De acuerdo con el PREP del OPLE, Miguel
Ángel Yunes Márquez, hijo del actual Gobernador de Veracruz, ha perdido la
elección estatal con el 38.34 por ciento de la votación, por debajo de
Cuitláhuac García, candidato de Morena y virtual ganador de la elección, suma
el 43.70 por ciento de los votos. Yunes Márquez anunció que a las 11:00 horas
dará una conferencia de prensa.
En una foto demoledora, el Gobernador
Miguel Ángel Yunes Linares mostraba la frustración de un hombre que batalló 30
años para ser gobernador por un periodo de 24 meses y que deseó perpetuarse
seis años más, mimetizándose en la figura de su hijo y que hoy tiene que
empezar a digerir la derrota.
Veracruz/Ciudad de México, 3
de julio (BlogExpediente/SinEmbargo).- En una imagen, el Gobernador en
funciones, el panista-perredista, Miguel Ángel Yunes Linares, observa
tendencias electorales en el teléfono móvil, un brazo lo recarga en una silla
ejecutiva y la otra se la lleva a la frente. Está solo en Palacio de Gobierno,
la imagen delata pesadumbre, preocupación y pesimismo; en una segunda toma, el
mismo Yunes, de espaldas a la cámara toma el llamado teléfono rojo, con una
mano sostiene el auricular con firmeza. Faltan escasos 45 minutos para que el
Organismo Público Local Electoral (OPLE) confirme que su hijo, el candidato a
gobernador de la coalición “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez
va abajo en las encuestas por siete puntos sobre el eventual ganador de los
comicios, Cuitláhuac García.
La oficina luce vacía, ni un
solo asistente, secretaria o asesor, sólo las luminarias prendidas y la sombra
de quien batalló 30 años para ser gobernador por un periodo de 24 meses y que
deseó perpetuarse seis años más, mimetizándose en la figura de su hijo y que
hoy tiene que empezar a digerir la derrota.
Varias imágenes que valen más
que mil palabras. Son las lentes de Miguel Ángel Carmona, de Carlos Hernández y
Yerenia Rolón, quienes por separado esperan agazapados, como cazadores furtivos
el momento de “disparar”, están en penumbras, camuflajeados entre jardineras,
bancas y a sabiendas que el gobernador olvidó cerrar las cortinas.
En la oficina de comunicación
social del Gobernador y del candidato panista, en ambos Yunes hay una sinergia
y una coordinación fluida, pero todos están en silencio, en el hotel Holiday
Inn.
La gente de Yunes Márquez
anda con el rostro desencajado, ojos vidriosos, salen a decir que “porque el
PREP va lento” se cancela la rueda de prensa de media noche. En Palacio,
subordinados ríen a sus espaldas, empleados de la oficina de prensa disfrutan
la derrota yunista, justificando los “malos tratos” y “prepotencia”.
En la oficina del OPLE,
reporteros afines al gobierno de Yunes casi derraman lágrimas, cuando el
consejero presidente, Alejandro Bonilla, marcó 45.9 por ciento de intención de
voto para el candidato de la coalición, “Juntos Haremos Historia”, Cuitláhuac
García.
En el búnker de MORENA,
Cuitláhuac García lucía un tanto incrédulo, dudoso de su triunfo, incluso hizo
un llamado a esperar los resultados del miércoles, temeroso -dijo- de que el
hijo del Gobernador pudiera hacer fraude.
En Boca del Río, recinto
vacío y caras largas, Miguel Yunes Márquez se retiró cerca de la media noche.
Salió entre aplausos de su staff, no hubo mensaje, ni medio palabra, salió con
la cara en alto, aunque el gesto adusto.
En donde todo era fiesta,
alegría, besos, abrazos, toqueteos y gritos de euforia, era la Plaza Lerdo,
militantes de Morena gritaban al unísono: “Ya se van los Yunes, ya se van los
Yunes”. Mientras entonaban el “Cielito Lindo”, imágenes de
cartón-caricaturizadas de Cuitláhuac García ya le daban la vuelta al Palacio de
Gobierno. El intento de monarquía azul yunista, programada para 14 años,
quedaba fragmentada en su primer intento.
En la esquina de Palacio de
Gobierno, el ex panista, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas (seis años líder de
Acción Nacional), y el ex priista, Ricardo Ahued (una década en el PRI y futuro
Senador, ahora por Morena) se daban un efusivo abrazo. “Estoy a la orden”, replicó
Ahued a Vázquez, mientras el ex Alcalde de Xalapa caminaba irguiendo el pecho
por todo el pasillo de Palacio de Gobierno.
Sobre las 2 de la mañana, los
aires de euforia y celebración se fueron apagando, los Policías Estatales de la
Fuerza Civil destinados al resguardo del inmueble electoral de la avenida
Juárez bromeaban a su comandante: ¿Tons qué jefe, ya ganó la Morena (sic), a
dónde nos vamos a celebrar el triunfo de López Obrador?
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AUTORIZACIÓN EXPRESA DE BLOGEXPEDIENTE.
(SIN EMBARGO/REDACCION/ 03 DE JULIO 2018)
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