
agua a la inmensa Ciudad de México.
No les interesa comprender
que están ante un ecosistema de miles de años que con estas obras se alterarín
definitivamente, incluso a riesgo de sus propias vidas y las de sus familias.
Y es que en la sinrazón no
les importa nada que les pueda servir para matizar sus afirmaciones temerarias,
lo único importante es echar abajo cualquier argumento y expresar el lastre de
su delirio, ese malestar que no los deja dormir, y les termina por provocar
taquicardia y pesadillas con una runfla de hombres y mujeres de cabello blanco
que les legó una elección presidencial donde una amplia mayoría de hombres y
mujeres, del norte y el sur, pobres y ricos, dijo el siempre sensato y
oportuno: ¡Ya basta!
Esas voces que como duendes
también les quitan el sueño y es que no quieren una sociedad de “chairos”, de
gente que se siente libre en las redes sociales para cuestionar y molestar de
una y mil maneras, aquel mundo excluyente donde se sentían cómodos.
Aun cuando la exclusión
seguirá existiendo, estará ahí recordándonos que en el fondo, es el modelo
económico que defienden los delirantes, con una pequeña gran diferencia: el
ejercicio del poder será menos abusivo, ostentoso, reverencial, porque pretende
ser más distributivo de los recursos escasos y devolver algo a la confianza perdida.
Pero aun así dirán: ¡Está
loco!, perdidamente loco.
Artículo de opinión publicado el 4 de noviembre de
2018 en la edición 823 del semanario Ríodoce.
(RIODOCE/ ERNESTO HERNANDEZ NORZAGARAY/ 6 NOVIEMBRE,
2018)
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